Destinos pintorescos de España: 8 pueblos con ríos que te robarán el aliento

En algunos rincones del interior de España se esconden auténticos tesoros: pueblos encantadores que capturan la esencia de la naturaleza en su estado más puro. Estas joyas se encuentran en lugares donde ríos serpenteantes, lagos tranquilos, embalses majestuoso y piscinas naturales se convierten en protagonistas indiscutibles.

A todo esto, hay que sumar el encanto de sus calles empedradas, fachadas tradicionales y casas con siglos de historia. De esta manera tendrás el escenario perfecto para vivir una experiencia inolvidable este verano. Acompáñanos en un viaje por 8 pueblos que te robarán el aliento.

Liérganes (Cantabria)

Liérganes es uno de los pueblos más encantadores de Cantabria. Por él atraviesa el río Miera, que le brinda un precioso entorno natural y místico. Este pueblo ha sabido preservar su historia y tradiciones, convirtiéndose en un destino encantador para todos los amantes de leyendas.

Una de las leyendas más famosas es la del Hombre Pez. La leyenda cuenta la historia de Francisco de la Vega Casar, un ser legendario de la mitología de Cantabria. Hijo de un matrimonio natural de Liérganes que desapareció en las aguas del Miera allá por el siglo XVII. Apareció años más tarde en Cádiz, cuando unos pescadores reconocieron un hombre con escamas y forma de pez.

Beget (Girona)

Y por hablar en agua, otro pueblo que tiene una relación íntima con el agua es Beget. Este enclave se encuentra en la cabeza del río Llierca, el sonido del agua crea una atmósfera relajante que envuelve a los visitantes. Aquí encontrarás coquetos puentes de piedra que cruzan el río y añaden un toque romántico a su estampa.

Si lo visitas este verano, podrás refrescarte en las pozas de Beget. Se trata de tres balsas situadas en las afueras del núcleo, en el arroyo de Salarsa. ¡Imperdible!

Lanuza (Huesca)

Lanuza es uno de los pueblos más especiales de la provincia de Huesca. Se encuentra junto al embalse de mismo nombre, rodeado de montañas y con casas de arquitectura tradicional, y con vistas panorámicas espectaculares. Es el destino ideal para los amantes de la naturaleza y los deportes acuáticos.

Además, el pueblo alberga el Festival Internacional de las Culturas Pirineos Sur, que se celebra cada verano y atrae a artistas y músicos de todo el mundo. Durante el festival, la música y las artes llenan las calles de Lanuza y crean un ambiente festivo que atrae a visitantes de todas partes.

Buitrago del Lozoya (Madrid)

Buitrago del Lozoya está protegido por su impresionante muralla medieval que data del siglo XII. Pasear por sus calles empedradas y contemplar su imponentes torres, iglesia y restos del castillo es toda una experiencia que te hará viajar en el tiempo.

El pueblo madrileño se encuentra junto al río Lozoya, rodeado de montañas y bosques, lo que lo convierte en un destino ideal para los amantes de la naturaleza. En sus alrededores podrás realizar rutas de senderismo, ciclismo o bien disfrutar de la tranquilidad de su entorno.

Alcántara (Cáceres)

Esta villa cacereña es famosa por su majestuoso puente romano sobre el río Tajo. Construido en el siglo II d.C., es uno de los puentes romanos mejor conservados del país. Con sus arcos imponentes y su estructura robusto, el Puente de Alcántara es un hito histórico que atrae a viajeros de todas partes.

Pero más allá de su puente, el pueblo se encuentra rodeado de impresionantes paisajes, incluyendo las gargantas del río Tajo. En sus alrededores podrás realizar actividades al aire libre como senderismo o observación de aves.

Alcalá del Júcar (Albacete)

Alcalá del Júcar se destaca por su singular ubicación geográfica y su impresionante entorno natural. El pueblo se encuentra en un cañón escarpado tallado por el río Júcar. Extendiéndose a lo largo de las laderas y acantilados de esta garganta, Alcalá del Júcar es un imprescindible que visitar en Castilla-La Mancha.

Su casco antiguo ha sido declarado Conjunto Histórico. El pueblo conserva su encanto medieval con calles empedradas, casas blancas y una arquitectura tradicional que se funde perfectamente con el entorno. En la cima de una colina, como si de un fiel vigilante se trata, se levanta majestuoso su castillo. ¡Imperdible!

Orbaneja del Castillo (Burgos)

Orbaneja del Castillo es el pueblo que se escucha. El ruido del agua descendiendo te acompaña a cada paso que des. El pueblo está construido en lo alto de un acantilado y cuenta con una cascada que desciende por las rocas y fluye a través de sus calles.

La arquitectura de Orbaneja del Castillo también es digna de admiración. Sus casas están construidas con piedra y madera, siguiendo la estética tradicional de la región. Pasear por sus calles estrechas y empedradas es como viajar en el tiempo. ¡Es todo un espectáculo digno de visitar!

Zahara de la Sierra (Cádiz)

Zahara de la Sierra es uno de estos pueblos que te dejan sin palabras. Se levanta imponente en lo alto de una colina, vigilando el embalse de Zahara-El Gastor. Su casco antiguo conserva el encanto tradicional de la zona, con casas blancas encaladas y estrechos callejones.

En verano, podrás bañarte en la Playita de Zahara de la Sierra, una zona de baño interior que cuenta con servicios como chiringuito, servicio de bar y restaurante, además de socorristas. ¡Imperdible!