Islas, pasarelas y aves en las Tablas de Daimiel
Escrito por
22.01.2023
|
3min. de lectura
En la castellano manchega provincia de Ciudad Real, entre los términos municipales de Daimiel y Villarrubia de los Ojos, se despierta cada mañana uno de los parques nacionales más especiales de nuestro país: el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel, declarado como tal en 1973, Reserva Natural en 1981 e incluido dentro del Convenio Ramsar en 1982. ¿Y qué lo hace tan particular? Pues el hecho de que alberga un humedal prácticamente único en Europa además de que representa el último ecosistema catalogado como tablas fluviales de la Península ibérica.
El origen de este espacio natural y singular de 3.030 hectáreas lo encontramos en el fluido abrazo entre el desbordamiento de los ríos Guadiana y Gigüela -conocida como llanura de inundación- y la descarga de aguas subterráneas producida por un acuífero de generosas proporciones. Un ecosistema rico y excepcional que proporciona a la avifauna visitante y de la zona el mejor hábitat para invernar y nidificar.
Si bien puede visitarse en cualquier época del año, es más que recomendable hacerlo en primavera pues es cuando más espléndido está tras las lluvias invernales. El Centro de Visitantes, con sus seis salas, es parada obligatoria, así como también el punto de partida de todos los itinerarios del parque.
Ruta por las Tablas de Daimiel: isla del Pan
De los tres senderos peatonales autoguiados habilitados que tiene el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel, el más popular es el denominado isla del Pan. Y es así porque, de las más de 30 islas conectadas por pasarelas y puentes de madera que conforman este espacio protegido. Esta senda permite visitar 5 de ellas: La Entradilla, El Descanso, de los Tarayes, del Pan y del Maturro. De estas cinco islas, la de mayor tamaño es la isla del Pan, de ahí que sea la que da nombre al itinerario.
Con 2 kilómetros de recorrido circular -entre hora y hora y media de duración-, esta cómoda y sencilla ruta nos permite adentrarnos en Las Tablas para conocer de cerca especies avícolas tan peculiares como el cuchara común (le gusta pasar aquí los inviernos) o el fumarel cariblanco (visita la zona en primavera).
Dentro de este itinerario, son de especial relevancia el observatorio de aves y el bosque de Tarayes, por ser la zona arbórea más importante del parque; especies como la abubilla, el búho chico, el pito real, el jilguero o el herrerillo común tienen aquí su hogar. Asimismo, el itinerario permite visitar la laguna de aclimatación, el lugar donde viven un conjunto muy representativo de las anátidas que pueden divisarse en todo el parque.
Las otras dos rutas disponibles son el Sendero de la laguna permanente, de 800 metros, y el Sendero de la torre de Prado Ancho, de 1500 metros.
Pero además de un tesoro para la retina de los que disfrutan avistando a los seres alados, la reserva natural alberga otras maravillas que merece la pena conocer. Una de las más relevantes es el Yacimiento Prehistórico de la Motilla de las Cañas, también conocido como Isla de las Cañas, en el cual puede verse una fortificación típica de la Edad de Bronce. Naturaleza e historia en el mismo lugar de Castilla-La Mancha.
Elísabet García
Hola buenas tardes, me gusta mucho viajar y me gustaría hacer alguna de estas excursiones