En el oeste de Zamora y Salamanca, donde el Duero hace frontera con Portugal y se encajona formando los cañones más profundos y extensos -casi un centenar de kilómetros- de toda la Península Ibérica, se encuentra la comarca de Los Arribes del Duero. Un espacio natural privilegiado en el que destacan la belleza agreste de su paisaje granítico y una rica y variada fauna y flora.
El relieve de Los Arribes pertenece al dominio del Zócalo Paleozóico y está constituido fundamentalmente por granitos y granodioritas. Sus paisajes más bellos han sido formados por los ríos Duero, Huebra y Uces. En el cañón de este último se localiza una de las cascadas más bellas y espectaculares de toda la Península: el Pozo de los Humos, donde el agua cae desde más de 200 metros de altura.
Dentro de los límites del espacio se localiza una interesante y bella localidad: la villa de Fermoselle. Tras contemplar los restos de su recinto amurallado y las portadas románicas de la iglesia de la Asunción, hay que recorrer sus estrechas y empinadas calles donde sorprende un conjunto de arquitectura popular muy bien conservado.