En la provincia de Extremadura, encontramos Mérida, una ciudad que fusiona lo mejor del ayer y del hoy: rutas gastronómicas, vestigios romanos y árabes muy bien conservados, festivales de arte, parques naturales y mucho más. Y es que por algo Mérida está declarada Ciudad Patrimonio de la Humanidad.
Te acercamos a este maravilloso destino para que no pierdas detalle en tu próxima escapada rural.
¿Qué descubrir en Mérida?
Lo más atractivo de Mérida son los restos romanos que la ciudad alberga. su patrimonio histórico-artístico es espectacular y un simple recorrido por sus calles te enamorará. Sin embargo, recogemos lo mejor de esta maravillosa ciudad:
Es imprescindible que acudas al Teatro y al Anfiteatro romanos. Ambos son visitables tanto de día como de noche; de día podrás observar con mayor facilidad el arte que desbordan y de noche te atraparán por su iluminación. Es necesario reservar para poder entrar. En el Anfiteatro, con un aforo para 10.000 espectadores, podrás pisar las estancias donde los antiguos romanos encerraban a las fieras que se enfrentaron a los gladiadores; también la pista en la que tenían lugar las batallas. En el Teatro, te maravillarán las columnas de mármol, los dinteles y las magníficas esculturas que se hallaron y restauraron de un modo excelente.
Otra experiencia que merece mucho la pena es el Museo Nacional de Arte Romano, ya que es un verdadero viaje al Imperio Romano: una calzada romana, mosaicos, parte del pórtico del foro, criptas…
Otros de los monumentos y actividades que te aconsejamos son el acueducto de los Milagros y el puente romano, justo enfrente, rodeados de grandes extensiones verdes en las que disfrutar de un agradable paseo. También son interesantes las termas, el acueducto de San Lorenzo, el Circo Romano (con un aforo para 30.000 personas), el Pórtico del foro, el Templo de Diana (integrado en una casa palaciega del siglo XV), la alcazaba árabe y su aljibe o realizar el recorrido de Los Columbrados para conocer los ritos funerarios de la historia de Mérida.
Por último, si acudes a Mérida en julio o agosto no te pierdas alguna de las actuaciones del Festival Internacional de Teatro Clásico que se celebran en el Anfiteatro; o participa como figurante en el Avgvsta Emerita, un espectáculo aire libre, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, sobre los modos de vida de los antiguos romanos.
Mérida y la naturaleza
Sabemos que una escapada rural debe tener un contacto con la naturaleza y, en este sentido, Mérida no te defraudará. Podrás disfrutar con los cinco sentidos de la tranquilidad que ofrecen sus balnearios, sus parques y sus embalses.
En el Parque Natural de Cornalvo, con una superficie de 11.601 hectáreas y limitado por la Sierra Bermeja y la Sierra del Moro, podrás pasear por la ribera del río Aljucén, que cruza el parque, a la sombra de enconares y alcornocales. Es espectacular su embalse, que contiene una presa romana (Monumento Nacional). Y entre su fauna cuenta con gatos monteses, sapos parteros ibéricos y hasta 155 especies de aves, como la cigüeña negra, el buitre leonado o el águila imperial.
Este espacio protegido también ofrece varias rutas para que te dejes llevar por los ritmos pausados de estas tierras; algunas de ellas son:
- Ruta del Cordel del Puerto: si lo que quieres es visitar el parque en su totalidad (de norte a sur), esta es tu ruta.
- Ruta de las Dehesas de Cornalvo. 16 kilómetros, a pie o en bicicleta, que recorren lo más destacable del parque.
- Ruta del Cordel del Cerro del Gato: 7 kilómetros de sendero sencillo siguiendo el curso del río Aljucén.
El Parque Natural de Cornalvo pone a disposición del visitante el Centro de Interpretación en el que se da información sobre los sistemas hidráulicos romanos, la fauna, la flora y los hábitats que allí coexisten.
Otra alternativa para conectar con la naturaleza es el embalse de Proserpina con zonas de esparcimiento entre dehesas en las que poder avistar cigüeñas blancas, culebreras europeas, águilas calzadas o milanos negros.
¿Qué comer en Mérida?
La gastronomía de Mérida será el broche de oro de tu escapada rural, ya que se decanta por platos tradicionales, sabores naturales y productos de proximidad. La dieta mediterránea con un toque de carácter rural es lo que define las mesas emeritenses.
Algunos de sus platos más destacables son el gazpacho; el ajo blanco; las migas extremeñas; los derivados del cerdo ibérico, tanto los embutidos (jamón, chorizo…), como las carnes (presa o solomillo ibéricos, morcillas…); las ensaladas como los zorongollos o los cojondongos; y los quesos de cabra y oveja. Todo bien acompañado por un Ribera del Guadiana.
Y si tu salida es en verano, podrás degustar las tapas del Tapa Romana Gastronómica SENTIA AMARANTIS o de los menús romanos a precios populares que ofrecen los restaurantes.