Azenhas do Mar y Cabo da Roca: una ruta por los acantilados de Sintra
Escrito por
10.10.2023
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Nos vamos a Azenhas do Mar para comprobar en vivo la belleza de la típica foto de postal que llena los escaparates de las tiendas turísticas de Portugal. Un conjunto de casas blancas mirando al mar, con una piscina natural abajo, como si la naturaleza ofreciera a esta población aguas tranquilas para bañarse, lejos de las aguas turbulentas que tallan los acantilados.
Este pequeño pueblo situado en la costa del municipio de Sintra, en Colares, es una auténtica postal. Un mirador estratégicamente situado por la naturaleza que presenta una vista abrumadora del acantilado que cae al mar. El viento es indomable, como suele ser habitual en esta zona, y hacer la foto puede tardar unos minutos.
Hecha la foto, unas empinadas escaleras nos invitan a descender hacia el nivel del mar. Recomendamos la ruta en un día seco, ya que el viento y terreno resbaladizo no son una buena combinación.
Abajo, la piscina natural es el gran atractivo, sobre todo en verano, donde es posible bañarse con la tranquilidad de una piscina, pero con las propiedades salinas del agua del mar. Se dice que fue excavada a mediados del siglo XX y hoy es el símbolo de Azenhas do Mar.
La playa que la rodea constituye el paquete turístico de este pequeño pueblo situado a unos 15 kilómetros del centro histórico de Sintra. Es una pequeña playa cuyo tamaño depende de las condiciones del mar. Hay ocasiones en que la marea alta se come toda la arena. Eso también es parte de la belleza inesperada y misteriosa de este lugar.
Es aquí donde también encontrarás uno de los restaurantes más famosos de la región, que se llama precisamente Azenhas do Mar y junta el maravilloso entorno natural con el mejor pescado que el mar tiene para ofrecer. Para comer en Azenhas lo mejor es reservar mesa, ya que la oferta se limita a muy pocos restaurantes que se llenan los fines de semana.
Nuevas escaleras nos llaman, ahora hacia lo alto del pueblo. Allí encontramos una “azenha” –un molino de rueda accionado por agua– que ilustra la antigüedad y el nombre que recibe el pueblo. Se trata de un pueblo muy antiguo, como todo Portugal, cuyos orígenes se pierden en la memoria del tiempo. Los primeros molinos de agua que dieron nombre a esta localidad se remontan a la época de la ocupación árabe. Aquí hay otro lugar para tomar una bonita foto.
Azenhas es un buen lugar para pasear tanto en verano como en invierno. Es perfecto para disfrutar de las vistas del mar y de los acantilados, mientras apreciamos la habilidad de algunos pescadores que se arriesgan a pescar a alturas considerables.
Además del ya mencionado restaurante de pescado, para probar la comida tradicional portuguesa, debes ir al conocido restaurante Adega das Azenhas, que funciona en una bodega centenaria de Colares.
La punta más occidental de Europa
A tan solo 13 kilómetros de Azenhas do Mar, unos 15 minutos en coche, hay un lugar que no te puedes perder: el Cabo da Roca.
Situado a 140 metros sobre el nivel del mar, Cabo da Roca es un lugar importante para cualquiera que navegue por la costa portuguesa. Es el punto más occidental del continente europeo, como lo demuestra el certificado que los visitantes se llevan como recuerdo y que atrae a muchos turistas hasta aquí.
Un monolito de piedra con la inscripción “Aquí donde termina la tierra y comienza el mar” del poeta portugués Luís Vaz de Camões se lleva todas las atenciones. Es una tarea casi imposible sacar una foto sin las docenas de turistas que quieren una prueba de que han estado en Cabo da Roca.
Pero si te alejas un poco de la multitud de turistas, podrás disfrutar de las vistas y del silencio. La vista sobre el océano Atlántico desaparece en el horizonte. Siéntate en un lugar más privado y aprecia la fuerza de la naturaleza, especialmente el poder del mar.
Se cree que los acantilados azotados por el viento de Cabo da Roca fueron la punta del mundo hasta finales del siglo XIV. Las olas del océano chocan contra la base de las enormes rocas irregulares, mientras que los senderos desafiantes siguen los caminos costeros. Desde aquí sólo se podía ver el mar.
El punto más occidental de Europa continental es visitable, pero no hasta el extremo. Además del monolito, Cabo da Roca tiene una tienda turística con una cafetería, donde podrás refrescarte, y un faro.
El faro de Cabo da Roca fue el primero en ser construido en Portugal y se completó en 1772, pero su forma actual data de 1842. El faro se encuentra a 150 metros sobre el nivel del mar, lo que significa que a esta altura se puede ver su luz hasta 46 kilómetros de distancia.
Aquí, los fuertes vientos constantes significan que toda la vida vegetal es escasa y capaz de crecer en condiciones de alta salinidad. La planta más destacada de este lugar es la llamada uña de gato (Carpobrotus edulis), una planta que no es originaria de Portugal pero que se ha convertido en una especie invasora, asfixiando a las plantas locales, después de escapar de un jardín local hace unas tres décadas.
El cabo forma parte del Parque Natural de Sintra-Cascais y es una de las rutas de senderismo más interesantes que se pueden realizar a lo largo de la costa de esta región. De hecho, esta es una sugerencia que te dejamos.
A 18 kilómetros de Sintra, 15 kilómetros de Cascais y 40 kilómetros de Lisboa, el medio de transporte más fácil y cómodo para llegar es el coche, pero también hay algunos servicios turísticos que pasan por allí.
Ângela Coelho