Siguiendo las huellas de la Guerra Civil a través del la Ruta del Frente del Agua
Escrito por
03.12.2020
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La Sierra Norte de Madrid ofrece una amplísima variedad de rutas de senderismo. Una de las más interesantes, desde el punto de vista histórico, es la denominada Ruta del Frente del Agua, la cual, permite conocer y comprender los episodios bélicos acaecidos por estas tierras durante los tres años que duró la Guerra Civil.
Y, ¿por qué se llama del Frente del Agua? Porque su principal objetivo radicaba en hacerse con el control de las aguas del embalse de Puentes viejas, el cual ya por aquel entonces abastecía a la ciudad de Madrid, así como de las del caudal del río Lozoya.
Para comenzar la ruta es necesario desplazarse hasta la localidad de Paredes de Buitrago, uno de los muchos pueblos con ese encanto de piedra y naturaleza tan característico de la zona norte de la Comunidad de Madrid. La senda, circular y de 12 kilómetros de longitud, se inicia en un camino que sale justo detrás del Centro de visitantes.
Salvo por un par de tramos cortos que presentan una ligera pendiente positiva, el resto del trayecto transcurre por terreno llano atravesando bosques y pistas forestales.
Aunque la ruta se puede realizar por libre, es más que aconsejable ir acompañado de algún guía oficial que interprete los diferentes escenarios que presenta el recorrido. La duración aproximada oscila entre las 3 y 4 horas, dependiendo del tiempo dedicado a cada parada, por lo que es recomendable llevar algo para picar y suficiente agua.
Una vez completado el primer tramo, con sus fabulosas panorámicas tanto de Paredes de Buitrago como de la presa de Puentes Viejas, la ruta se adentra en el bosque permitiendo localizar las diferentes posiciones que en su día ocuparon ambos frentes: republicanos y nacionales.
La primera mitad recorre el que fue «territorio republicano» y, tras cruzar la conocida como «Línea Frente», se adentra en la zona de El Pinar, antiguo «territorio nacional», permitiendo apreciar, entre otras particularidades, la clara diferencia en la tipología de los diferentes nidos de ametralladora, fusiles y búnkeres que ambos bandos construían.
A modo ejemplarizante, los refugios del bando nacional son fácilmente identificables porque sólo tenían una apertura para realizar disparos. Por contra, los construidos por los republicanos presentaban dos.
El aspecto del bosque que atraviesa la Ruta del Frente del Agua que puede verse hoy día no era tal en los años 30. La frondosidad actual, sobre todo en la zona del bando republicano, es la evolución de un paisaje apenas salpicado por alguna encina que no llegaba ni al metro de altura. De ahí que fuera una de las áreas más estratégicas, pues ofrecía una clara posición vigilante para que ningún «enemigo» se aproximase al cauce del río Lozoya.
Con los años, y con el fin de encontrar la mayor cantidad de respuestas posible, se han llevado a cabo diferentes excavaciones arqueológicas a lo largo y ancho de ambos territorios; unas investigaciones que han conseguido determinar, por ejemplo, qué tipos de armas se utilizaron y el país de procedencia de las mismas.
Al contrario de lo que sucede con una ruta de senderismo tradicional, la Ruta del Frente del Agua no solo ofrece una experiencia saludable y reconfortante sino que también tiene la capacidad de remover conciencias, de iniciar un viaje a un pasado triste pero que forma parte de nuestra historia y no debemos olvidar.
Elísabet García
Elisabeth, permíteme felicitarte por tu objetividad en los comentarios así como la explicación de los mismos, sencillos, amenos y con infinito aprendizaje.
Muchas gracias y un afectuoso saludo de un sencillo escritor, apasionado por nuestra Historia.
Hola Elisabet, me gustaría apuntarme para hacer algunas rutas, pero no se donde ni como, un saludo y gracias
Mery Parra