Ruta por los lagos de Saliencia, el tesoro de Somiedo

Que Asturias es un mayúsculo paraíso natural es de sobra sabido. Y no solo porque albergue una buena parte de los imponentes picos del Parque Natural de Somiedo, que también, sino por sus muchos y diversos tesoros de la naturaleza. Uno de ellos es la bonita ruta de los cuatro lagos de Saliencia, perteneciente a la Reserva de la Biosfera de Somiedo y declarados en su conjunto Monumento Natural.

La ruta habilitada para disfrutar de este paraje es circular, de dificultad baja y se completa en unas 3 horas. Son 8 kilómetros en total. Una ruta que permite admirar, en primera persona, los cuatro lagos de origen glaciar (Cueva, Calabazosa, Cerveriz y Almagrega) que conforman uno de los paisajes lacustres más espectaculares de España.

Los lagos de Saliencia

Para comenzar la senda nos debemos dirigir hasta el parking del Alto de la Farrapona, justo al lado del límite de la vecina provincia de León. Desde aquí, una pista muy bien señalizada nos acercará hasta el lago de la Cueva, el primero de todos, una postal paisajística enmarcada toda ella en laderas de montaña. Estamos a 1.590 metros de altura y, si el día está despejado, capturaremos las tonalidades azuladas de sus aguas por la incidencia de los rayos del sol.

De nuevo en marcha, un camino zigzagueante y ascendente nos hace las veces de balcón panorámico, permitiéndonos vislumbrar otra perspectiva del primer lago, hasta llegar a nuestra segunda parada: el lago Mina o lago Almagrera, el más discreto de todos por sus reducidas dimensiones. Tanto que, si no ha llovido desde hace tiempo, puede que no tenga ni una gota de agua.

Hayamos tenido suerte o no, continuamos nuestra ruta hasta alcanzar el idílico paisaje que dibuja el lago Cerveriz con las praderas que lo rodean. Un lienzo de verdes, azules y tonos amarronados que, con bastante probabilidad, estará salpicado por ejemplares de ganado pastando a sus anchas. Una de las imágenes que todos imaginamos cuando soñamos con Asturias, hecha realidad.

Con la retina aún impactada por la belleza que nos rodea, avanzamos hasta el premio final: el lago Calabazosa, el de mayor altura de todos. También denominado lago Negro por la intensa tonalidad que refleja en su zona más profunda, las aguas del considerado el lago más bonito de la Ruta de los Lagos de Saliencia, se tiñen de amarillo, azul y verde turquesa en las zonas más cercanas a la orilla. Es momento de detenerse y contemplar con calma el sublime paisaje que nos envuelve.

Alcanzado este punto, la ruta continua bordeando el lago Calabazosa en su totalidad y nos lleva de nuevo hasta el lago de la Cueva, ofreciéndonos una nueva perspectiva del mismo.

Además de por las cuatro joyas en forma de lago, la Ruta de los Lagos de Saliencia regala al senderista un nutrido desfile de animales en libertad (osos pardo, sobre todo), restos que nos indican el modo de vida de la Asturias rural de hace décadas y solitarios paisajes que nos brindan la posibilidad de abrazar la naturaleza en la intimidad y darnos un buen y relajante baño en ella.