En el extremo noreste de la provincia de Cuenca, la erosión de viento y de agua han tallado cuidadosamente las formas que hoy conocemos de Beteta. Situada sobre un pedestal rocoso y controlada por la majestuosidad del castillo de Rochafrida, Beteta presume de ser un enclave con carácter propio y con infinidad de posibilidades.
El entorno privilegiado de Beteta, a tan solo unos pasos de la Hoz de Beteta, monumento natural, convierten el pueblo en un lugar ideal para practicar todo tipo de deportes en contacto con la naturaleza. Más allá del senderismo de distinto nivel de dificultad que nos ayudará a descubrir todos los rincones de la zona, las filtraciones de agua en las rocas calizas han creado formas de gran belleza que ningún amante de la espeleología se puede perder.
Si lo que buscamos son ríos donde pescar, bosques donde disfrutar de una explosión de naturaleza y contemplar la belleza monumental de un pueblo, incluso relajartnos en las aguas del balneario de Solán de Cabras, Beteta nos está esperando.