Pipper conoce a Pablo Muñoz Gabilondo de toda la vida, literal. El periodista estuvo presente en el momento en que Kika, la madre de este Parson Russell Terrier, le trajo al mundo en Urnieta, un pueblo cercano a San Sebastián. Nunca había tenido un perro en su familia y durante meses vio cómo la madre le cuidaba y educaba siguiendo su instinto. Era 2016 y, un año después, Pipper se subió al coche de su actual dueño y ya no han vuelto a separarse.
Los primeros viajes de la pareja fueron a Donosti, Pamplona y Madrid. Fue durante esas escapadas cuando Pablo Muñoz Gabilondo observó las dificultades que se presentan cuando se viaja con un compañero canino y las diferencias que hay entre unas y otras localidades.
En San Sebastián, los perros podían entrar en cafeterías o parques públicos no vallados. En la capital navarra, en cambio, nada de eso estaba permitido. Así, decidió que había que era hora de dar a conocer cómo estaba el turismo dog o pet friendly en el país.
Pipper on tour comenzó en 2018 con una web que poco a poco fue creciendo en visitantes. Más tarde, los lectores también seguirían sus aventuras en las redes sociales. Actualmente, es todo un influencer viajero. Con más de 80.000 seguidores en Instagram, la editorial Geoplaneta acaba de publicar su guía España con perro. 200 planes con tu mejor amigo.
“El crecimiento de la popularidad fue algo muy natural”, comenta Pablo Muñoz Gabilondo a EscapadaRural por teléfono. Se encuentra en plena ruta por carretera y, de vez en cuando, interrumpe la conversación para coger el desvío que le indica el GPS y no acabar “en Córdoba en lugar de Granada”.
“Nada más arrancar la gira de Pipper on tour la atención mediática fue muy alta. Creo que fue por la novedad, por ser el primer perro que daba la vuelta a España”, afirma el entrevistado. Antes de emprender el proyecto, se documentó exhaustivamente y vio que nunca se había hecho algo así. Por su profesión –comunicación en turismo– tiene muy interiorizada la importancia de este sector para el país y comprendió que levantar las trabas que existen a la hora de viajar con mascotas es beneficioso para las dos partes: los negocios y los clientes.
Después de cuatro años de viaje, el periodista sostiene que aún sigue habiendo dificultades importantes a la hora de hacer turismo dog/pet friendly, pero también asegura que ha habido avances. “La ciudad de Cáceres, por ejemplo, anunció hace unos meses que abría sus actividades turísticas municipales a los visitantes con mascota. Fue un orgullo que el Ayuntamiento publicase un tuit dando las gracias a Pipper on tour por ‘abrirles los ojos’. Los cambios de algunos sitios inspiran a otros para que se sumen a esta tendencia y para mí es todo un orgullo”, declara.
El mundo rural no es más pet friendly que las ciudades
De entrada, se podría pensar que las ciudades son más hostiles para los viajeros con perro que los entornos rurales, pero no tiene por qué ser así necesariamente. Aunque haya más espacios verdes y más animales que en las urbes, a la hora de encontrar alojamiento surgen los problemas.
“Nos ha pasado estar en mitad del campo en una zona rural y no encontrar ni un solo alojamiento en el que se permitiesen mascotas. En las ciudades, el auge de los apartamentos turísticos ha propiciado que haya una mayor oferta de alojamientos para mascotas y eso está obligando a los hoteles a ponerse las pilas”. Aunque, en un ambiente como en otro están habiendo avances.
Volviendo a Cáceres, por ejemplo, la mitad de los alojamientos son pet friendly, pero en Toledo o Segovia es todo lo contrario. En el caso de atracciones turísticas quizá las zonas rurales están más abiertas a trabajar este nicho turístico abriendo castillos, salas de exposiciones o museos rurales. Pone como ejemplo el Museo de la Judía, que se encuentra en El Barco de Ávila; o el castillo de La Adrada, en el valle del Tiétar.
Arribes del Duero es un punto importante en el mapa de destinos rurales adecuados a familias con mascota, gracias en parte a la labor del famoso perro y su dueño. “Pipper ha sido embajador del destino Castilla y León durante dos años y una de las cosas que hicimos fue hablar con algunas de las compañías de cruceros de la zona e invitarlas a que fueran pet friendly. Logramos que el crucero que parte de Vilvestre, en Salamanca, acepte mascotas y están muy contentos. Es una lluvia fina que se va haciendo y que poco a poco se va notando”, dice Pablo Muñoz Gabilondo.
Según hace memoria a la vez que habla, suelta más referencias de destinos pet friendly que entrarían dentro de lo que se entiende como ámbito rural. “El ayuntamiento de Antequera ha lanzado su programa Antequera pet friendly con una pegatina para los hosteleros y han abierto el museo de la ciudad a visitantes con mascota. En la zona de El Bierzo también han hecho algo similar, así como en Alba de Tormes”.
Para viajeros con perro
Antes de hacer la maleta, el dueño tiene que pensar en las necesidades esenciales del animal. “Hay que tener en cuenta que debe tener un porcentaje importante de espacios verdes y acordarse de que necesita que sus rutinas no cambien demasiado para que esté tranquilo y se encuentre bien. En la medida de lo posible, hay que tener en cuenta sus horarios de comida o de sueño”, explica Pablo Muñoz Gabilondo.
El periodista sostiene que cada perro es un mundo y que hay razas e individuos que tienen un carácter mucho más adaptable y otros mucho más difícil, pero da un consejo que resulta útil para todos: “Para que no extrañen su casa, primero habría que acostumbrarles a dormir en casa de familiares o de amigos antes de salir e irte a dormir a un hotel a 500 kilómetros”.
El sector turístico se ha ido adaptando a los viajeros con perro a la vez que ha crecido la responsabilidad de los dueños de los animales. “Yo creo que la gran parte de las familias que convivimos con una mascota sí estamos concienciadas. Pero es que hay más de nueve millones de perros en España, entonces la minoría que no lo está es grande en número”, afirma Pablo Muñoz Gabilondo.
“No solo tenemos que ayudar a la gente a identificar a los sitios a los que se puede ir con perro sino que también tenemos que ayudarles a ejercer una tenencia responsable porque cuando tienes un perro por primera vez nadie te explica mil cosas que hay que saber”. En ese sentido, Pipper on tour ejerce una labor activa: en esta guía que acaban de publicar hay un capítulo titulado Perros educados, bienvenidos (es su filosofía). Anteriormente habían sacado al mercado la serie de cómics Las aventuras de Pipper con la editorial Alfaguara.
Para él, lo mejor de viajar con perro es que, en una sociedad que vive pegada a la pantalla, te hace reconectar con la naturaleza y con la realidad. “El hecho de ir con un perro primero te obliga a salir y disfrutar más de la naturaleza y además despiertan una simpatía natural en las personas”, comenta. “Si yo voy solo a mí nadie me sonríe ni me pregunta nada, pero si voy con el perro la gente me sonríe, me pregunta por el perro, se acerca. Los perros generan empatía y conexión automática con las personas, son dinamizadores de las relaciones sociales”.
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