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La Cueva de Achbinico también llamada Cueva de San Blas, fue tras la conquista el primer santuario cristiano de Canarias en importancia y difusión religiosa e históricamente también fue el primer santuario mariano que existió en el archipiélago. Esta cueva advocada a la Virgen de Candelaria (Patrona de Canarias) y a San Blas, se encuentra en Candelaria (Tenerife, Canarias, España) justo detrás de la Basílica de Nuestra Señora de la Candelaria. En esta cueva los guanches dieron culto a dicha imagen mariana tras la cristianización. Por lo que en ella han aparecido diversos utensilios arqueológicos de época guanche, por lo cual la cueva es además un lugar de gran importancia arqueológica. Tiene la categoría de Bien de Interés Cultural, integrada en el Santuario de Candelaria.
Se trata de una cueva alargada y profunda, su techo tiene forma de cúpula y está ubicada en la orilla del mar. Sus medidas son de 14 metros de largo por 6 de ancho y 5 de altura. En la actualidad, en el exterior tiene una obra de mampostería que le da forma de ermita.
Diversas excavaciones arqueológicas han demostrado que la cueva era un lugar de culto aborigen desde mucho antes de que los guanches colocaran a la imagen de la virgen en ella. Según recientes excavaciones arqueológicas las capas de cenizas encontradas y sometidas al examen del carbono 14 dan una antigüedad de más de tres mil años. En esta cueva se mantenía un fuego encendido permanentemente, algo parecido a los templos de las vestales de la antigua Roma, al parecer el hecho de tener la cueva un carácter sagrado desde tiempos muy antiguos justifica el hecho de que tras la conquista los guanches colocaran a la virgen precisamente en esta cueva y no en otro lugar.
Posteriormente, esta cueva también tuvo especial relevancia para la gente del lugar ya que, hasta el primer cuarto del siglo XVI, fue el único lugar destinado como receptor de enterramientos en todo el Valle de Güímar.