Qué hacer en verano en Aragón

Una escapada a Aragón es siempre un buen plan. Si te escapas en verano podrás disfrutar de la majestuosidad de sus montañas, de su rica diversidad natural, pero también de sus tan característicos pueblos y de la amabilidad de sus gentes.

El verano en Aragón en imágenes

Planes para tu viaje a Aragón en verano

Aragón ofrece una variedad de experiencias inolvidables para los visitantes durante el verano. Con su rica diversidad natural, pueblos encantadores y una gran oferta de actividades al aire libre, es el destino perfecto para quienes buscan aventura y tranquilidad.

Empezando por su corazón verde, el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, es un imprescindible. Situado en la provincia de Huesca, este parque es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y se destaca por sus imponentes montañas, profundos valles y cascadas espectaculares. Los amantes del senderismo encontrarán numerosas rutas en la zona como la clásica Senda de los Cazadores o el Camino de Soaso.

Aragón es un paraíso para el turismo activo. En Huesca, la Sierra y los Cañones de Guara es ideal para el barranquismo, con cañones como el del Río Vero y el Mascún, que ofrecen experiencias emocionantes para todos los niveles. Además, los aficionados a la escalada encontrarán en Riglos y Alquézar paredes rocosas perfectas para poner a prueba sus habilidades.

En la provincia de Teruel, lugares como el Barranco de la Hoz permiten explorar paisajes únicos y encantadores pueblos medievales. Para quienes prefieren la bicicleta, la Vía Verde de Ojos Negros es una excelente opción, recorriendo antiguas vías ferroviarias que atraviesan bonitos paisajes.

Ya en el Parque Natural del Moncayo, en Zaragoza, los visitantes pueden disfrutar de senderos que llevan a la cima del Moncayo, el pico más alto del Sistema Ibérico, o explorar bosques frondosos y frescos, ideales para escaparse del calor del verano.

Aragón también se distingue por sus numerosos espacios verdes y pueblos con encanto. En Huesca, el Valle de Benasque es una joya escondida con sus pintorescos pueblos como Cerler y Anciles, rodeados de prados y montañas.

En Teruel, Albarracín es un pueblo que parece detenido en el tiempo. Sus calles empedradas y casas de color rojizo son un deleite para los visitantes.

Zaragoza no se queda atrás con el  el municipio de Tarazona, con su impresionante catedral y arquitectura mudéjar, es un punto de interés cultural y natural en la provincia.

Aragón en verano es sinónimo de naturaleza exuberante, aventuras al aire libre y pueblos llenos de encanto. ¡Ven a descubrirlo!

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