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Todavía es un proyecto, pero hace apenas unos días (2 y 3 de diciembre) se realizó la primera experiencia piloto. Se trata de la primera iniciativa que pretende reunir en un solo paquete una oferta de gastronomía, ocio, turismo y cultura para personas con discapacidad visual.
La idea y su inminente materialización en la realidad ha sido obra de la Mancomunidade Arousa-Norte, tras el acuerdo firmado en julio con la Secretaría Xeral para o Turismo de la Xunta de Galicia. Profesionales de la Fundación ONCE y de la Hostelería coruñesa también se han implicado en el proyecto.
Es el primer proyecto de nuestro país diseñado explícitamente para personas con discapacidad visual. El objetivo no es fácil: a las necesidades obvias de infraestructura y formación de profesionales que participan se le suman las esenciales de sensibilización.
Aún así, las fases de este proyecto pionero ya han concluido, por lo que tras el testeo de la prueba piloto y las consecuentes mejoras, los invidentes tendrán una opción más para disfrutar del mismo modo que los demás.
El Proyecto
Este paquete de turismo accesible para personas con discapacidad visual incluye tres tipos de experiencias. Alojamientos adaptados para el descanso, menús degustación en restaurantes de la zona y dos ofertas de ocio.
El objetivo: convertir el paisaje, la gastronomía y los hoteles en sensaciones para el olfato, el gusto o el tacto. Un reto increíble a punto de concluir. ¿Cómo se ve un paisaje sin ver?
Todo se adapta
La esencia del proyecto es adaptar las actividades y las visitas habituales de esta región (y de otras en España) «aprovechando los sentidos más allá del visual», tal y como informó Irene Maneiro.
En dos días, las personas que sufren discapacidad visual se acercarán al mundo marinero de Galicia y su paisaje, hasta que el proyecto «inunde» el resto del país. El primero de ellos se hará la visita al «mirador» de A Curota.
En esta ocasión los guías harán una descripción mucho más detallista y precisa de los colores, del ambiente y del entorno que se observa con la vista. La brisa, en cambio, será patrimonio exclusivo de la sensibilidad de los viajeros invidentes.
El segundo día dos actividades, ambas sensitivas. La primera de ellas es la Ruta de Mejillón donde se da cuenta del cultivo del producto por la Ría de Arousa y se llega a una batea (plataforma en el para el crecimiento del mejillón). Aquí será un profesional quien ofrezca las explicaciones pertinentes y dé a oler y a tocar la «mexilla», la cría del mejillón.
Después, la ingravidez. Los viajeros tendrán su bautismo de buceo en una piscina para iniciarlos en las técnicas esenciales. Un total de nueve alojamientos rurales y nueve restaurantes participarán, por último, en esta excelente iniciativa, ambos tipos adaptados a las necesidades de los participantes.
El diseño definitivo del proyecto se presentará en los próximos meses, ya en 2011, tras el análisis de las opiniones que han tenido arquitectos, empresas de la ONCE como Vía Libre, Turgalicia y otros participantes de la prueba piloto. ¡Enhorabuena!
Más información sobre el paquete adaptado a personas con discapacidad visual
Escapada Rural