Un palacio árabe para dormir como un sultán

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04.08.2020

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Albanta
Por Albanta

Cruzar la puerta de acceso al palacete árabe Albanta, en Vera (Almería), es como regresar a la antigua Al-Andalus. Dentro nos espera un palacio de arquitectura árabe de color arena coronado por dos cúpulas y precedido por los jardines, con una fuente nazarí incluida, que llegan hasta el porche de arcada.

El palacete dispone de dos suites, un gran salón, terraza superior donde disfrutar de un té especiado, parque infantil y una gran piscina con escalón donde sentarse a tomar algo. Un lugar único donde todo el mobiliario es original y es capaz de transportarnos a otro tiempo y cultura que en el sur de España dejó una gran herencia.

Por Albanta

El palacio de Albanta fue el sueño materializado de Fernando, su propietario. “Estudié aparejador -hoy arquitectura técnica- para construir mi propia casa”, dice. “He viajado mucho por el mundo y me encantan los países árabes, por lo que quería que tuviera ese estilo”. 

Con la ayuda de un amigo arquitecto, José Ramón Maciá, y de un reputado decorador árabe, Rachid Benmaach, Fernando levantó su palacio en 2004. Estuvo viviendo en él hasta hace cinco años, cuando este alicantino volvió a casarse y decidió mudarse. Desde entonces, la vivienda se alquila para escapadas y vacaciones. “Yo mismo soy quien me encargo de las reservas”, explica.

El decorador que trabajó para príncipes árabes

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Por Albanta

Para los interiores del palacete árabe de Albanta, Fernando contó con el trabajo de Rachid Benmaach. Un decorador originario de Casablanca con una gran trayectoria como decorador y muralista de palacios y villas de África y Oriente Medio

Entre sus proyectos figuran casas reales como la del príncipe El Rachid, en Riad (Arabia Saudí), en 1994; y el palacio del príncipe Salman, en Tánger (Marruecos). 

Benmaach destaca por utilizar técnicas tradicionales y milenarias como la zouak, testir, tadelakt o tourik para crear interiores de estilo marroquí. 

Respecto al mobiliario de Albanta, todos los elementos fueron traídos por Fernando de sus respectivos viajes. “Ya tenía cosas de mis viajes a Marruecos, Turquía, Egipto, etc. antes de construir la casa. Otros los traje después en baúles”, explica. 

En ella podemos encontrarnos puertas y cabeceros en madera labrados a mano, lámparas artesanales, cortinas de seda, alfombras y cojines turcos, muqarnas de Marruecos, lavabos en latón, cuadros temáticos, etc.

La fuente nazarí con estrella de ocho puntas

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Por Albanta

El agua que emana de la fuente nazarí es el único sonido que envuelve el palacio árabe de Vera, en Almería. Salvando algunas distancias, el patio donde se encuentra nos recuerda al de la Acequia de la Alhambra. Un estrecho canal de agua salpicada por una hilera de chorros que termina en la típica estrella de ocho puntas. Un símbolo utilizado en la cultura árabe que representa el paraíso y que en el Corán indica el fin de un capítulo. 

La fuente nazarí está en el jardín de la casa, un espacio de unos 1.000 metros donde también está la piscina y el cenador. El rincón favorito de Fernando, “Da una paz tremenda y todos dicen que ahí hay algo… No se oye ningún ruido. Es una casa anti estrés”, dice. 

Un palacio muy televisivo

https://www.youtube.com/watch?v=EeKLgGKxbR0

El palacete árabe de Albanta no ha pasado desapercibido para el programa de televisión Quién vive aquí, de La Sexta. En él enseñan viviendas originales y las villas de lujo más exclusivas de España acompañados de sus dueños. 

Hace unos años, Fernando abrió la puerta al programa para enseñarnos a todos su palacio. “Salimos en el programa antes de que la tuviera alquilada, aunque aún sigue saliendo. También han venido a ver el lugar para el rodaje de películas, aunque aún no se ha rodado nada en ella”, explica. 

Un sultán del Mediterráneo

Albanta
Por Albanta

Albanta está situado en la localidad de Vera, en Almería, y dispone de más de 6 kilómetros de playas. En la costa está la Laguna de Puerto Rey, un espacio declarado Reserva Natural Concertada por su riqueza en fauna y singularidad. En ella es posible observar diferentes tipos de aves. La zona, también ofrece un amplio abanico de actividades y deportes acuáticos.

Vera está muy cerca del pueblo árabe de Mojácar, que cuelga sobre la sierra de Cabrera; y del desierto de Tabernas. Así como de parques naturales como el Parque Natural del Cabo de Gata-Níjar y Sierra de María, donde se pueden realizar rutas de senderismo o en bicicleta y espeleología.

Laura Fernández

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