La costa asturiana es capaz de desplegar un extraordinario atractivo de playas y acantilados, capillas románicas, hórreos y edificios modernistas. La roca calcárea es la marca geológica que suele definir la esencia paisajística de esta línea costera que se puede descubrir siguiendo la autovía de forma cómoda y rápida, o bien optando por las carreteras secundarias que permiten un viaje más lento. Sea como sea, ambos modos te descubrirán con todo detalle el perfil épico de Asturias recortado por el mar Cantábrico.
Aquí os dejamos una ruta por la costa de Asturias en coche que va desde el popular pueblo marinero de Llanes, hasta el cabo Vidio, en Cudillero.
Llanes
Llanes es un buen punto de partida para realizar la ruta por la costa de Asturias en coche. El concejo suma playas y patrimonio como argumento imbatible para una visita. Mientras que la villa, de herencia medieval, supone una inmersión en el ambiente marinero. De ello dan buena cuenta las subastas de pescado en la lonja. En la rula de la perla del oriente asturiano aún se puede observar la actividad diaria de los pescadores de bajura. Un poco más allá, la escollera del pintor vasco Agustín Ibarrola, los Cubos de la memoria, se encarga de dar la sorpresa, convertida ya en uno de los enclaves más fotografiados del concejo.
Debe pasearse lentamente, transitando cual flâneur de plaza en plaza y de un rincón con encanto al siguiente: de la muralla del siglo XIII con su esbelto torreón circular, a la basílica gótica iniciada en 1240 de la plaza de Cristo Rey o el sobrio palacio de Gastañaga del siglo XIV. Igual de importante es el legado indiano, con una buena muestra de casonas que aún reflejan la prosperidad de aquellos otros tiempos de riquezas creadas allende los mares.
Qué hacer en Llanes (Asturias)
Llanes es ideal para descubrir el oriente asturiano: los argumentos que esgrime esta villa son playa, herencia medieval y callejeo, tres razones que la han convertido en uno de los centros turísticos de Asturias.
Cementerio de Niembro
A menos de 10 kilómetros de Llanes aguarda uno de los cementerios más bellos de la península. El de Niembru, en asturiano, es una postal melancólica y sugerente, sobre todo con la crecida del mar que convierte el camposanto prácticamente en una isla. Es entonces cuando se refleja en el agua calma de la ría la encalada iglesia de Nuestra Señora de los Dolores.
Playa de Torimbia
Y desde la sablera de Niembru al arenal de Torimbia, lugar escénico donde José Luis Garci rodó algunas de las escenas de la película El Abuelo. Protagoniza el paisaje su enorme acantilado que interrumpe los prados y que dota al lugar de un ambiente salvaje que ayudó, en los años 60, a convertir a esta playa en un referente del nudismo.
Gulpiyuri: la playa que aparece y desaparece
En la ruta por la costa de Asturias aguarda una de las estrellas naturales del Principado. Gulpiyuri es una playa en medio de un prado. El derrumbe del acantilado propició el origen de esta hondonada de arena blanca que tiene lo mínimo como para considerarse una playa: olas, mar salado y la afectación también de las mareas eternas. Resiguiendo la línea costera, aparecen en el horizonte de este road trip más espectáculos naturales, como la playa de Cuevas del Mar o los increíbles bufones de Pría.
9 playas para enamorarte de Asturias (y ninguna es la de Gulpiyuri)
Vas a enamorarte de estas playas asturianas. ¿Cuál recomiendas tú?
Bufones de Pría
Los bufones de Pría son chimeneas y grietas en el acantilado por los que parece que el Cantábrico respirara. Ocurre principalmente cuando hay altamar, fuerte oleaje y el mar se filtra sonoro como si fuera un géiser marino. Para disfrutar de este espectáculo hay que seguir el sendero que parte desde la vecina playa de Guadamía, entre los concejos de Llanes y Ribadesella, hasta la parte superior de los acantilados.
Los volcanes salados de Bufones de Pría
A 23 km de Llanes se da un espectáculo terrible. La violencia del mar, contemplada con seguridad, es hermosa…
Museo Jurásico
Si se prosigue hacia occidente, la Costa Verde se convierte en la costa de los dinosaurios, un particular Parque Jurásico que se extiende casi 50 kilómetros, desde Ribadesella hasta la playa de Merón, en Villaviciosa. Toda una extensión donde se ubican decenas de huellas y otros restos de los dinosaurios que pisaron estas tierras hace siglos. Para recabar más información, se puede visitar el Museo del Jurásico en el concejo de Colunga, cuyo edificio ocupa un entorno privilegiado con el mar de fondo y vistas a Lastres, donde, por supuesto, hay que hacer un alto en esta ruta por la costa de Asturias.
Ribadesella
Antes de Llegar a Lastres, no obstante, no podemos perdernos una parada en Ribadesella. Es uno de los pueblos costeros más bonitos y elegantes de la costa de Asturias. La mejor época para visitarlo es en agosto, cuando se celebra el popular Descenso del Sella o, también llamada, Fiesta de les Piragües, declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional. Su puerto fue uno de los más importantes del Principado en el siglo XIX. No hay que dejar de subir hasta la ermita de Guía, desde donde se obtienen increíbles vistas.
Lastres
Esta villa marinera aferrada a un acantilado parece desafiar la gravedad con sus balconadas casas. Con sus casas típicas y callejuelas que siglos atrás fueron el embrión original de Lastres, el barrio de Los balleneros mantiene aún la esencia de la actividad ancestral marinera.
Cabo Peñas
Dejando atrás Gijón para otra visita más urbanita, se sigue rumbo noroeste para llegar al Cabo Peñas que sobresale en el mapa cual proa de una gigantesca embarcación. Penetra la tierra en el Cantábrico y coloca allí uno de los mayores faros de este litoral. Los impresionantes acantilados sobrecogen cuando el mar se manifiesta embravecido. A partir de aquí, la costa cambia de aspecto como consecuencia de la ría del Nalón que aparece al oeste de Avilés.
San Esteban de Pravia y San Juan de la Arena se miran cara a cara separados por el estuario, ambos bellos y tan interesantes como para hacer frente al conocido Cudillero, el anfiteatro marinero por excelencia de Asturias.
Cudillero
Paseando por sus estrechas callejuelas, tal vez el viajero detecte la sonoridad de una curiosa lengua, el pixueto, variante del asturiano occidental que se mantiene exclusivamente en la villa. Mejor dejar atrás Cudillero antes de la nuachi (noche en pixeto) para tener tiempo suficiente de llegar al cabo Vidio, un buen punto final para despedir esta ruta por la costa de Asturias.
La Senda del Oso: desfiladeros, túneles, agua y osos pardos
La Senda del Oso es una vía verde que aprovecha la antigua vía férrea por donde se transportaba el carbón de las minas de la zona. Hoy es un camino habilitado para el senderismo que discurre entre desfiladeros, túneles, embalses y hasta osos pardos.