Ríos y pozas en la Comunidad Valenciana donde bañarse este verano
Escrito por
10.06.2023
|
8min. de lectura
Índice
- Los Peñones y la Jarra (río Buñol)
- Els Tolls del Matà (barranco de la Valltorta, cuevas de Vinromà)
- El Clot del Negre (río Xúquer, Cotes)
- La Fuente del Señor (río Andilla)
- Los Chorradores y Playamonte (barranco del Barcal, Navarrés)
- Font de la Coveta (río Vinalopó, Bocairent)
- Gozar de los ríos “con respeto y moderación”
Afortunados y afortunadas quienes han tenido pueblo. Muchos de ellos recordarán un elemento crucial que marcó sus infancias en verano: el baño en el río y en sus pozas, punto de encuentro de niños y adolescentes, espacio de libertad resguardado de las miradas de los adultos, lugar de confidencias y también de conflictos, de los primeros flirteos en días (y noches) estivales que deseábamos que no acabaran nunca. Escenario de nuestro particular Verano azul.
Hoy aquellos escondites acuáticos en los que se entremezclaban los chavales del pueblo con los “hijos de Fulanita” que veraneaban allí, son destino cotizado por buena parte de la población que busca huir de las masificaciones del “sol y playa” y reconectar con un mundo rural al que durante mucho tiempo -demasiado- se le ha mirado injustamente por encima del hombro.
El interés por estos espacios nació hace unos años y vivió un fuerte impulso con el confinamiento y la pandemia. ¿Nos acompañas a visitar algunos de los ríos y pozas en la Comunitat Valenciana donde bañarse este verano?
Las pozas, una excusa más para descubrir el interior de la Comunidad Valenciana
Dicen que para estimar, valorar y defender algo, primero hay que conocerlo. Por eso, bienvenidas sean las guías que nos muestran el camino para llegar hasta estas joyas naturales como Tolls i salts d’aigua valencians («Charcos y saltos de agua valencianos»), libro autoeditado por Agustí Hernández, periodista y excursionista de Alboraia.
Es un recopilatorio de 160 páginas a todo color, con más de 400 imágenes de unas 200 pozas y saltos de agua de más de 60 ríos y barrancos, fruto de un trabajo de investigación y salidas de ocho años y que se financió gracias al micromecenazgo. Se han vendido más de 5.000 ejemplares y el autor deja la puerta abierta a hacer una posible reedición en el futuro y a lanzar una segunda parte con material que se le ha quedado en el tintero.
La Comunitat Valenciana, a pesar de que se ha intentado vender durante décadas únicamente su litoral, tiene un patrimonio inmenso en sus zonas de interior. El autor reivindica estos espacios de agua «para el ocio y el turismo y como una alternativa para hacer más atractivo el mundo rural».
No solo cree que deben divulgarse sus ubicaciones, sino que apuesta «por la señalización, mejora y catalogación» de estos parajes naturales, así como por “la recuperación de las denominaciones tradicionales”. Veamos una muestra con algunos de los enclaves más refrescantes de la geografía valenciana.
Los Peñones y la Jarra (río Buñol)
Un paraje que vale la pena visitar tanto en verano como en invierno es el bonito paseo fluvial que parte del antiguo molino de Buñol, hoy reconvertido en biblioteca municipal. Sigue por un paisaje de huerta y otros molinos en desuso y va mostrándonos diferentes pozas en las que darnos un refrescante chapuzón.
La ruta es circular y son unos 7 kilómetros desde el parque de San Luis, siguiendo las marcas verdes, y pudiendo llegar hasta la cueva de Turche y la cueva de Yátova.
Els Tolls del Matà (barranco de la Valltorta, cuevas de Vinromà)
Son un conjunto de balsas en el barranco de la Valltorta, rambla Morellana o río de Sant Miquel, en el municipio de Les Coves de Vinromà. No tiene un acceso fácil y hay que hacer alguna trepada en determinados puntos, pero la recompensa lo merece: un lecho amplio y soleado para pegarse un baño.
