Situada en una de las salidas del Parque Natural del Barranco del Río Dulce, es un paraje de bravo paisaje con escarpadas buitreras.
Si visita Aragosa, no puede perderse el caserío, el cual cuenta con una iglesia románica del siglo XII, y en ella hay varios enterramientos visigodos datados entre los siglos VI y VII. También son interesantes el tradicional lavadero, la red de acequias y los accidentes que el río Dulce forma en el suelo calizo a su paso por el pueblo.