Viajar a Madeira y no beber poncha es como viajar a Roma y no ver al Papa. Quien visita Madeira y no prueba su bebida más emblemática se pierde una parte importante de la cultura de esta isla portuguesa en medio del Atlántico. Al final, la poncha no es solo una bebida, también se ha convertido en parte de la historia de la isla. Si la acompañas con unos cacahuetes y altramuces, mucho mejor.
La poncha se puede encontrar fácilmente en cualquier establecimiento de la isla, o embotellada en supermercados. Es muy apreciada tanto por los locales como por los turistas que visitan Madeira, por su sabor dulce y afrutado.
Uno de los aciertos de esta bebida es que tiene un sabor y un aroma únicos, que hacen que la experiencia sea aún más agradable. Esto se debe a que las frutas utilizadas deben estar bien maduras y en buen estado para que la bebida sea lo más sabrosa posible.
Pero, ¿cómo se hace la poncha, la bebida típica de Madeira? Además de con frutas autóctonas, está hecha con 1/3 de aguardiente de caña, 1/3 de melaza o azúcar de caña y 1/3 de zumo de limón. Primero, para sacarle el máximo sabor, se aplastan unas rodajas de cáscara de limón con azúcar en la base de un recipiente. Para eso se utiliza un instrumento de madera con un nombre curioso: “caralhinho” o “pau de poncha”, con el que se mezclan los ingredientes.
Posteriormente, se vierten con la ayuda de un colador todos los ingredientes en una coctelera que se agita con fuerza durante unos segundos. Se sirve fría y tiene que ser elaborada en el momento.
¿Te parece fácil? Sí, lo es, pero el verdadero secreto está en la utilización de ingredientes de la propia isla. Así que, para proteger la bebida como patrimonio local, en marzo de 2014 el Gobierno Regional de Madeira aprobó una propuesta de Decreto Legislativo Regional que confirma la indicación geográfica protegida “Poncha da Madeira” y regula su producción y comercio. La propuesta determina que la poncha de Madeira sólo puede utilizarse para identificar la producción en el área geográfica de las islas de Madeira y Porto Santo.
También, de acuerdo con el decreto, la bebida debe contener aguardiente de Madeira en su composición. Además, por ley, tanto el equipo como los procesos utilizados para la elaboración de la poncha deben ser los más adecuados para conservar su sabor original.
Aunque esta bebida típica de Madeira haya sido perfeccionada a lo largo de los siglos y hayan sido añadidas frutas no tan tradicionales, como el kiwi o la fresa, es muy importante mantener la esencia de la poncha tradicional. Esta bebida siempre ha sido muy consumida entre las familias madeirenses.
Hay que destacar que la preparación de esta bebida no solo se basa en los ingredientes que la componen, sino también en la sabiduría transmitida de generación en generación, que consiste en combinar los ingredientes y ajustar sus proporciones. Las ponchas más conocidas en Madeira son la de maracuyá, la regional y la “à pescador” (la tradicional, la de toda la vida).
El origen de la poncha de Madeira
La isla de Madeira es conocida como la tierra del vino, de los licores, del famoso ron o aguardiente de caña de azúcar, pero la bebida estrella de la isla es sin duda la poncha. El origen se remonta al siglo XIX como una adaptación de la bebida conocida como “panche” traída de la India por los viajeros ingleses en el siglo XVIII.
No se sabe quién ha sido el autor ni la fecha exacta, pero todo indica que la primera que surgió en la isla es la misma que aún hoy se conoce como “à pescador”. Se cree que esta versión de la bebida fue creada por los pescadores para calentarse en las frías noches de la dura vida marina en Câmara de Lobos, un pueblo de pescadores donde comenzaron a surgir las primeras propuestas utilizando mandarina o naranja.
Pero también hay algunos estudios que concluyen que esta bebida ya se usaba en las navegaciones portuguesas y castellanas en el siglo XVI. Para conservar el limón -utilizado para prevenir el escorbuto- en los viajes largos, se elaboraba un jarabe con aguardiente y melaza de caña de azúcar que se producía en Madeira desde finales del siglo XV.
Esta bebida llegó así a Brasil, África y al Caribe en el siglo XVI. En Brasil, se originó la famosa caipirinha. En Cabo Verde, el grogue tiene raíces similares.
Si en el pasado se usaba para tratar una enfermedad propia de los marineros de aquella época o para calentar a los pescadores, hoy en día es una bebida apreciada por turistas de todo el mundo por su delicioso sabor. Pero, ojo, ¡que su dulzura no te engañe! Esta es una bebida con bastante graduación alcohólica, cerca de 25%, por eso hay que beber con moderación. Incluso se dice que con la segunda copa de poncha se entiende el portugués y con la quinta se habla a la perfección.
¿Dónde beber la poncha de Madeira?
Taberna da Poncha, Serra d’Água
La Taberna da Poncha es probablemente el lugar más conocido donde se puede tomar poncha en Madeira, tanto para los residentes de la isla como para los visitantes. Se trata de una típica taberna madeirense con más de siete decenas de años, cuya especialidad es precisamente la poncha.
Históricamente evolucionó de una pequeña tienda que, además de vender artículos de primera necesidad, tenía un bar donde se servían bebidas, incluida la poncha “à pescador”. Luego vino la poncha regional con limón. A las ponchas iniciales se unió la de naranja, curiosamente, por sugerencia de un cliente cuando los limones escaseaban.
Mercearia do Bento, Funchal
La Mercearia do Bento (o Pharmácia do Bento) se encuentra en una de las calles más antiguas de la ciudad de Funchal, en la Rua dos Tanoeiros. Desde 1974 pertenece a la familia Bento, pero existe desde hace unos 150 años.
Es una típica tienda de ultramarinos de barrio que, además de vender comida y especias, sirve como punto de encuentro al final del día para los clientes habituales. Al costado de la tienda también hay un pequeño bar donde el Señor Paulo vende, entre otras bebidas, la poncha.
As Vides, Câmara de Lobos
El restaurante As Vides es un buen lugar para probar la poncha pero también para comer uno de los platos típicos de Madeira: espetada de carne con maíz frito. Se dice que esta especialidad emblemática de la isla nació en este restaurante.
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