Cerca, en Tírig, podemos visitar la cova dels Cavalls, un interesante abrigo paleolítico con pinturas rupestres, que es visitable a través del Museo de la Valltorta, con ruta guiada y gratuita que hay que reservar previamente.
El Clot del Negre (río Xúquer, Cotes)
El río más largo que pasa por la Comunitat Valenciana es el Xúquer, que también nos deja enclaves bellos y refrescantes. Uno de ellos es El Clot del Negre, a unos tres kilómetros del pequeño pueblo de Cotes. Hay que cruzar algunas infraestructuras de regadío para poder acceder a lo que es un paraje salvaje e impresionante, con tramos de cierta profundidad.
La Fuente del Señor (río Andilla)
Paraje a unos 3 kilómetros de Andilla, al que llegaremos siguiendo una pista forestal, senda y parte de la calzada empedrada que enlazaba esta población con el valle del Palància. Un camino entre huertas y que pasa por un puente medieval. No podéis dejar de visitar el pintoresco pueblo de Andilla, en medio de la montaña, y con restos de un castillo de origen musulmán sobre la cima del cerro (a casi 900 metros de altitud) y una muralla que prácticamente está desaparecida.
Los Chorradores y Playamonte (barranco del Barcal, Navarrés)
Dos lugares para bañarnos muy cerca, el uno del otro: Los Chorradores es un paraje natural muy cerquita del pueblo de Navarrés, en dirección a Quesa, que encontraremos fácilmente porque hay una zona amplia de aparcamineto; y Playamonte, un curioso lago continental en Navarrés que se ha acondicionado al baño con arena fina, agua de escorrentía, trampolín e incluso un bar y zona recreativa. Lugar muy animado en días de calor.
Cerca también está el popular “Gorgo de la Escalera”, en el municipio de Anna, con varios charcos y una impresionante cascada que igualmente suele tener mucha afluencia.
Font de la Coveta (río Vinalopó, Bocairent)
Aunque pertenece a Bocairent, la mayoría de la gente llega por el municipio de Banyeres de Mariola, en el corazón de la sierra Mariola, una excusa perfecta para perderse por sus senderos. A esta poza se le conoce también como el nacimiento del río Vinalopó. No dejéis de visitar el cercano Toll Blau, una charca espectacular de colores turquesas con pequeñas cascadas en un paraje bastante encajonado.
Gozar de los ríos “con respeto y moderación”
El periodista Agustí Hernández dice, frente a los discursos que abogan por no hacer públicas este tipo de listas para evitar masificaciones, que “si los espacios valiosos solo los utilizaran tres personas, no tendrían sentido”. Es más, asegura que muchos de estos espacios de agua están ahora “mucho menos sucios” que hace 20 años, cuando empezó a visitarlos. Ahora bien, sí que pide tener conciencia con el entorno y replantearse el uso de cremas y aceites, que podrían tener un impacto sobre la biodiversidad.
También sugiere plantear la escapada a estas pozas en el marco de una “visita integral” a la zona, en la que también se conocen barrios destacables, árboles monumentales u otros elementos patrimoniales de los pueblos: “Las pozas no dejan de ser una parte fresca de la excursión en verano. Pero no me gusta que se vaya como si fuera la playa, a pasar el día. En los ríos lo habitual es que la gente esté un rato y se vaya, para que otros puedan disfrutarlo y no se masifique. No vas a pasar todo el día en el agua, hay que disfrutarlo con respeto y moderación”.
El autor destaca que los ríos han sido un “elemento simbólico importantísimo” para los pueblos que se han asentado en sus riberas, llegando a formar parte de su toponimia como es el caso de Villahermosa del Río. “El redescubrimiento no deja de ser darles un uso que ya era habitual y que ahora vuelve a refrescarse y a estar vigente”, observa, e invita a explorar el interior de la Comunitat Valenciana, que “es riquísimo y desconocido”, incluso, para los mismos valencianos.
Raquel Andrés
muy interesante