Las campañas de los vikingos en la península ibérica

03.11.2022

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Romería vikinga que recrea la invasión de los vikingos en España
Romería vikinga de Catoira que recrea la invasión de los vikingos en España, Rias Baixas. Por machbel

Hay un lugar en Andalucía al que llegaron los vikingos a saquear y conquistar. En realidad, no es solo un lugar, sino muchos. También lo hay en Galicia, Asturias, Valencia, Navarra, en Portugal… En realidad, durante tres siglos los vikingos en España hicieron campañas repetidamente sobre las costas de la península ibérica, y además se adentraron en el interior, habitualmente remontando los ríos con sus naves.

Los vikingos fueron un pueblo que dejó su marca en muchos lugares de Europa y en otros puntos del mundo muy alejados de sus territorios naturales. Llegaron hasta París, a Italia, al norte de África e incluso hasta América, antes de 1492, por supuesto. Principalmente conquistaban y saqueaban, pero también sabían comerciar y negociar si llegaba el caso. Como ya apuntábamos, lo que hoy es España y Portugal no quedó libre de sus asaltos.

Los vikingos llegaron a Sevilla por el Guadalquivir y la saquearon durante semanas

Barco vikingo
Réplica de un barco vikingo en las Rías Baixas. Por makasana photo

Quizás el hecho más conocido de los ataques de los vikingos en España ocurriera en el año 844, cuando remontaron el río Guadalquivir y llegaron a Sevilla. Como era habitual en sus viajes, llegaron y saquearon con crueldad. Los omeyas que entonces eran los gobernantes del sur de España, con Abderramán II a la cabeza, organizaron un ejército para enfrentarse a ellos y los obligaron a volver, con una rotunda victoria, por donde habían venido. En realidad, ni todas las naves vikingas ni todos los hombres que llegaron a bordo de ellas volvieron. La derrota vikinga fue tan severa que decenas de naves fueron destruidas y miles de hombres murieron.

En esa misma campaña en la que acabarían remontando el Guadalquivir, atacaron también lugares del norte de la península en su viaje hacia el sur. Las ciudades costeras de la zona de lo que hoy es Asturias fueron su primera toma de contacto, donde los guerreros astures y leoneses se las vieron con ellos. Los vikingos, en parte debido al recibimiento recibido, siguieron la costa atlántica hacia el sur y antes de embocar el río Guadalquivir asaltaron territorios de Lisboa y Cádiz.

En el año 859 llegó el turno de los pueblos mediterráneos, eso sí, después de volver a atacar y saquear las costas asturianas, gallegas, portuguesas y andaluzas en el camino desde sus bases en Francia. Quizás porque recordaban o tenían noticia de lo que había ocurrido en Sevilla, en este caso no se internaron tierra adentro y se limitaron en un primer momento a asaltar la costa y las Islas Baleares. Pero después de un tiempo y animados por la poca resistencia y el éxito de la campaña, repitieron el movimiento y penentraron dentro de la península a través del Ebro.

Llegaron a Pamplona tras navegar por el Ebro y otros ríos

Drakkar, vikingos en España
Drakkar rescatado de los vikingos en España. Por Casiopeia

Llegaron hasta Pamplona moviéndose por los ríos, dejando de lado Zaragoza y Tudela al remontar el Ebro, probablemente por estar bien defendidas. Del Ebro pasaron al Aragón y al Arga, hasta enfrentarse con los cristianos del norte, haciendo prisionero a García Íñiguez, señor de Pamplona. Los vikingos negociaron un importante pago a cambio de él, y sumaron así 70.000 monedas de oro a sus arcas. Como vemos, no todo era saquear y asesinar, sino que llegado el momento los guerreros vikingos también sabían negociar e incluso comerciar.

El País Vasco no estuvo libre de los ataques vikingos, como era de esperar por su posición geográfica. Una muestra de esto es el drakkar, el barco vikingo encontrado en el Bidasoa en el año 2008 durante las obras de construcción de una autopista. Está datado en el siglo IX y su estado es sorprendente bueno. Tanto es así que se ha expuesto al público y se puede apreciar perfectamente su tamaño y forma.

En el camino de vuelta del Mediterráneo a su hogar en la costa francesa, los vikingos se toparon con una flota andalusí cerca del estrecho de Gibraltar, que les derrotó de nuevo. El líder de la expedición, Björn Ragnarsson, referenciado en algunas crónicas como Brazo de Hierro o Costado de Hierro, pasó la barrera y siguió atacando la costa occidental de la península en su viaje de retorno a casa.

cuernos vikingos
Cuernos vikingos de un mercado medieval de Pamplona. Por Tomas

En siglo X los hombres del norte continuaron presentándose cada cierto tiempo en las costas ibéricas. No venían a presentar sus respetos, sino más bien a lo contrario. Las costas gallegas eran un lugar que visitaban con cierta frecuencia. Tanto es así que hasta llegó a existir algún asentamiento vikingo más o menos estable en la zona. De ahí a que en Catoira cada verano se celebre la popular romería vikinga para rememorar la importancia de este enclave en la defensa de Galicia. Desde ese asentamiento en el norte costero atacaban tierra adentro, no siempre con éxito.

Los guerreros de León y Asturias se enfrentaron a ellos en multitud de ocasiones

romería vikinga, vikingos en España
Vikingos en España: Romería Vikinga de Catoira, Rias Baixas. Por machbel

Pero a pesar de que las incursiones vikingas en España se las vieron con los reyes cristianos del norte, consiguieron avanzar notablemente en ocasiones. Una muestra clara la tenemos en Lordemanos, una pequeña pedanía leonesa cuyo topónimo apunta a un asentamiento más o menos estable. Tenemos una mención muy detallada en alguna fuente histórica sobre los enfrentamientos en Galicia y León con los asaltantes vikingos:

[…]Cien naves vikingas llegaron a las poblaciones de Galicia bajo el mandato de su rey Gunderedo e hicieron mucho daño alrededor de Santiago. El obispo de Santiago, de nombre Sisnando, pereció por la espada, y toda Galicia saquearon hasta llegar a los Pirineos montes Ezebrarii. Tras tres años, cuando se volvían a su patria, Dios, para el que nada hay oculto, tomó venganza. Y así como ellos habían tomado cristianos en cautiverio y habían pasado a muchos por la espada, tanto sufrimiento cayó sobre ellos que tuvieron que marcharse de Galicia. El conde Guillelmus Sancionis… salió con un gran ejército a su encuentro y peleó contra ellos, dándole Dios la victoria.

En el siglo XI llegó otra de las campañas importantes y masivas de los vikingos contra la península ibérica. Volvieron a las costas mediterráneas y los reinos de taifas se mostraron poco eficaces contra el asalto, lo que les brindó a los hombres del norte algunos éxitos. En cualquier caso, no dejaban de estar rodeados de enemigos y eso acabó por conseguir que fueran expulsados, aunque no antes de haber usado esas bases mediterráneas para atacar otros lugares, llegando incluso hasta Italia.

Es obvio que entre todos los viajes de los vikingos por Europa la península Ibérica tenía que ser un destino común, por su posición geográfica y por sus casi 9.000 kilómetros de costa. Y esos contactos entre unos y otros tuvo muchas batallas, encontronazos, saqueos, raptos, estancias más o menos prolongadas… que alcanzaron a todo el litoral y a muchos lugares que no tenían la costa precisamente cerca.

Manuel Jesús Prieto

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