Os de Civis, el pueblo español al que solo se puede llegar desde Andorra
Escrito por
23.11.2023
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Según el Diccionario de Geografía Aplicada y Profesional de la Universidad de León (2015), un periclave es: “el territorio no separado del resto, pero al que no se puede llegar sin atravesar un territorio extranjero, o bien que le es mucho más fácil acceder a un territorio extranjero que a su propio país”. No hay demasiados en el mundo y resulta que uno de ellos pertenece al Estado español aunque solo se puede llegar a él pasando por Andorra. Es una localidad muy pequeña pero aún así cumple todas las características del término y resulta una curiosidad que no mucha gente sabe pese a su peculiaridad.
Su nombre es Os de Civis, aunque también se conoce como Aós de Civís y pertenece a Lleida, en concreto al municipio de Valles del Valira, situado en la comarca catalana del Alt Urgell. Son muy pocos vecinos, de hecho según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) el 1 de enero de 20122 en el registro de su población figuran 36 hombres y 24 mujeres, es decir, 60 personas. Un descenso significativo desde el año 2000, en el que constaban 117 vecinos.
El goteo de la despoblación responde a los mismos patrones que lo que sucede en el resto del país, aunque hay que tener en cuenta que la situación de Os de Civis es especial más allá de sus peculiaridades de acceso. Se encuentra en un punto de montaña elevado y con condiciones meteorológicas complicadas en los meses de invierno y primavera, cuando las temperaturas hacen que el frío sea extremo y la nieve y el hielo se convierten en dos habitantes más de sus calles.
Además, solo se puede llegar a esta pequeña aldea mediante vehículo privado por la carretera CG-6 desde Aixovall y pasando por Bixessarri, un pueblo que pertenece a Andorra y es más minúsculo aún. Lo cierto es que tanto por su entorno natural como por su arquitectura, ambos son muy parecidos aunque pertenezcan a dos administraciones estatales diferentes. