Casa Palou

Volveremos muchas veces más

Llaru Morillas

Es exactamente lo que íbamos buscando, un alojamiento rural en plena naturaleza, cómodo, bonito, a buen precio y con unos anfitriones muy amables. Ya echamos de menos a toda la familia perruna que han hecho sentir a nuestro perro Dexter como uno más de la manada: Vilma, Betty, Hippie, Max, Pepo, Canna... Mil gracias Montse y Emilio por todo, aunque el viaje desde Altea no es corto, sin duda os visitaremos en más ocasiones y llevaremos también a nuestros amigos.

Espectacular

Eva

Realmente es un sitio encantador. Limpio, acogedor, lleno de detalles y rodeado de un entorno natural ,hacen que la estancia sea una experiencia para volver a repetir. Para los amantes de los animales, la compañía de unos cariños perros, gatitos, caballos os enamorarán. Muchísimas gracias Montse por abrirnos tu casa como si fuese nuestra, enhorabuena por vuestro trabajo y vuestra dedicación. Nos vemos pronto! Eva.

Paraíso a 1hora de Barcelona

David C.v

El pasado fin de semana estuve alojado en unos delos 4 apartamentos que dipone Casa Palou el porxet fue mi casa por dos noches muy bien integrado ya que era un antiguo pajar decoracion perfecta y muy práctico, el entorno es muy bonito muy verde con rutas muy fáciles para. Poder hacer los animales de la casa son los reyes y nuestro perro se integró muy bien, los dueños son muy amables y atentos nos dieron indicaciones sobre todo lo que hacer y seguro repetimos, ya que que nos faltaron muchas cosas por visitar, fue como estar en casa, Muchas gracias por el fin de semana nos vemos pronto

Semana Santa en medio de la naturaleza

Aroa Abellán Mojedas

Fuimos dos parejas con 3 perretes. El entorno es increíble, nos despertábamos escuchando pájaros cantar. Nos alojamos en "L'Estable". Muy acogedor y perfectamente equipado. Para 4 personas es perfecto, dado que tiene dos habitaciones grandes y acogedoras. La zona de barbacoa es compartida con otra de las casas. Si vienen amigas y amigos a pasar el día, el espacio se queda un poco pequeño por tener que compartirlo. En nuestro caso, la familia que se alojaba allí pasaba el día fuera, así que pudimos disfrutar de todo el espacio común para nosotras solas. Montse, la propietaria, fue muy atenta desde el momento en que contacté con ella hasta que nos fuimos. Por no hablar del encantador y cariñoso Hippie, uno de los perros de Montse. Una muy buen experiencia.