10 pueblos mágicos en la comarca Oscos-Eo

Hay pocos lugares en España tan completos para el turismo rural como la comarca Oscos-Eo, en el occidente asturiano. Haciendo frontera con Galicia, con la que comparte lengua, gastronomía y costumbres, encontramos una amplia Reserva de la Biosfera con zonas de costa, pueblos marineros y de interior, bellos paisajes e innumerables opciones de turismo activo.

La gran importancia etnográfica de los Oscos se aprecia en sus pueblos anclados en la tradición asturiana en los que la artesanía y la comunión con el entorno natural es toda una máxima de vida. Por eso la zona se ganó el reconocimiento de Pueblo Ejemplar de Asturias 2016. Lo forman siete municipios. Son Castropol, Taramundi, Vegadeo, San Tirso de Abres y otros tres que llevan con orgullo el apellido Oscos: San Martín, Villanueva y Santa Eulalia.

Si a su valor etnográfico le sumamos una gastronomía de chuparse los dedos, ya tenemos un destino ideal para pasar unos días por tierras asturianas recorriendo los pueblos más bonitos de esta comarca por descubrir. ¿Te apuntas a la ruta?

1. Taramundi, referente del turismo rural

Es, sin duda, el municipio más visitado de la comarca. Esto es debido no sólo al encanto del pueblo que le da nombre si no también al paisaje que lo rodea, que hace honor al más vibrante verde asturiano.

Taramundi es el vivo ejemplo de cómo una zona deprimida puede convertirse en el primer referente de turismo rural en España gracias a un concienzudo plan para recuperar la arquitectura y costumbres tradicionales y convertirlas en un gran atractivo turístico. La importancia de la artesanía en estos pueblos se hace patente en el Museo de la Cuchillería y en el de los telares de Bres.

Entre otros atractivos destacan Os Teixois, una antigua aldea que hoy funciona como un museo etnográfico. Tampoco hay que perderse la famosa Ruta del Agua, un recorrido senderista apto para casi todas las condiciones físicas que nos lleva por lo mejor del municipio.

En definitiva, Taramundi engloba en un pequeño territorio la esencia de los Oscos y es un perfecto punto de partida para comenzar a conocer esta tierra mágica.

2. Os Teixois, la aldea de los ingenios

Visitar el conjunto etnográfico de Os Teixois es como viajar en el tiempo. Esta antigua aldea del s. XVIII, declarada Bien Cultural se ha restaurado para convertirse en un museo con visitas guiadas que nos acercan a los viejos ingenios hidráulicos. Aprovechando la fuerza del agua, movida por molinos, vemos el funcionamiento del antiguo mazo, del batán y de la forja.

La Ruta del Agua de Taramundi también pasa por Os Teixois y queda a medio camino, por lo que se puede aprovechar para ver el museo y comer en su taberna tradicional, donde degustar la mejor comida asturiana (¡fabes, cachopo!) a buen precio.

3. As Veigas y su arquitectura tradicional

Sin abandonar todavía el municipio de Taramundi nos acercamos al hermosísimo pueblo de As Veigas, que conserva intacta su arquitectura original en piedra y pizarra. En su entrada nos recibe un puente de madera que parece endeble pero que permite acceder con el coche hasta la población. Sobre él los vecinos han colgado un letrero que reza “El puente resiste”.

Una vez en As Veigas sólo nos queda maravillarnos con sus casas de piedra y techados de pizarra típicas de la zona, perfectamente conservadas tras su restauración. As Veigas también forma parte de la Ruta del Agua y se encuentra a sólo ocho kilómetros de la localidad de Taramundi.

4. San Tirso de Abres y el Camino Primitivo

Declarado Pueblo Ejemplar de Asturias en 2011, San Tirso de Abres vive a expensas del río Eo, que le proporciona agua abundante y una frondosa vegetación de ribera. No es de extrañar que se le conozca como la perla del Eo. Situado en un valle fluvial, dispone de un extenso paseo a orillas del río, de un parque biosaludable y un área recreativa con piscina, por lo que es un destino familiar perfecto para desconectar unos días.

Por San Tirso de Abres pasa el Camino Primitivo de Santiago, una de las vías de peregrinación más transitadas del mundo. Pero además hay una ruta de senderismo muy peculiar: la Ruta del Ferrocarril, que transcurre por las antiguas vías del tren minero que iba desde Villaodrid hasta Ribadeo y que se cerró en 1964.

5. Santa Eufemia y el pan artesano

En el municipio de Villanueva de los Oscos y a sólo un kilómetro de la capital municipal encontramos un pequeño caserío llamado Santa Eufemia. Es uno de los secretos mejor guardados de los Oscos, tan diminuto que cuenta sólo con seis viviendas.

