Ruta al nacimiento del río Asón: el salto de 70 metros donde hay un hada atrapada
Escrito por
13.07.2023
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Si por algo es ampliamente conocida la comunidad cántabra es por su riqueza paisajística, sus espléndidos entornos naturales y sus intensos verdes. Con semejante descripción, no es de extrañar que Cantabria sea un destino tan popular entre los amantes del senderismo que añoran envolverse en naturaleza.
Precisamente para ellos está dedicado este rincón del Parque Natural de los Collados del Asón: el nacimiento del río Asón, un salto de agua de 70 metros de altura que cuenta con su propia leyenda sobre un conjuro olvidado y dos hermanas hechiceras como protagonistas.
Cómo llegar al nacimiento del río Asón
Nos encontramos muy cerca de la frontera entre Cantabria y Burgos, una zona generosa en recursos hídricos, paredes calizas, redes de senderismo y miradores. Desde varios miradores distribuidos por la comarca del Asón se puede contemplar el impresionante nacimiento del río, siendo el mirador del propio nacimiento el que ofrece la mejor panorámica.
La ruta se puede comenzar desde la misma localidad de Asón. El trayecto, de 7 kilómetros ida y vuelta y unas 3 horas de duración (incluidos descansos y creatividad fotográfica), es bastante sencillo, pues apenas presenta un desnivel de 200 metros. Es por ello que esta ruta es perfecta para realizarla en familia.
Si bien es una ruta recomendada para cualquier época del año, el otoño es la estación que mayor belleza ofrece con un festival cromático. La principal vegetación que alegra y da vida a esta zona está compuesta por helechos, riberas, hayas, castaños y encinas. Todos ellos son expertos en crear coloridos espectáculos naturales.
El camino está perfectamente señalizado. Comienza con un tramo ligeramente irregular para dar paso, en breve, a una senda considerablemente más llana y homogénea.
Cuando ya se ha completado un buen tramo de la ruta aparece un desvío señalizado: el PR-S14, ofreciéndonos un atajo que nos acorta ligeramente la llegada a nuestra meta.
Sea cual fuere la opción elegida, tras avanzar unos metros, la ruta nos obliga a atravesar el Asón. Pero no hay nada de lo que preocuparse porque existen unas piedras bastante planas y amplias para asentar el paso con firmeza y cruzar el río sin mayor problema. Un pequeño reto que le aporta un toque de diversión.
Prácticamente a los pies de la cascada del Asón, el tramo se torna ligeramente más irregular y empinado, pero nada preocupante. Además, el estruendo del agua precipitándose pared abajo ejerce su particular poder de seducción aportándonos el empujoncito final necesario para completar la ruta.
Por fin en nuestro destino, comprobamos con nuestra propia retina el motivo por el que, la también conocida como cascada de Cailagua, es una de las más bonitas de España y el símbolo más conocido de la comarca y de los más visitados de Cantabria. Su espectacularidad es absoluta, despeñándose prácticamente en vertical y pulverizando la silueta de todo aquel que se aproxima.
Si después de visitar este bellezón cántabro aún te quedas con ganas de seguir conociendo la comarca, una buena opción es visitar algunas de sus muchas cuevas, como la de Covalana o la cueva de Cullalvera. La comarca del Asón ostenta el título de tener el mayor número de cuevas por metro cuadrado de Europa. También puedes hacer alguna de las vías ferratas que hay habilitadas en la zona. Eso sí, esto último, solo si te gusta las aventuras vertiginosas.
La leyenda de la cascada del Asón
Tal y como se narra en la página de Turismo de Cantabria, en una de las cuevas junto al río Asón vivían dos anjanas (hechiceras según la mitología cántabra). Una de ellas tenía cabellos dorados, mientras que la más traviesa se caracterizaba por tenerlos plateados. Esta última, además, tenía fama de fastidiar a los vecinos: los despertaba de la siesta tirándolos al río, ataba a los animales por sus colas, etc. Las quejas de los lugareños eran constantes, por lo que un día su hermana quiso darle un escarmiento.
Una noche, mientras la anjana traviesa dormía, su hermana recitó un sortilegio y la sumergió en la cascada donde quedó mimetizada con la roca. Solo su cabellera plateada quedó florando en el aire. Cuando consideró que el castigo era suficiente, la hechicera se dispuso a sacar de allí a su hermana. Sin embargo, se había olvidado de las palabras mágicas.
Desde entonces, se cree que la hermana de cabellos dorados está sumergida en el lago de Brenovinto, en donde en las profundidades de sus aguas hay una biblioteca mágica con hechizos y libros aún no escritos. Está intentando buscar las palabras mágicas para liberar a su hermana, que permanece bajo el salto del nacimiento del río Asón.
Elísabet García