Estamos acostumbrados a vivir la Semana Santa desde el punto de vista de las cofradías y las procesiones. Sin embargo, se puede experimentar desde otro punto de vista: una oportunidad única para visitar pueblos con un ambiente festivo, llenos de vida y muy buena comida. Si estás deseando desconectar de la rutina durante el puente de Semana Santa, presta atención a los siguientes pueblos en los que podrás disfrutar de una gastronomía exquisita y un ambiente de diez.
Calahorra, una fusión perfecta entre tradición y gastronomía
La Semana Santa de Calahorra es un festín visual declarado Interés Turístico Nacional. Despliega su esplendor con la Escenificación de la Pasión y la grandiosa Magna Procesión del Santo Entierro. No obstante, este espectáculo religioso se entrelaza con una exquisita tradición culinaria. Apodada como la “Ciudad de la Verdura”, rinde homenaje a la riqueza de su huerta y cuenta con el único Museo de la Verdura de España. Descubre la fusión de fervor religioso y delicias gastronómicas que hacen de Calahorra un destino inolvidable, donde la historia y el sabor se entrelazan de manera única.
Algunos de los platos más destacados son los cocidos y los guisos, que aprovechan los productos de la tierra fértil de la ribera del Ebro. La verdura es protagonista, desde la menestra de verduras hasta los espárragos frescos, garbanzos, caparrones, champiñones y diversos tipos de pimientos. Además, el pescado tiene un lugar destacado, con platos emblemáticos como el bacalao a la riojana, cangrejos de río, bonito con fritada, trucha a la riojana y merluza en salsa verde.
Para reposar el estómago y descansar, te recomendamos alojarte en la Casa Rural Dehesa de San Juan, a tan solo 25 minutos en coche. Fue construida en 1929 por el arquitecto Víctor Eusa, ofreciendo un refugio familiar rodeado de praderas y pinares en plena naturaleza. Al estar cubierta de hiedra invita a disfrutar del aire puro, tener charlas con tus seres queridos y cenas al aire libre.
Chinchón, un pueblo que te transportará al pasado
Chinchón es un pueblo que transporta a todos sus visitantes a épocas pasadas con sus calles empedradas, soportales y un castillo majestuoso. La plaza Mayor, catalogada entre las más pintorescas del mundo, es un corazón lleno de vida. Por ejemplo, durante el mes de abril, la Semana Santa toma lugar con una representación apasionada en este escenario histórico, siendo una experiencia inolvidable.
Sin embargo, lo que realmente conquista los sentidos en Chinchón es su exquisita gastronomía castellana. En cada rincón, los aromas de cordero, cochinillo y cabrito asados en hornos de leña se mezclan con el deleite de los guisos y las pepitorias de carnes de caza y corral. Las sopas de ajo, las judías chinchoneras y los puches son joyas culinarias que completan esta experiencia sensorial única. Sin lugar a duda, en este pueblo la historia se fusiona con los sabores, consiguiendo ser un destino que cautiva con sus delicias culinarias.
Para recuperar energías, te recomendamos pasar la noche en los Apartamentos rurales El Abuelo Quiko, en el propio pueblo. Este alojamiento rural te sumergirá en la historia de Chinchón, ya que es una antigua casa de chinchonetes renovada en dos encantadoras viviendas rurales: «Ca» Tía María y «Ca» Tío Francisco. Disfruta de la autenticidad con comodidades modernas, amplias habitaciones, cocinas bien equipadas y salones acogedores con vistas cautivadoras. Una escapada perfecta para aquellos que buscan la tranquilidad y la belleza de Chinchón.
Valverde de la Vera, una aldea de tradiciones y misterio
La Semana Santa en Valverde de la Vera se viste de emoción con la impresionante procesión de los Empalaos en la mágica noche del Jueves Santo. Sin embargo, este pequeño rincón, a pesar de su tamaño, cautiva con la gastronomía extremeña.
El protagonista culinario es el cabrito de la Vera con denominación de origen, un plato que despierta los sentidos con asados y quesos irresistibles. El pimentón de la Vera añade su toque único a platos como el zorongollo y el cochifrito. Eso sí, te recomendamos que acompañes esta aventura culinaria con el aroma de un vino D.O. Ribera del Guadiana y te deleites con dulces como floretas y roscas borrachas.
Para descansar, te recomendamos la Casa Rural-Apartamentos Atuvera, a tan solo 13 minutos en coche. Enclavada en la finca La Cornocosa, esta casa rural ofrece un santuario en 100.000 m² de frutales y arboledas. Además, se encuentra rodeada de historia, con los restos arqueológicos cercanos de la necrópolis tartesia de Pajares.
La oferta de alojamiento incluye 5 habitaciones, desde cuádruples hasta dobles, cada una con baño completo. También dispone de un estudio para dos con baño y cocina propios, así como un atractivo apartamento adosado con porche ajardinado. En la planta baja, se encuentra un amplio y luminoso salón equipado con chimenea, televisión y mobiliario cómodo, adecuado para descansar, socializar o realizar actividades grupales.
Redacción ER
Reitero un comentario que hice hace tiempo: estaría bien que cuando mencionéis un pueblo, digáis siempre en qué provincia está. Es incómodo tener que buscar por cuenta propia un dato que vosotros ya conocéis.