Existen nueve localidades pertenecientes a la provincia de Teruel, en las que se puede seguir en Semana Santa una ruta excepcional por el modo especial que tienen de celebrar esos días la Pasión de Cristo.
Es una costumbre procedente probablemente de alguna ceremonia ancestral, aunque históricamente se dice que proviene de la Edad Media, cuando los caballeros de las Órdenes Militares trajeron a estas tierras esos dos instrumentos de percusión.
La tradición consiste en empezar a tocar el bombo y el tambor el Jueves Santo o el Viernes Santo, a una hora determinada. Este comienzo se llama «romper la hora», y se inicia en casi todos los pueblos el Jueves Santo a las 12 de la noche mientras que en Calanda es a las 12 del mediodía del Viernes Santo; también hay un toque particular y un color distinto para las túnicas de cada pueblo.
El Romper la hora se inicia inmediatamente después de una señal especial que se da en la plaza del Ayuntamiento. Desde ese momento el estruendo acompasado de tambores y bombos no cesa hasta el Sábado Santo a las dos en punto de la tarde, momento en que el silencio es expectante, y para que esto sea posible, los tamboreros se van turnando.
Hasta la década de 1980 sólo podían tocar el bombo o el tambor los hombres. A partir de esa fecha más o menos, las mujeres se han ido incorporando progresivamente, no quedando en este momento ningún pueblo de la ruta donde las mujeres no puedan tocar libremente. Cuando una cuadrilla de tamboreros se encuentra cara a cara en la esquina de dos calles, paran la marcha y siguen tocando cada vez con más fuerzas, como si iniciaran un "duelo a tambor" que puede durar hasta más de una hora.
La Semana Santa de los pueblos que se incluyen en la Ruta del Tambor y el Bombo del Bajo Aragón fue declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional en noviembre de 2005, a excepción de en la villa de Híjar que fue declarada como tal en el año 1980, 25 años antes que cualquier otra localidad de la ruta, ya que es esta la más antigua en la celebración, puesto que aparece en los escritos del siglo XII encontrados en el archivo ducal y regida por la orden Pauliana, antecesora de la orden Franciscana, su dataje real es anterior en más de 200 años a la de Alcañiz y 5 siglos antes de la semana santa de Calanda dada a conocer por Buñuel en sus películas.
[Wikipedia]