Restauración de muebles. Afición y utilidad

Una casa rural decorada con muebles restaurados es siempre un punto a favor del negocio. El viajero percibe una estancia más auténtica, donde lo antiguo es ya clásico y los propietarios además artesanos. Sin embargo, se trata de una afición más que de promocionar el negocio. Los propietarios que restauran muebles lo hacen por gusto y entretenimiento. Algunos incluso lo ofrecen como taller para sus clientes. Es una afición, pero que transforma por completo el ambiente del alojamiento.

1. Por qué restaurar muebles

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La restauración de muebles encierra atractivos, retos y recompensas. Ejercicios de manualidades, conocimientos técnicos y la utilidad de un mueble rejuvenecido para dotar al ambiente de autenticidad. Las personas que restauran muebles no necesitan justificación, simplemente les gusta.

Más auténtico que el Ikea

Que una afición tenga una utilidad práctica le otorga un doble atractivo. Parte de sus aplicaciones es la decoración del alojamiento rural. Un trabajo bien hecho de restauración convertirá la estancia en una experiencia auténticamente rural. Lo viejo se convierte en clásico. Lo moderno, por comparación, es sencillo y de poca calidad. Un mueble restaurado se parece más a una reliquia cargada de historia y simbolismo.

Distracción y entretenimiento

Más utilidades: entretiene y distrae. Los pasatiempos no tienen por qué ser siempre sopas de letras. Como cualquier afición, la restauración de muebles ocupa la mente del aficionado y le reconforta.

Aquí no se tira nada

Si seguimos estirando el hilo de las aplicaciones prácticas de restaurar muebles comprobamos que parece no tener fin. A casi todos nos cuesta tirar las cosas que representan un lugar, una anécdota o una relación. Los muebles se cargan de simbolismo y la restauración les permite sobrevivir al impulso de tirarlos por falta de espacio o utilidad.

Menos deforestación

Es un argumento leve, pero un argumento a fin de cuentas. Restaurar muebles se vincula con la reducción de la tala para la fabricación de muebles, porque se entiende que disminuye la demanda. Los porcentajes, sin embargo, son testimoniales. Apenas inciden en la deforestación como factor de reducción global.

Afición convertida en actividad para viajeros

Lo apuntábamos más arriba: algunos propietarios han convertido su afición en un valor añadido al negocio por partida doble. La decoración, por un lado, y la organización de talleres de restauración de muebles para los viajeros interesados, por el otro. Como veremos, los propietarios apuntan que todos los clientes están encantados.

2. Técnicas de restauración

Restauración: dónde aprender

Por supuesto, en España contamos con una estupenda oferta formativa para profundizar en el conocimiento de la restauración de muebles. Los hay también de restauración de tapices, pinturas, vidrio, etc. Ahí van algunos:

• Barcelona: Antic Restauro.
• Madrid: Estuco.
• Sevilla: Art Crea.
• Palma de Mallorca: Pedro Juan.

Más escuelas y cursos

Cómo restaurar un mueble

Este apartado es sólo una muestra general de algunos de los procesos que atañen a la restauración de muebles. Quedan los cursos y las escuelas para los interesados en profundizar.

Inspección y análisis

Un estudio previo antes de cualquier intervención. Como en una novela policíaca, es necesario reunir la mayor información para definir qué tratamiento se aplica al mueble en su restauración. Las causas del deterioro, los factores ambientales, los materiales que se deben utilizar, etc., es trabajo previo a la restauración.

Cadena de intervenciones

En función de los datos recopilados y la decisión tomada, se disponen diferentes grados de tratamiento:

• Limpiar: superficialmente hasta encontrar el «nivel de pátina». En este caso también hay tipos y procedimientos diferenciados.
• Desinfectar: eliminación de la carcoma, por ejemplo.
• Consolidar: el proceso «restaurador» propiamente dicho. Mediante sustancias como resinas, ceras o químicos se consigue rellenar huecos o unir y cohesionar el conjunto del mueble (procesos de adhesión, reintegración).
• Proteger: un barniz, una vitrina u otro método para evitar futuras agresiones externas al mueble restaurado.

