Ferreras de Abajo es un municipio español de la provincia de Zamora y de la comunidad autónoma de Castilla y León.
Se encuentra situado al noroeste de España, cerca de la frontera con Portugal, integrada en la comarca de la Tierra de Tábara como unidad geográfica, aunque nunca perteneció al poderoso marquesado tabarés, sino que fue una de las múltiples posesiones del monasterio de Moreruela.
Destaca especialmente por la especial conservación de su naturaleza y fauna, con especial mención del paraje de «La Pedrizona», monte que alcanza cotas de 1055 m de altitud y que permiten unas vistas panorámicas que lo convierten en uno de los miradores más espectaculares de la provincia de Zamora. El creciente turismo rural y su interés por el lobo, ha dado lugar a la creación de una ruta de senderismo ascendente por una pista forestal.
La arquitectura rural está presente por cualquiera de los rincones de su término, toda ella en piedra, adobe y madera, con ejemplos en las casas de su núcleo urbano y en las fuentes, manantiales, pontones, molinos, cercados, palomares y bodegas de sus alrededores. Dispone además de un área recreativa acondicionada, en el que ha señalizado las especies autóctonas de flora. También cuenta con edificaciones más modernas y actuales, entre las que destaca su iglesia parroquial de San Juan Bautista —cuya fábrica es de la década de 1980— y una ermita que también es reciente con una talla original de un Cristo del siglo XVII.
Ferreras de Abajo es especialmente renombrado por su música tradicional y su folclore, para los que se utilizan instrumentos tradicionales como el tamboril y la gaita de fole, con la que los músicos de la localidad han interpretado e interpretan la vida rural, sus celebraciones y festividades. Durante el mes de septiembre se organiza y celebra en esta localidad un festival de folclore que se denomina «Sierra de la Culebra».