Alhama de Aragón es una localidad zaragozana situada en la Comunidad de Calatayud sobre el río Jalón. Su principal atractivo son los manantiales de aguas termales que nacen de las fracturas tectónicas que atraviesa el río. Los romanos ya llamaron a este lugar Aquae Bilbilitanorum y de la época árabe llega su nombre actual, Alhama, ya que Al-Hammam significa «los baños».
Existen en Alhama ocho manantiales cuyas aguas brotan a una temperatura de treinta y cuatro grados, así como cuatro balnearios que ofrecen los beneficios de estas aguas. Sin embargo, el rincón más espectacular es el lago termal, único en España, que cuenta con unas dos hectáreas de superficie, dos islas y un gran caudal de aguas cristalinas.
La historia de la localidad y su patrimonio son de gran interés por su situación fronteriza entre los antiguos reinos cristianos y musulmanes, así como entre Castilla y Aragón. Cambió de manos en varias ocasiones, destacando la conquista de la ciudad que llevó a cabo el Cid Campeador en 1071 (Alhama se menciona en el Cantar del Mío Cid).
Entre sus monumentos destacan la iglesia de la Natividad de la Virgen (s. XVII, estilo barroco con torre mudéjar), el Castillo de Alhama (s. XII, musulmán) del que solo permanece la Torre del Homenaje (s. XIV) y la Casa Consistorial, ejemplo de la pintoresca arquitectura popular del casco antiguo de Alhama de Aragón.