Su mayor encanto es la arquitectura tradicional, que se conserva de forma exquisita dando al lugar una gran autenticidad. Como principal recurso turístico dispone del Ecomuseo del Pan (cerrado temporalmente) donde se muestra el proceso de elaboración del pan desde la siembra del cereal hasta el amasado y la cocción. También pueden verse los hórreos tradicionales donde se guardaba el cereal, además del huerto donde se cultivaba y el molino. ¡Una visita breve pero muy didáctica!

6. Santa Eulalia de Oscos y el trabajo del hierro

El municipio de Santa Eulalia de Oscos y su capital, Santalla, es otro de los centros turísticos de la comarca Oscos-Eo. Dedicada a los oficios tradicionales como el trabajo del hierro, en Santalla encontramos la escultura de un clavo de cuatro metros que simboliza el arraigo de estas tierras al trabajo manual.

En Santa Eulalia también está el Conjunto Etnográfico de Mazonovo, un museo vivo que representa la importancia de la industria del hierro en la localidad. Su nombre se debe al mazo hidráulico del siglo XVIII que sigue en funcionamiento en el siglo XXI. El museo ofrece visitas guiadas en las que podemos conocer su funcionamiento, ver cómo trabajan los profesionales y descubrir la forja tradicional.

Si el hierro es parte indispensable de la cultura de Santa Eulalia, el agua es otro de sus elementos protagonistas. Gracias a su abundancia podemos disfrutar de espectaculares cascadas como la Seimeira, a la que se llega por una ruta a pie de gran belleza. La ruta del Forcón de los Ríos es otro sendero que podemos seguir para descubrir el encanto natural de este concejo.

7. Villanueva de Oscos y el senderismo

La capital del municipio de Villanueva de Oscos acoge el magnífico Conjunto Monástico de Santa María, un monasterio del s. XII fundado por el rey Alfonso VII y su esposa Berenguela. Es uno de los principales reclamos turísticos de Villanueva junto con las numerosas minas abandonadas por todo el concejo: Villanueva de Oscos fue una importante reserva de oro explotada por el Imperio romano.

Además del ya citado Ecomuseo del Pan de Santa Eufemia, Villanueva de Oscos ha puesto en valor muchas de las rutas de senderismo que hoy se pueden realizar también en bici y en las que disfrutar de la práctica de “geocaching”. Las más recomendadas son la Ruta de la Bobia, la Ruta del Silencio y la Ruta de los Bosques. ¡Toma nota!

La gastronomía es otro de sus puntos fuertes, como lo es en toda Asturias. Esta combinación de cultura, etnografía, rutas y buen comer convierten a Villanueva de Oscos en un destino rural de primera categoría.

8. San Martín de Oscos, un pueblo de cuento

El pueblo de San Martín destaca por sus cuidadas viviendas y un entorno natural rodeado de bosques y valles que lo hacen parecer un lugar de cuento.

Aunque la naturaleza es dueña y señora del paisaje a descubrir. Siguiendo senderos como la Ruta de las Minas, la Ruta de Mon o la Senda Verde, San Martín también ofrece varios monumentos reseñables como el palacio de Mon, de estilo barroco asturiano con influencias de la arquitectura gallega. Otros ejemplos son la iglesia parroquial y la llamada Casa de los Guzmanes, una vivienda señorial similar a un pazo.

Para conocer la historia y evolución del municipio hasta el s. XX hay que visitar la Casa del Marco en Villarquille, un museo imprescindible en los Oscos.

9. Castropol, la villa histórica junto a una ría

Llegamos a la zona de Ría del Eo de la comarca con Castropol, una villa histórica con un casco histórico magnífico lleno de muestras de arquitectura indiana y casas palaciegas que llamarán tu atención. En Castropol hay que mirar hacia arriba para no perderse ninguna de estas casonas, pero también hay que mirar la frente para contemplar la belleza de su ría.

En cuanto al resto del municipio, destacan la villa marinera de Figueras, con su pintoresco puerto pesquero, la playa de Penarredonda, de las mejores del occidente asturiano y declarada Monumento Natural, y la cascada de Cioyo. No es de fácil acceso pero merece la pena intentar llegar hasta ella porque es uno de los rincones más bonitos de Castropol.

10. Vegadeo, el camino de la costa

Concejo limítrofe con Galicia, Vegadeo es parada de peregrinos que hacen el Camino de Santiago por la costa. La villa de Vegadeo, con sus coloridas casas al margen del río, conserva parte de ese legado religioso del Camino y varios edificios señoriales.

Lo mejor para disfrutar esta localidad es recorrer la senda de los Doce puentes, un paseo peatonal junto a los ríos Suarón y Monjardín lleno de esculturas. Del mismo Vegadeo parte una ruta circular de baja dificultad que a lo largo de cuatro kilómetros permite conocer los encantos de la ría: es la senda de la ría del Eo.