Los orígenes de la villa de Béjar se remonta a finales del siglo XI y principios del siglo XII, fecha en la que gran parte de los territorio de la zona pasan a manos cristianas. Sin embargo, dista mucho esa fecha de ser el inicio de los asentamientos en la zona, pues ya aparecía ocupada ésta por los vettones, cultura proveniente del centro de la actual Europa, en el siglo VI y V a. C. El término municipal de Béjar se encuentra ubicado en el límite meridional de la provincia de Salamanca (Comunidad Autónoma de Castilla y León), orientada hacia el Este, cerca del límite que separa esta de la provincia de Cáceres (Extremadura). Forma parte de la comarca de Sierra de Béjar. El territorio de Béjar se extiende sobre una superficie cuyos límites se establecen en un perímetro de algo más de 45 kilómetros cuadrados. La población, organizada y distribuida en torno a los núcleos de Béjar, Fuentebuena, Palomares y Valdesangil, alcanza los 15.110 habitantes. La anécdota: el plato típico de la ciudad y territorio de Béjar es el Calderillo bejarano, además de las tradicionales Patatas Revueltas, la ensalada de Pamplina o el Zorongollo, entre otros.
Las Murallas de Béjar son testigos mudos de la labor defensiva que sus antiguos habitantes realizaron para protegerse tanto de los ataques árabes como de los vecinos señoriales. También el Convento de San Francisco, construcción del siglo XIII, resulta interesante.