En todo el proceso, vario según el caso, se deben conocer los materiales orgánicos e inorgánicos que pueden emplearse, los tipos de lijado, de sellados, la limpieza de herrajes, etc.

En definitiva, todo un mundo para todo un pasatiempo interesante y práctico.

3. Experiencias de propietarios

Cal París

«Es toda una satisfacción darle vida a un mueble». Así resume Lluïsa, propietaria de Cal París, su experiencia como restauradora de muebles. Ha decorado su alojamiento rural, situado en La Donzell d’Urgell (Lleida), aplicando sus conocimientos sobre el mobiliario. Esta es su experiencia.

¿Cómo surge su afición por restaurar muebles?

Soy inquieta. He hecho desde sevillanas hasta cerámicas. La curiosidad fue el motivo de iniciarme en la restauración de muebles.

¿Dónde aprendió a hacerlo?

Me apunté a un curso en una escuela de Gavà (Barcelona).

¿Qué ventaja le ve para el negocio?

En la decoración, por ejemplo. Todos los muebles en Cal París los he restaurado yo. He pensado incluso en dar cursos, pero no puedo por falta de tiempo.

¿Qué opinan los clientes al respecto?

Pues están encantados. Preguntan: «¿Quién lo ha decorado?». Claro, me satisface. A los clientes les encanta, es una auténtica satisfacción dar vida a un mueble.

Mas Baie

Francisco José es el propietario de Mas Baie, una masía tradicional situada en Sant Esteve de Llemena (Girona). Su padre era carpintero y su afición por la restauración y la carpintería le viene de familia. Todo el mobiliario del alojamiento ha pasado por sus manos:

¿Cómo surge su afición por restaurar muebles?

Bueno, mi padre era carpintero, viene de familia. La restauración de toda la masía la he realizado yo en un taller.

¿Qué ventaja le ve para el negocio?

Muchas, porque el mobiliario no es de Ikea. Otros alojamientos suelen poner muebles más económicos, por el miedo a que los clientes no los cuiden. Aquí la idea es para parejas que disfruten de un buen ambiente. Se cuida y es un factor importante.

¿Qué opinan los clientes al respecto?

Los clientes quedan encantados, con diferencia. Acostumbrados a otro tipo de mobiliario, a los viajeros les encanta la idea.

Cal Met

Xose es el encargado de dar los cursos de restauración de muebles en Cal Met. El alojamiento se encuentra en la provincia de Barcelona, en Sant Martí d’Albars. Xose destaca que son cursos básicos porque duran el fin de semana, pero es un valor diferencial que los clientes valoran muy positivamente.

¿Cómo surge su afición por restaurar muebles?

Me he dedicado a la decoración y la restauración de muebles eran una parte importante. Me interesaba el tema en conjunto.

¿Dónde aprendió a hacerlo?

Aprendí en la Escuela de Artes y Oficios de Barcelona.

¿Qué ventaja le ve para el negocio?

Bueno, es un aliciente más para los viajeros. En Cal Met, además de la decoración, organizamos cursos y talleres de restauración de muebles para fines de semana. A los cliente les hace gracia aprender porque todos tenemos algo en nuestras casas que no queremos tirar y nos gustaría restaurar.

¿Qué opinan los clientes al respecto?

Los clientes están contentos. Siempre se plantean profundizar más, porque nuestros talleres ofrecen conocimientos básicos, nociones. Un fin de semana es poco tiempo. Por ejemplo tratamos temas como el de la carcoma, las ceras, cómo fortalecer los puntos débiles del mueble, etc. Es básico, pero quedan muy contentos. Les ofrezco direcciones para que puedan profundizar más por su cuenta fuera de Cal Met.

Respecto a la decoración también los viajeros lo agradecen. Tienen las comodidades habituales de la vida moderna, pero instaladas en un ambiente diferente, antiguo. Es algo muy positivo.

Y tú, ¿también restauras los muebles de tu alojamiento rural?