Senderismo por Garajonay: Ruta 2, hacia la Ermita de Lourdes
Escrito por
15.01.2021
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El Parque Nacional de Garajonay es el corazón verde de la Isla Canaria de La Gomera. Casi 4.000 metros cuadrados de paraíso verde sobre el que hay diseñada una muy bien acondicionada red de senderos interconectados que permite al viajero sumergirse y dejarse envolver por la naturaleza gomera más salvaje.
18 sendas de distinta duración, tipología y dificultad que ofrecen la posibilidad de conocer en detalle el amplio abanico de escenarios y especies arbóreas y botánicas que conviven en el espacio protegido, máxime si se hace uso de las audio guías gratuitas que hay disponibles. Un consejo: En determinadas zonas del parque no hay buena señal de Internet por lo que es recomendable descargarse los audios previamente para poder reproducirlos de manera offline durante el recorrido.
Si bien cada uno de estos caminos exhibe su particular belleza, el número 2, de dificultad baja, recorrido lineal, un desnivel de apenas 43 metros y una longitud de 1.8 -ida y vuelta- que se completa en 40 minutos, es el más bello de todos.
Aunque hay varias formas de comenzarlo, pues conecta con los senderos 8, 9 y 18, la mejor opción es iniciarlo en su intersección con la ruta 8. A partir de ese punto, el senderista se convierte en el protagonista de un cuento de hadas que camina por un frondoso bosque de laurisilva maduro, con ejemplares de gran envergadura, en el que apenas se aprecia la huella del ser humano.
Esta zona del Parque Nacional es la que mejor ha sabido beneficiarse de la declaración de espacio protegido pues, según los expertos, es como si el bosque hubiera vuelto a su estado natural y salvaje, a un estado similar a como se lo encontraron los primeros colonos de la isla.
Tal es la belleza y tan bien representa los valores naturales de Garajonay que es la ruta elegida para enseñar el parque a las distintas autoridades que visitan la isla; de ahí que se la conozca con el sobrenombre de “Ruta de los políticos”.
Los troncos vestidos de musgo y líquenes se retuercen de mil formas en todas las direcciones y el suelo, especialmente en otoño, está completamente tapizado por un manto ocre, dando lugar a escenas de auténtica postal.
Una de las paradas más significativas y reconfortante es la que se realiza frente al «Padre del Bosque», el lugar donde, hasta hace pocos años, se alzaba el laurel más longevo de todo el bosque y de cuyas semillas han nacido buena parte de los árboles que vemos hoy día. El gran hueco que ha dejado su tronco permite hacerse una ligera idea de sus dimensiones. Y, junto a él, varios tocones creciendo con fuerza.
Esta maravilla de ruta culmina en la popular Ermita de Lourdes, un pequeño y coqueto templo religioso levantado junto al Riachuelo del Cedro, el de mayor caudal del parque. En esta zona, además, hay una placita, un pequeño chorro de agua potable y unas mesas donde es bastante habitual hacer un alto en el camino para tomar un tentempié. Como curiosidad, la ermita se construyó en 1935 por orden de Florence Stephan Parry, una institutriz inglesa que fue a trabajar a La Gomera y que, tras su jubilación, logró cumplir su sueño.
Una vez aquí, se puede optar por deshacer el camino y continuar la ruta 8 o enlazar con la 9 o la 18 en busca de más rincones mágicos de Garajonay.
Elísabet García