Este pueblo recibió su nombre en honor a un perro mastín
Escrito por
15.08.2024
|
6min. de lectura
Índice
Peñarroya-Pueblonuevo es una localidad cordobesa que pertenece a la comarca del Guadiato y que seguramente habrás escuchado nombrar en infinidad de ocasiones. Sin embargo, la historia de este municipio cuenta con detalles muy curiosos de los que quizás nunca hayas oído hablar.
¿Sabías que uno de los dos pueblos que lo componen se llama Pueblonuevo del Terrible en honor a un perro de raza Mastín? Te contamos su historia.
‘Terrible’: un icono del pueblo cordobés
Dicen que en Bélmez, una localidad situada a unos 6 kilómetros de la actual Peñarroya-Pueblonuevo, había un mastín muy fiero que traía a todos los vecinos de cabeza, por lo que lo conocían como el Terrible. Lo que igual nadie imaginaba es que el temido can se convertiría en el protagonista de un acontecimiento que marcaría el hito de la historia de la población.
Cuenta el ayuntamiento de Peñarroya-Pueblonuevo que corría el año 1840 cuando, durante un paseo por el campo, Terrible se puso a escarbar en la tierra de forma insistente, encontrando un yacimiento de carbón. El hallazgo del temido can dio lugar al nacimiento de Pueblonuevo del Terrible.
A partir de ese momento, los yacimientos propiciaron que empezasen a fundarse nuevas compañías mineras en el municipio. Sobre todo, francesas.
Tanto es así, que el primer Cerco Industrial (declarado Bien de Interés Cultural andaluz desde 2018) se levantó frente a Pueblonuevo del Terrible en el año 1875 por la Hullera Belmezana, una metalúrgica con capital francés que daría lugar en 1881 a la fundación de la Sociedad Minera y Metalúrgica de Peñarroya (SMMP).
La francesa SMMP fue dotando al lugar de todo un complejo de talleres metalúrgicos, mecánicos y de otros servicios que pudiesen atender las necesidades del mantenimiento de los ferrocarriles, minas e industrias.
Y así, poco a poco, el Cerco industrial fue ganando poder, hasta ser considerado en 1914 como uno de los más importantes de Andalucía y el más grande Córdoba, contando entre sus muchas industrias con fundición de plomo, central térmica, taller de desplatación o productos químicos, entre otras.
Y cómo no, esta revolución industrial y minera fue acompañada de otra de carácter social, ya que empezaron a llegar inmigrantes a la zona (sobre todo, procedentes de Francia, Portugal e Italia) para ofrecer su mano de obra en todo este entramado minero. Fíjate cómo en menos de 100 años, el lugar vive toda una revolución que cambiaría el futuro de sus gentes para siempre.
«Al pasear por la ciudad observarás el legado arquitectónico que dejó el pasado, donde se refleja una personalidad multicultural. Se puede apreciar, sobre todo, la identidad francesa, que llegó a finales del siglo XIX de la mano de la Sociedad Minera y Metalúrgica de Peñarroya», remarca el ayuntamiento de la localidad.
A todo esto, y volviendo al momento cumbre de la llegada de inmigrantes para trabajar en la zona, los mineros explotaban la línea férrea entre Belmez y el Castillo de Almorchón (Badajoz) y la terminación del ferrocarril entre Belmez y Córdoba.
Peñarroya y Pueblonuevo llegaron a fusionarse el 23 de febrero de 1927 y una figura de ‘Terrible’ luce en la plaza de Santa Bárbara, en reconocimiento a su aportación a la historia de la localidad.
Peñarroya-Pueblonuevo: un gran patrimonio histórico y natural
Hasta aquí te hemos contado una pequeña parte de la historia de esta localidad de tradición minera pero no hay que pasar por alto otros muchos atractivos que harán que tu escapada sea de lo más enriquecedora, como su entorno natural, que debido a su situación geográfica, como es Sierra Morena, es muy diverso.
«Podemos encontrar peces, como la pardilla, la carpa, el barbo y el black-bass; anfibios y reptiles como el lagarto ocelado, la lagartija ibérica, la salamanquesa y la rana común partero; aves como los estorninos, los zorzales y petirrojos, la tórtola, la perdiz y entre las de presa, el águila real y el águila imperial. En cuanto a las aves acuáticas encontramos: ánade real, la garza real e imperial y la cigüeña. También, encontramos especies como el ciervo y el jabalí, los zorros, tejones, gatos monteses; y más pequeños como la comadreja, el erizo, la liebre o el conejo», celebra el consistorio de esta localidad cordobesa.
En definitiva, los amantes de la pesca y la caza tienen en este entorno natural, un idóneo lugar para practicar sus aficiones y venir a pasar un buen rato en estas tierras mineras.
Y una curiosidad para terminar…
Por último, no podemos despedirnos del recorrido imaginario por el antiguo Pueblonuevo del Terrible sin explicaros que se cuenta que un importantísimo visionario e inventor anduvo correteando por las calles de esta localidad minera hasta que tenía unos cinco años. ¿Sabes de quién te hablamos? Acompáñanos porque te quedarás ‘de cristal’.
Según explica El Día de Córdoba, por Pueblonuevo del Terrible debió pasearse la baronesa Costanza Bich Perrod«, esposa de Mario Bich, un ingeniero de minas del staff de la Sociedad Minera y Metalúrgica de Peñarroya. El matrimonio se instaló en Pueblonuevo del Terrible y tuvo varios hijos. Sin embargo su amor duró poco porque en 1910, Constanza falleció y fue enterrada en el cementerio de la localidad cordobesa.
Mario Bich contrajo segundas nupcias con María Victoria Muffat de Saint Amour de Chanaz y, ahora sí, de esta pasión nació el que hoy se conoce como el padre de la democratización de la escritura. Ni más ni menos que Marcel Bich (1914)», el visionario que puso el famoso boli Bic Cristal en el mercado en 1951 bajo la marca BIC®.
Y dirás, ¿pudo influir de alguna forma su paso por Pueblonuevo del Terrible con su descubrimiento cuatro décadas después?. Pues nadie lo ha podido confirmar, al igual que nunca desveló los componentes de la tinta utilizada. Sin embargo, según afirma la mencionada publicación de El Día de Córdoba «sí se conoce que la punta esférica se pule con polvo de diamante durante cinco días para que sea perfectamente redonda y que cada boli tiene una capacidad de escritura de tres kilómetros, más o menos desde la tumba de Costanza Bich Perrod hasta el Museo Geológico Minero, por la carretera de la Estación». ¿No te parece curioso?
Verónica Gómez
Amazing to read the history of my town PUEBLONUEVO DEL TERRIBLE . I was born there in 1934 and left in 1947 to joing my farther in LONDON after WW2..
Lo he visitado varias veces y si dios quiere pienso visitar mi pueblo otra vez.
Luchisimas gracias por la historia.
Muchas gracias por su comentario. El sitio y su historia merecen ser conocidos. Un saludo 😉