Sendero de La Dehesa: las mejores vistas de la sierra de Cebollera

Escrito por
13.04.2025
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6min. de lectura
Sierra Cebollera en Villoslada de Cameros. Por clement.

Quienes disfruten de caminar por el campo no se pueden perder el sendero de La Dehesa de la sierra de Cebollera, el único parque natural de La Rioja. Puede que la palabra ‘único’ dé la sensación de que la comunidad tiene pocos espacios verdes, pero lo cierto es que tiene más de 23.000 hectáreas en las que se pueden realizar numerosas rutas. Y, sobre todo, disfrutar del ecosistema en estado puro. La mejor manera de respirar aire limpio, despegar los ojos de las pantallas y mirar hacia el horizonte desde las alturas.
Ruta por el sendero de La Dehesa de la sierra de Cebollera

El sendero de La Dehesa de la sierra de Cebollera tiene una longitud oficial de 8,8 kilómetros (aunque puede ser un poco más) y se completa en cuatro horas y media, aproximadamente. El grado de dificultad es medio porque hay que subir y bajar alguna cuesta empinada. Es importante llevar calzado adecuado, que agarre bien, para no resbalar. Los perros están permitidos si van atados. Un detalle: los aficionados a la ornitología pueden disfrutar mucho del paseo ya que hay mucha variedad de aves que viven en el entorno.
Longitud: 8,8 kilómetros
Dificultad: media
Tipo de ruta: lineal
El punto de partida es el panel informativo que se encuentra junto a la ermita de San Miguel, situada en lo alto del pueblo de Villoslada de Cameros. El camino dirige al senderista hasta la antena de televisión, desde donde hay que tomar el camino de la izquierda. Un poco más adelante se llega a un claro y, después de caminar al lado de un muro de piedra, se alcanza la pista de La Dehesa.

Se trata de un lugar en el que crecen ejemplares de robles rebollos, además de helechos, rosales silvestres, maguillos o escobas. Muchos árboles tienen agujeros hechos por la especie de pájaro pico picapinos, que también utiliza su compañero el trepador azul. La pista que conduce a través de la dehesa llega hasta un collado donde está la estela romana, una lápida funeraria construida entre los siglos II y III con inscripciones esculpidas. Da testimonio de los antiguos pobladores de la conocida como la ‘Tierra de Cameros’.
La ruta conecta con el sendero Altos Valles Ibéricos
En este collado es muy habitual la presencia de dos especies aladas: la collalba gris y la alondra común. Y ojo, que también puede haber jabalíes. Esta ubicación ofrece unas de las mejores vistas de la sierra de Cebollera, por lo que si se quiere hacer una parada para comer algo o simplemente descansar las piernas, es el lugar ideal.
Además, ahí se produce una conexión con otra de las rutas trazadas en la sierra de Cebollera: el sendero Altos Valles Ibéricos, que se incluye en la Red de senderos de La Rioja. Esta comienza en el pueblo de Viniegra de Abajo y continúa por el mismo camino que el sendero de La Dehesa hasta Villoslada de Cameros.

A partir de aquí comienza la bajada hasta el pueblo. El camino va paralelo a una alambrada en la que, en determinado momento, se puede cruzar a través de una portilla. Una vez dentro, habrá que girar a la izquierda después de pasar por un salegar (el sitio donde se le da sal al ganado) hasta llegar al arroyo del Maquillo. En ese momento, solo queda caminar en paralelo a su orilla para volver a la parte alta de la localidad, tras pasar una zona de huertas y bancales.
Villoslada de Cameros
Este pueblo se encuentra en la vertiente norte de la sierra de Cebollera, en la comarca del Camero Nuevo. Junto al municipio de Lumbreras y las aldeas de San Andrés y El Horcajo, forma parte del parque natural y está a solo 52 kilómetros de Logroño y a menos de 60 kilómetros de Soria.

Aunque se encontraron muestras de que en la zona hubo población desde el siglo II, la primera mención documental acerca de la existencia de Villoslada de Cameros data de 1336. Ahí se muestra que fue una de las villas que Pedro Manrique de Lara recibió de parte de Enrique de Trastámara.
Así, desde ese año hasta que se abolieron los señoríos en 1881, el pueblo formó parte del ducado de Nájera y posteriormente volvió al señorío de Cameros. En el siglo XIX, la principal ocupación de los habitantes de la localidad (unas 1.400 personas) era la fabricación de paños reales en los 40 telares que funcionaban en ese momento.
Qué visitar en Villoslada de Cameros
Pese a no ser un municipio muy grande, Villoslada de Cameros tiene numerosas muestras de patrimonio. Por ejemplo, la iglesia parroquial de Nuestra Señora del Sagrario, que data del siglo XVII. Para su construcción se usaron las murallas anteriores, así como la puerta de acceso, la pila bautismal y la torre de una iglesia románica que se había erigido entre los siglos XI y XII. En su interior se puede disfrutar de un retablo barroco y un cuadro en el que está representada Santa Teresa de Jesús.

Además, dentro del catálogo de patrimonio de carácter religioso, existen diversas ermitas en el pueblo y en sus alrededores: la de San Miguel y la de San Pedro (que actualmente son de propiedad privada y se utilizan como panteones); la de Lomo de Orios, del siglo XVIII y situada a 9 kilómetros del pueblo; o la de San Roque, de características similares y a la misma distancia de la población.
Asimismo, también se puede conocer la sede de la Real Fábrica de Telas, originaria del siglo XVII. En sus 2.000 metros cuadrados se llevaban a cabo actividades como el lavado y la confección de tejidos de lana merina. Muchas de las casas que estructuran el casco antiguo del pueblo se levantaron entre los siglos XVI y XVIII. Entre las más modernas destacan las conocidas como ‘casas de los chilenos’, que se encuentran cercanas al río Iregua –donde también está el puente medieval que lo cruza– y se erigieron a principios del siglo pasado.
Carmen López
Soy periodista y escribo sobre cosas que importan en sitios que interesan desde hace más de una década.
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