Bañada por el mar Mediterráneo, la Costa del Sol abarca más de 150 kilómetros de litoral en la provincia de Málaga, al sur de Andalucía.
A menudo también se incluyen, de forma errónea, los municipios de la costa mediterránea de Cádiz y de la costa granadina hasta Motril.
Esta imprecisión es debida a que no existe un marco administrativo o una definición oficial más allá de las comarcas de la Costa del Sol Occidental, Málaga - Costa del Sol y Axarquía - Costa del Sol, todas ellas de la provincia de Málaga.
La Costa del Sol concentra en torno al 35% del turismo de Andalucía, acogiendo anualmente más de 17 millones de pernoctaciones hoteleras, según datos de 2009.
Su capacidad de atracción no es fruto de la casualidad, y es que la región goza de más de 300 días de sol al año y de una temperatura media de 19°C.
Si a ello le sumamos cultura, naturaleza, gastronomía, historia, tradición, modernidad y lujo; su éxito queda más que justificado.
La cordillera Penibética transcurre paralela a la línea de costa formando el límite norte de la Costa del Sol, que se compone por un conjunto de sierras que a menudo sobrepasan los 1.000 metros de altitud.
En la estrecha franja entre las montañas y el mar, playas, acantilados, desembocaduras, calas y dunas se entrelazan dando lugar a parajes excepcionales.
Empezando por los acantilados de Maro; pasando por Nerja, con su Balcón de Europa y la Cueva; el encanto de Torrox; la extensión de Vélez-Málaga; la coquetería de Rincón de la Victoria; la grandeza de la capital; la fama de Torremolinos, Benalmádena, Fuengirola, Mijas, Marbella, Estepona, Manilva, y la tranquilidad de Casares, la Costa del Sol constituye el escenario perfecto para unas vacaciones de ensueño donde las posibilidades son prácticamente infinitas.