Las placas Stolpersteine que recuerdan a víctimas del Holocausto
Escrito por
27.05.2023
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Hay un lugar en León, en Huesca, en Cáceres… y en otras muchas provincias; un lugar muy concreto en cuyo suelo se pueden ver placas muy pequeñas (de tan solo 10 cm) que sirven para recordar a las víctimas del Holocausto. Son las placas del proyecto Stolpersteine, presente en toda Europa y que también podemos ver en las calles de muchas localidades españolas.
En los años 90, un artista alemán llamado Gunter Demnig creó el proyecto Stolpersteine, que es una conjunción de historia, arte, recuerdo y activismo. La propia palabra Stolpersteine viene a significar algo así como piedra-tropiezo, y explica muy bien la idea. El objetivo, en el que lleva más de 30 años trabajando, es colocar por toda Europa pequeñas placas de bronce recordando a las víctimas del Holocausto.
Cada placa es un pequeño bloque cúbico de cemento de 10 centímetros de lado que tiene una placa de bronce en un lado en la que está grabado el nombre de la víctima, su fecha de nacimiento, la fecha de su deportación o envío a un campo de exterminio y la fecha de su muerte, salvo en alguna excepción. Estos datos básicos se completan con otros según el caso. Y esto último es importante porque cada uno de ellos es tratado como un caso único, lo que da mucho más valor a esa acción de recuerdo de la víctima.
Las placas están hechas a mano y son individuales
En este sentido, las placas se hacen una a una, a mano, usando para grabar los datos un martillo y algo así como los tipos móviles de las imprentas antiguas. Esta individualización es también una contraposición con la forma en la que murieron los recordados, siendo sólo uno más asesinado de modo industrial. La primera vez que se instala una Stolpersteine en una localidad lo hace el propio creador de proyecto, Gunter Demnig. Posteriormente ya se puede hacer sin su presencia.
Las placas suelen estar en la acera, como si fuera un adoquín más, habitualmente ante la última vivienda de la víctima, o donde nació, trabajó… Se entierra el adoquín, esos 10 centímetros, a la profundidad adecuada para dejar el cemento justo a ras del suelo y que, por lo tanto, lo único que sobresalga de ese nivel sea la propia placa. Así hay una posibilidad de que uno tropiece con ella y tenga que mirar hacia el suelo. Y lea qué pone y durante un momento recuerde o piense en la víctima. Es una idea poderosa, en mi opinión.
Hay más de 75.000 de estas placas por toda Europa, y dado que España fue un país colaborador del nazismo, también hay unas cuantas víctimas del Holocausto cuya última residencia en libertad estuvo en nuestro país. Esto hace que el proyecto haya llegado a España hace unos años y haya unas cuantas placas Stolpersteine por nuestras calles.
Localidades que tienen en sus calles placas del proyecto Stolpersteine
El concreto hay cerca de 500 Stolpersteine repartidas por decenas de localidades españolas. Como es lógico por volumen de población, en algunas localidades grandes se concentran varias placas, como Madrid, Zamora, Soria, Manresa, Lérida o Sabadell. Este último tiene el mayor número de placas en España, con más de 60. Pero no se detiene ahí, sino que también las hay en localidades mucho más pequeñas. Aquí van algunos lugares en los que se pueden ver Stolpersteine en España:
- Navas, en Barcelona, fue el pionero, el primer lugar en España en unirse al proyecto Stolpersteine. Por supuesto, Demnig estuvo presente. En concreto se instalaron en la plaza del Ayuntamiento cuatro placas. Recordaban a Antoni Barberà Pla, Esteve Flotats Caus, Jaume Obradors Grífol y Ramon Sala Besa, que había sido alcalde de la localidad. A estas cuatro se sumó una más, en otra localización, en memoria de Josep Soler Torrens.
- Las islas de Mallorca y Menorca fueron también de los primeros lugares donde se instalaron placas en España por parte de Demnig. Fue en diciembre de 2018 y están en Palma de Mallorca, Ciutadella, Inca, Soller y Esporles.
- Jerez de la Frontera es otra de las ciudades con varias placas. En concreto, tiene cinco Stolpersteine instaladas en sus calles. Por ejemplo, en la calle Molineros o en la plaza del Arenal, uno puede tropezarse, nunca mejor dicho, con estas placas.
- Ponferrada recuerda a varias deportados a Gusen, Mauthausen y Buchenwald en la plaza del Ayuntamiento. Aunque los recordados nacieron en varias localidades del entorno berciano, como Villafranca del Bierzo, Tejedo de Ancares o Albares de la Ribera, entre otras.
- Sallent de Gállego, en Huesca, tiene una placa en recuerdo de uno de sus vecinos, Ángel Ojer, que fue deportado y acabó sus días en el campo de Mauthausen.
- En La Granja de San Ildefonso, en Segovia, hay dos Stolpersteine. Una en la puerta del Parador Nacional, recordando a Pedro Carrillo Pérez, ya que ahí tenía su casa. Por suerte, Pedro Carrillo estaba aún con vida cuando el campo en el que estaba prisionero fue liberado por los aliados. La otra placa está en la calle Ría Alta, ante la que era la casa de Andrés Velasco Moreno.
- En Navalmoral de la Mata, en Cáceres, se recuerda con una placa frente al IES Albalat a Santiago González Martín, asesinado en Mauthausen. Es un caso excepcional, ya que no hay datos concretos sobre la vivienda de la víctima y se optó por la instalación cerca del centro educativo. Dado que este caso se impulsó desde el AMPA de este centro, se colocó ante él, lo que también redunda en que los jóvenes tengan esa referencia cerca durante su formación.
- En Ciempozuelos, Madrid, se recuerda a Agustín Barrios Ortiz, deportado a Mauthausen en 1941, y que murió ese mismo año en Gusen.
- Cártama, en Málaga, recuerda a tres de sus vecinos que murieron en Mauthausen.
La lista de lugares en los que uno puede tropezar con uno de estos recueros por las calles españolas es larga y aún así incompleta. Aunque España no participó directamente en la Segunda Guerra Mundial, es obvio que la guerra y especialmente el Holocausto sí alcanzaron a algunos españoles en su propia tierra, llevándolos al otro extremo de Europa para morir. Nunca está de más pararse un momento y pensar en ello.
Manuel Jesús Prieto