Sendero de los Castillos de Monteagudo: un Cristo gigante y mucha historia

Perfil Carmen López, periodista

Escrito por

06.04.2025

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5min. de lectura

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Castillo de Monteagudo
Castillo de Monteagudo. Por ClemMT

Puede que el nombre de Monteagudo te suene por el imponente «Cristo Redentor» que corona un cerro de Murcia. Tiene 14 metros de altura, por lo que otea las huertas murcianas desde una posición privilegiada. Esta figura, que forma parte de un conjunto monumental que obtuvo el título de Bien de Interés Cultural con la categoría de sitio histórico en 2004, se puede conocer de diversas maneras. Una de las más amenas es hacer a pie el Sendero de los Castillos de Monteagudo, que bien sirve como recorrido por la historia.

Características de la ruta

Longitud: 6,3 kilómetros

Dificultad: fácil

Tipo de ruta: circular

Se trata de un camino circular (PR-MU 37), que tiene una longitud de 6,3 kilómetros, un desnivel acumulado (positivo y negativo) de 60 metros y se completa en dos horas y media aproximadamente. Durante el trayecto se alcanza una altitud máxima de 95 metros y se llega a una mínima de 35 metros. Su nivel de dificultad está catalogado como fácil: es una ruta accesible para niños a partir de cinco años.

Como es habitual en los recorridos por la naturaleza, se recomienda llevar calzado y ropa cómodos, agua suficiente y algo de comida. Y nunca hay que olvidarse del protector solar, aunque esté nublado.

Vista aérea desde Monteagudo. Por Mykola Kornilov.
Vista aérea desde Monteagudo. Por Mykola Kornilov.

¿Dónde comienza el Sendero de los Castillos de Monteagudo?

La aventura empieza en los jardines de la iglesia de Monteagudo y se dirige al centro de visitantes. En esa primera parada, se puede conocer el patrimonio histórico de la zona, que comienza en la Prehistoria y llega hasta la Edad Media. 

Íberos, romanos y árabes plantaron sus huellas en esta tierra y dejaron rastro de sus formas de vida, que se han podido interpretar gracias a los yacimientos arqueológicos encontrados. En el interior del edificio hay reproducciones de algunos objetos que se hallaron por la zona, así como grandes ilustraciones que explican cómo era el paisaje y las formas de morar de cada una de las civilizaciones que pasaron por allí. En 2008, se descubrieron unas viviendas de la cultura argárica.

El Cristo Redentor murciano y el castillo de Monteagudo

Cristo Redentor murciano en el castillo de Monteagudo, en Murcia. Por smoke666.
Cristo Redentor murciano en el castillo de Monteagudo. Por smoke666.

Desde allí se parte hacia el Cristo Redentor de Monteagudo, uno de los atractivos más grandes –literalmente– de ese rincón de Murcia. Esta figura se construyó originalmente en 1926, pero durante la Guerra Civil se destruyó y hubo que erigir otra en 1951. Anastasio Martínez Hernández fue el autor de la primera y contó con la ayuda de su hijo Nicolás Martínez, que se encargó de la segunda.

Como se comentó anteriormente, tiene 14 metros de altura y sus brazos en cruz miden 11 metros de envergadura. Está situado sobre una plataforma de 20 metros y pesa cien toneladas, aproximadamente. A día de hoy no se puede llegar hasta él, solo se puede apreciar desde sus inmediaciones. Lo bueno es que con sus dimensiones, tampoco es necesario estar demasiado cerca para contemplarlo.

Cristo Redentor murciano en el castillo de Monteagudo, en Murcia. Por tamas.
Cristo Redentor murciano. Por tamas.

La tercera parada es la del castillo de Monteagudo, que data del siglo XI. Su posición estratégica, a 149 metros sobre el nivel del mar, permitía observar el valle del Segura y protegerse con antelación de posibles ataques enemigos. Su primer inquilino fue Ibn Mardanish, también conocido como el rey Lobo. A partir del siglo XV pasó a manos cristianas, era la residencia de Alfonso X el Sabio en Murcia.

Continuamos el camino hasta la zona de recreo perteneciente al Parque Natural de Los Polvorines. Antes era propiedad de una empresa de explosivos –de ahí su nombre– y tiene una superficie de 68.200 metros cuadrados. En dicho terreno abundan los pinos y las palmeras de higos chumbos. En cuanto a la fauna, los aficionados a la ornitología tienen aquí un buen lugar para el avistamiento de carboneros, palomas, abejarucos, gorriones o tórtolas. Las ardillas, los conejos y las liebres también suelen pasarse a saludar.

Los castillos de Larache y el Castillejo

Monteagudo y castillo de Larache. Por Bentor.
Monteagudo y castillo de Larache. Por Bentor.

El castillo de Larache es el próximo alto en el camino del Sendero de los Castillos de Monteagudo. Hay algunos estudiosos que atribuyen su construcción a Ibn Mardanis, aunque otros señalan que los responsables fueron los hudíes o almohades que habitaron la zona a finales del siglo XII y principios del XIII. Esta almunia fortificada tiene una planta cuadrangular de 2.160 metros cuadrados. 

Por su parte, el Castillejo o la almunia fortificada de Qasr Ibn Saad (se lo conoce por ambos nombres, el segundo significa ‘el alcázar del Rey’), sí hay constancia de que se construyó por orden de Ibn Mardanish. Según documentos de aquel entonces, este era un lugar de recreo en el que se recibía a ilustrados que daban prestigio al reino. Los almohades consiguieron entrar en el palacio y asolarlo en 1167. Hoy se pueden ver los restos de aquel esplendor.

Castillejo de Monteagudo, en Murcia
Castillejo de Monteagudo, en Murcia. Por tamas

Dos albercas para el sistema de regadío

Además de los castillos, el sendero también ofrece la oportunidad de ver dos albercas importantes, símbolo de la inteligencia ingeniera de la civilización árabe. Estas construcciones excavadas en la tierra sirven para recoger el agua de la lluvia que después se usará para el regadío de las huertas, o incluso para alimentar fuentes decorativas. 

Las albercas de Huerto Hondo y la del Albercón, que se encuentran en la ruta, son dos grandes ejemplos. La segunda, que actualmente es una parcela de cultivo, marca el final de este sendero conocido por la figura del Sagrado Corazón de Monteagudo, un emblema de la huerta murciana. Historia, ingeniería, arte sacro y naturaleza: motivos inapelables para hacer esta ruta asequible para toda la familia.

Perfil Carmen López, periodista

Carmen López

Soy periodista y escribo sobre cosas que importan en sitios que interesan desde hace más de una década.

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