Passadiços do Mondego, la mejor pasarela para descubrir la Serra da Estrela

Desde noviembre del año pasado, es posible recorrer algunos de los lugares más bonitos del Geopark Estrela -un territorio reconocido por la UNESCO- a través de unas nuevas pasarelas. Los Passadiços do Mondego se encuentran en el municipio portugués de Guarda, a dos horas de Salamanca, y el recorrido sigue el curso del río Mondego, facilitando la llegada a lugares y paisajes que hasta ahora eran inaccesibles. 

Desde que abrieron, los 12 kilómetros de las pasarelas han sido visitadas por más de 45 mil personas, de acuerdo con el Ayuntamiento de Guarda. La ruta está compuesta por cinco kilómetros de itinerario ya existentes, a los que se les ha añadido un trayecto de siete kilómetros, que muestran los paisajes más espectaculares de la Serra da Estrela.

La senda de madera discurre por el curso del río Mondego y dos de sus afluentes: Ribeiro do Barrocal y Caldeirão. Además, a lo largo del recorrido los visitantes podrán atravesar varios puentes que han sido rehabilitados, tres de ellos colgantes; contemplar espectaculares cascadas o ver de cerca algunos tesoros arquitectónicos. 

Los Passadiços do Mondego comienzan junto a la Barragem do Caldeirão, construida en 1988 para abastecer de agua al municipio de Guarda, se extiende por los territorios de los pueblos de Trinta, Vila Soeiro y termina en la aldea de montaña Videmonte.

Una pasarela, tres posibilidades de rutas

La ruta completa de 12 kilómetros es un camino lineal, bastante exigente por su desnivel acumulado de 800 metros y se necesitan más de cuatro horas para completarla. La opción más común es caminar por los Passadiços do Mondego en un solo sentido, pudiendo iniciar la caminata en la entrada de la Barragem do Caldeirão o en la entrada de Videmonte.

Pero los visitantes pueden optar por otras más cortas. Existe la posibilidad de iniciar la ruta en la entrada intermedia de Vila Soeiro, una opción a tener en cuenta para aquellos que no tengan intención de recorrer toda la pasarela. Esta es una ruta sugerida para personas con movilidad reducida.

Para las familias, es recomendable entrar en Videmonte por un recorrido lineal de 2 kilómetros que finaliza en Açude dos Trinta.

Los Passadiços do Mondego se pueden visitar en un horario de 9h a 17h horas del 1 de noviembre al 31 de marzo. Desde el 1 de abril y hasta el 31 de mayo el horario será de 8h a 18h horas y desde el 1 de junio hasta el 31 de agosto el cierre se extenderá hasta las 20h horas, y del 1 de septiembre al 31 de octubre abrirá de 8h a 18h.

En cuanto al precio, desde febrero de 2023 la entrada tiene un precio de un euro, excepto los menores de 12 años que accederán gratis. Para poder pasear por los Passadiços de Mondego se recomienda hacer una reserva previa a través de su página web.

Un patrimonio natural y cultural inmenso

A lo largo de sus 12 kilómetros, los Passadiços de Mondego pasan por numerosos espacios únicos del Parque Natural Serra da Estrela. Entre ellos destaca el Geositio Miradouro do Mocho Real, un mirador a 700 metros de altura que sorprende con sus espectaculares vistas al valle del Mondego; la peculiar Cascata do Caldeirão, también conocida como Cascata Rosa; y la Albufeira do Caldeirão.

A estos lugares se suman otros tesoros como restos de patrimonio industrial de antiguas fábricas de lana o fábricas de producción de electricidad, testimonios de un pasado ligado a la industria textil de este territorio. También hay vestigios más antiguos como una calzada romana y un puente medieval (entre Pêro Soares y Mizarela) que se cree que se construyó sobre un puente existente de la época romana.

En esta ruta, podrás también descubrir la riqueza de la biodiversidad de este lugar. Las aguas puras y cristalinas del río Mondego y sus afluentes permitieron el desarrollo de especies típicas de estos ecosistemas como alisos, fresnos y sauces.

No te sorprenderá escuchar el canto del martín pescador o el mirlo acuático, acompañado del croar de la rana verde y varias especies de sapos. Acompañando el meandro del río, especies como el lagarto verdinegro, el desmán ibérico y la nutria llenan de vida este valle, enclavado entre montañas.