Qué ver en Bocairent, el pueblo excavado en la roca
Escrito por
30.06.2023
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En el interior de la Comunidad Valenciana se esconde una golosina para los amantes de la Edad Media aficionados a visitar los resquicios de dicha época que aún quedan en el país. Se trata de Bocairent, un pequeño pueblo que aloja una gran cantidad de puntos de interés.
Aquí, de hecho, los tesoros más valiosos se esconden en los lugares menos esperados: cuevas. La localidad tiene unas construcciones ideales para guardar lo que sea necesario, desde hielo hasta urnas funerarias. Estos son algunos de los puntos fuertes que ver en Bocairent en un fin de semana.
Viernes tarde
Una buena forma de introducirse en Bocairent es accediendo a su casco antiguo, que se convertirá en lugar preferido de los ‘Edad Media lovers’. Nombrado Conjunto Histórico-Artístico en 1975, recorrer sus calles empinadas es dar un paseo por la historia.
La gran cantidad de fuentes que se conservan en el municipio son una buena guía para el paseo. Algunas conservan la inscripción de la fecha en la que se construyeron, aunque muchas datan de la época medieval, como es el caso de la fuente de la calle de Sant Joan, del siglo XIII. Otras como la fuente de la Escaleta son más modernas (relativamente), ya que data de 1793.
Para no cansarse en exceso, esa primera tarde lo ideal es darse una vuelta y después probar alguna de las maravillas gastronómicas de la zona. Como dicen desde la web de turismo de la localidad: “La gastronomía bocairentina está claramente influida por la sierra de Mariola y recoge una parte de la cocina valenciana y otra de la manchega”.
Sus platos típicos son el gazpacho de la Mariola, que poco tiene que ver con el andaluz. Este se parece más a un potaje y está elaborado con carne de conejo, pollo, liebre o perdices, caracoles, almendras fritas y tomates y se sirve sobre una torta de harina. También son propios de esa parte del territorio los pimientos rellenos de arroz y la pericana, un plato hecho con pimientos rojos secos, pescado en salazón y pimentón.
Para quienes prefieran el dulce, existe una variedad de postres con influencia árabe y para brindar después de un buen festín nada mejor que el licor herbero, elaborado con anís dulce y seco además de hierbas propias de la sierra. Para cenar, mejor escoger las opciones más ligeras y dejar para el mediodía del sábado las más contundentes.
Sábado
Qué mejor para empezar el día que conocer una de las características más populares de Bocairent. Son les Covetes dels Moros, un conjunto de cuevas excavadas en la roca que se remontan a la época musulmana (de ahí su nombre), entre los siglos X y XI. Actualmente se pueden recorrer siguiendo una visita guiada para que nadie se pierda en sus interiores comunicados por pasillos que, en ocasiones, obligan a agacharse para poder circular por ellos. Entre un 70% y un 80% de la visita se realiza a cuatro patas, por lo que las personas claustrofóbicas o con problemas de movilidad tendrán que observarlas desde fuera.
Lo cierto es que su vista desde el exterior es muy llamativa, ya que están excavadas en la propia montaña, en el barranc de la Fos. En total, son 50 ventanas que dan acceso al mismo número de cuevas. Asimismo, hay otras nueve que no se llegaron a terminar. Aunque se ha cavilado mucho acerca de su función, lo más probable es que se usaran como graneros.
Estos llamativos lugares de almacenamiento se encuentran a unos 300 metros del centro del pueblo, donde también están les Covetes del Colomer, que tienen la misma construcción y aspecto que las dels Moros. Ahora se utilizan como centro de interpretación sobre el conjunto de este tipo de construcciones de la cabecera del río Clariano.
En el pueblo también había otras cuevas pero más actuales y con otra función diferente y específica: la conservación de hielo, un producto que se empezó a consumir y utilizar para diferentes aspectos en la Edad Moderna. Estas construcciones ‘frigoríficas’ permitían mantener el hielo en condiciones para hacerlo llegar a otros municipios como Xàtiva o Gandía. La Cava de En Miquel y la Cava de Sant Blai son dos de las que había en Bocairent. De la que se sale de la visita, se puede aprovechar para descansar sentados a la mesa disfrutando de un buen arroz y un licor para favorecer la digestión.
Para continuar la tarde, otro de los imprescindibles que ver en Bocairent en el que se puede intuir que los vecinos de hace siglos tenían bastante afición por la excavación es el monasterio rupestre construido en 1556 por Mosén Melchor Hierro. En él se alojaron seis monjas del convento de la Esperanza de Valencia, que vivieron en esas dependencias en las que no entraba la luz durante dos décadas hasta que el Mosén falleció y les dejó su casa. El conjunto se encuentra perfectamente conservado y se puede visitar.
Otro templo religioso importante que ver en Bocairent es la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, que se construyó sobre un antiguo castillo árabe. Está consagrada desde el siglo XVI y aunque en un inicio era de estilo gótico, las posteriores remodelaciones –provocadas, por ejemplo, por los estropicios que causó el terremoto de Montesa– lo han diluido. En su interior hay, entre otras cosas, una pila bautismal que en su momento fue fuente pública del siglo XV.
Domingo
Para despedirse del pueblo, una buena idea es conocer sus puentes, algunos tan antiguos como el de Darrere la vila, del siglo XVI y a través del cual se accedía al pueblo sobre el río Clariá. Hay otros más modernos como el puente de Sant Blai, inaugurado en 1950 para sustituir al puente de Mitja Calça, de 1897. Además, tiene tres acueductos: el de la Frontera, el de Arcaeta de Micalás y el de la masía de Micalás.
Aunque suene extraño, entre la lista de lugares que ver en Bocairent recomendamos hacer una visita al cementerio, que se encuentra fuera del núcleo urbano. ¿Cuál es el motivo? Pues que desde allí se tiene una estupenda vista del pueblo (muy adecuada para los fotógrafos o los que compartan sus experiencias en las redes sociales).
Carmen López