Portuñol, mucho más que una palabra en el diccionario
Escrito por
19.01.2023
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Como cada año, el fin de un año trae listas interminables de los mejores y peores del año que termina. Google nos hace saber la palabra más buscada de 2022: wordle, el juego de palabras online que se viralizó el año pasado.
El Diccionario de Oxford ha propuesto una votación online y el público decidió que la palabra de 2022 era goblin mode, que significa un comportamiento autoindulgente, perezoso, descuidado o codicioso sin pedir disculpas.
También, en España, es tradición que la Real Academia Española (RAE) dé a conocer las novedades del Diccionario de la lengua española (DLE). La lengua española evoluciona con la oralidad y cada año se añaden nuevas palabras, algunas ya de uso corriente en el cotidiano de los españoles.
Entre las 280 nuevas palabras que se han incorporado al diccionario destaca una muy querida para portugueses y españoles, principalmente para aquellos que viven en la frontera entre los dos países ibéricos: portuñol. La RAE define esta palabra como «habla de base portuguesa que incorpora numerosos elementos léxicos, gramaticales y fonéticos del español”.
¿Quién nunca ha ido a Portugal y ha intentado hablar el idioma del país con una mezcla de castellano? ¿O nunca ha conocido un portugués muy seguro de que hablaba perfectamente el portuñol?
La técnica de hablar portuñol consiste en insertar en el habla una cucharada de palabras que conocemos en portugués y enmascarar el resto con acento aportuguesado. Vamos, que el objetivo es que nos entendamos todos, aunque para eso tengas que inventar un nuevo idioma.
Debido a la similitud entre las lenguas española y portuguesa, ya que ambos provienen del latín, es muy común que las personas que dominan uno de estos idiomas se sientan cómodas hablando el otro, imaginando que basta con cambiar una palabra portuguesa a su correspondiente en español o viceversa, independientemente de la gramática y concordancia gramatical.
La palabra portunhol -así se escribe en portugués- ya aparecía en los diccionarios portugueses, calificada como “coloquial” y “jocosa”. Se añade también que es “usada por los lusohablantes para comunicarse con los hispanohablantes”.
El portuñol a la conquista del mundo
Sin embargo, además de que el portuñol es una forma de comunicación muy útil para quién vive cerca de la frontera ibérica y para los viajeros que se mueven entre los dos países, también tiene muchos hablantes en América del Sur, sobre todo porque las lenguas vecinas son naturalmente las mismas. Brasil, donde se habla el portugués, hace frontera con siete países (Uruguay, Argentina, Paraguay, Bolivia, Perú, Colombia y Venezuela) donde el idioma oficial es el español. Así que también allí el portuñol tiene éxito.
De hecho, ya se han hecho planes para elevar esta variación a Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, con gran apoyo de Uruguay. El académico Julio Piastre defendió, en 2015, citado por el periodico portugués Público, a propósito de conferencias sobre el tema, que la intención era mostrar “hasta qué punto el portuñol” influye en la “forma de vivir o de hacer negocios” en las zonas fronterizas entre Uruguay y Brasil, unos 1000 kilómetros. Esto significa que, según datos del Ministerio de Educación y Cultura de Uruguay, citados por el mismo periodico, hay 450.000 uruguayos que hablan este dialecto.
El portuñol ha dejado su marca no solo en regiones fronterizas de la península ibérica y de América del Sur, pero también en la isla española de La Palma, donde, históricamente, se habló portuñol hasta el final del siglo XX.
El profesor palmero Pedro Nolasco Leal Cruz, autor del libro El español tradicional de La Palma, lanzado por primera vez en 2003, explica al periodico El Diario que “la única y gran diferencia que tiene el español de La Palma con referencia al de otras islas es que en aquél el portugués ha hecho mucha más mella que en las demás, hasta el punto que pudo ser considerado una lengua criolla”.
De acuerdo con el autor, “la isla conserva casi el 100% de los portuguesismos canarios. Es sin lugar a dudas el lugar idóneo para estudiar mejor la influencia del portugués a nivel insular”. Pero se están perdiendo por la influencia de los medios de comunicación.
En Portugal y en España, hay una personalidad que ha elevado el estatuto del portuñol y hasta se considera su embajador: Paulo Futre, ex-jugador portugués de fútbol, que jugó entre 1987 y 1993 en el Atlético de Madrid. Mientras jugaba en España, el jugador hizo del portuñol su forma de comunicación y, por eso, no es sorpresa para nadie que el portugués haya celebrado la inclusión de la palabra en el DLE. Futre ha confesado en su cuenta de Twitter que estaba muy “orgulloso” de aportar su “granito de arena” para “la literatura española”.
Aún así, es importante recalcar que el portuñol no es un idioma, ya que no presenta una constancia de reglas y términos, que pueden variar según cada hablante. Es decir, el portuñol no constituye una modalidad estable y homogénea ni del portugués ni del español. Puede tener muchas variedades, dependiendo del grado de conocimiento que cada uno tenga de la otra lengua.
Pero no se puede negar que para muchas personas que viven en la frontera, para los anfitriones portugueses en sus conversaciones con españoles visitantes, y para muchos turistas portugueses que visitan España, el portuñol es una realidad. Y un matrimonio de idiomas muy útil.
Ângela Coelho