Senderismo por la Cuenca Alta del Manzanares
Escrito por
07.01.2020
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El norte de la Comunidad de Madrid tiene la suerte de albergar verdaderos paraísos naturales. Uno de ellos, el más antiguo, es el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares. Un espacio de casi 46.000 hectáreas cuya semilla comenzó a florecer allá por 1930.
Como la propia entidad que lo gestiona dice «El parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares representa la armonía lograda entre el desarrollo de las poblaciones locales y la conservación del medio natural».
Es fácil entender el porqué. Y es que, a diferencia de otros espacios protegidos, esta zona madrileña, además de cuidar y proteger su ecosistema, ha sabido perpetuar sus usos y tradiciones a través de actividades. Un saber hacer que le ha servido para ser catalogado como Reserva de la Biosfera en 1992.
Una de las joyas de la corona del parque es el embalse de Santillana, también conocido como embalse de Manzanares el Real, por situarse a su vera. Este recurso hídrico, además de ser una de las fuentes de agua potable de Madrid, embellece con su presencia al paisaje de la sierra madrileña convirtiéndose en un lugar perfecto para practicar deporte, o dar un agradable y relajado paseo.
¿Y qué flora podemos encontrar? Pues, además de encinares, robledales y enebros, su biodiversidad alcanza algunas especies bastante peculiares. Es caso del narciso de los prados (en peligro de extinción) y de otras formaciones vegetales como el sabinar de sabina albar, de elevado valor botánico.
Y ahora que lo conocemos un poquito mejor, vamos a caminarlo. La primera ruta destacada es la senda del Cacho de los muertos. Un trayecto circular de 2 horas y media realmente cómodo que, pese a su nombre poco atractivo, regala unas impresionantes panorámicas de La Pedriza y de sus alrededores.
Otra de las opciones de senderismo más agradecidas es la senda Canto cochino a los chorros del Manzanares. Los principales atractivos aquí son la omnipresencia del caudal del río, el cual acompaña al caminante en los 10’4 kilómetros (ida y vuelta) y los sucesivos puentes para salvarlo. Una de las paradas más reconfortantes se encuentra en el puente de los Franceses, desde donde se contempla una preciosa escena de ambos lados del Manzanares. Momento foto.
Y para conocer de primera mano la especial geomorfología del Parque Regional del Manzanares, nada como la senda Formas de la Pedriza. Tanto si eliges su versión corta (1’5 kilómetros, 30 minutos), como la de mayor longitud (8’5 kilómetros, 4 horas), tendrás la oportunidad de admirar la singularidad del paisaje granítico tan característico de esta zona. En ella encontrarás domos, crestones, berrocales, lanchares, tors y, por supuesto, pedrizas. Todo un espectáculo visual de lo más fotogénico.
El Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares ofrece una amplia oferta natural y cultural, gracias al patrimonio histórico de los pueblos que conforman el espacio natural. Un ejemplo lo tenemos en el maravilloso y bien conservado castillo de Manzanares el Real. No es de extrañar que esta mancha verde norteña sea una de las zonas favoritas por los madrileños para respirar el tan necesario aire de la sierra.
Elísabet García