En la zona septentrional de la isla de La Palma, donde la erosión ha dibujado escarpados perfiles, encontramos Garafía. El complicado acceso al municipio por lo abrupto de sus caminos ha hecho que quedase, en algunos momentos, aislado del resto de la isla. Sin embargo, este aislamiento ha conseguido que el municipio conserve intacto su entorno natural y que la ruralidad siga viva.
Senderos señalizados que nos adentran en todos los rincones de la isla, incluso los más desconocidos, serán motivos perfectos para la práctica del senderismo, siempre adaptada a nuestro nivel. Una extrema atención a la ecología nos garantizan poder disfrutar de infinidad de paisajes, todos ellos con algún atractivo singular.
Con una conocida producción de queso, miel y vino, Garafía nos descubrirá tranquila la naturaleza de La Palma y también su tradición, sus más ocultos secretos.