Qué ver y por qué visitar la laguna de Uña, en la serranía de Cuenca
Escrito por
12.04.2022
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Uña es uno de esos pueblitos manchegos que pasan desapercibidos hasta que los conoces. Está situado en plena serranía conquense, a pocos kilómetros de la ciudad de las casas colgadas. En mitad de un sorprendente entorno natural rodeado de montañas y bosques.
Se trata de un pueblo en el que apenas residen 100 habitantes, pero en el que podrías pasar un fin de semana visitando los muchos lugares naturales que hay a su alrededor.
Como cualquier pueblo pequeño, no tiene grandes monumentos ni palacios. Pero no por ello tiene poco encanto. En sus calles podemos encontrar una iglesia dedicada a San Miguel Arcángel, y algunas fuentes y edificios típicos de la serranía, que bien merecen la pena una visita. Aunque por lo que realmente destaca el pueblo de Uña es por su fantástica laguna.
La laguna de Uña es un lugar peculiar y bonito. Si nos ceñimos a la definición exacta, tendríamos que decir que es un pequeño lago aunque antes de su forma actual era una laguna, por lo que sigue conservando su nombre original.
Hace unas cuantas décadas, casi un siglo ya, la pequeña laguna de Uña sufrió una gran transformación. Hasta ese momento se llenaba únicamente de las aguas que llegaban del arroyo del Rincón, y sus dimensiones eran mucho menores a las actuales. Pero todo cambió a partir del año 1925. A partir de ese año, se construyeron varias infraestructuras que le darían su aspecto actual y que cambiarían para siempre la fisionomía de la zona.
Se realizó un pequeño dique en uno de los extremos de la laguna. Esto hizo crecer el nivel del agua hasta llevarlo prácticamente a orillas del pueblo. También se construyó un gran canal que enviaba aguas del río Júcar desde el pantano de la Toba, unos pocos kilómetros más arriba, hasta la actual laguna. Y por último, otro canal que lleva las aguas de la laguna hasta la Central Hidroeléctrica del Salto de Villalba. Esto hizo que la laguna creciera desde las 3 hasta las 15 hectáreas que tiene en la actualidad.
Con el paso de los años, la naturaleza ha ido haciendo su trabajo poco a poco. En la actualidad, las orillas de la laguna se han convertido en un lugar de gran belleza rodeado de vegetación típica de los humedales y dando cobijo a muchas especies animales y vegetales.
Qué hacer en la laguna de Uña
Su principal mirador está compuesto por unas pasarelas de madera que se introducen unos metros en la laguna. El paisaje es increíblemente bonito y perfecto para realizar fotografías a cualquier hora del día, rodeado de juncos y el agua de la laguna como telón de fondo.
Da gusto caminar por el sendero del Escalerón a la Raya que da la vuelta completa a toda la laguna pasando bajo los cortados que se ven al fondo. Aunque la subida al Escalerón tiene un tramo con algo de pendiente y el total de la ruta es de unos 9 kilómetros, puedo decir que es apta para cualquier persona con una movilidad normal. Merece la pena realizarla para contemplar la laguna desde distintos puntos, el pueblo y las montañas que lo rodean.
En la actualidad está declarada Refugio de Fauna desde el año 1988. Esto es debido a que en sus aguas y alrededores habitan diversas especies de aves acuáticas, pero también buitres, los cuales se pueden observar desde un observatorio de aves construido por el Ayuntamiento de Uña. También es posible encontrar ciervos, gamos o jabalíes en sus inmediaciones.
Tras un buen paseo por la laguna y el pueblo, hemos de recuperar fuerzas comiendo bien. La gastronomía de Uña es la típica de la región de la serranía de Cuenca. Morteruelo, ajoarriero, zarajos, morcillas, chorizos, carnes de orza o un gazpacho pastor harán que no quieras irte de vuelta a casa.
Cerca de Uña tenemos lugares naturales de gran belleza que no te querrás perder. Por ejemplo, podemos ir a la famosa Ciudad Encantada, situada a un cuarto de hora en coche. También es muy recomendable pasar por las Torcas de Palancares y las lagunas de Cañada del Hoyo, lugares que no te dejarán indiferente.
Otro lugar muy recomendable y poco conocido es la Balsa de Valdemoro de la Sierra. Y por supuesto, aunque esté algo más alejado, no nos podemos perder una visita al nacimiento del río Cuervo.
También desde Uña podremos ir a conocer la impresionante ciudad de Cuenca, situada a una media hora en coche. No te puedes perder sus casas colgadas, sus museos de Arte Moderno, los rascacielos medievales, o el barrio del castillo. Tampoco un paseo por las impresionantes hoces del Júcar y del Huécar.
Pero no solo eso. Toda la serranía de Cuenca está llena de lugares bonitos y pueblos con mucho encanto. Te recomendaría ir hasta Beteta, Las Majadas, Palomera, o incluso Cañete. Seguro que más de uno de estos lugares te sorprenderá gratamente.
Víctor Ferrando
Excelente lugar para visitar en familia y amigos y conocer sobre este lugar que está situado en plena Serranía Conquense, a pocos kilómetros de la ciudad de las Casas Colgadas.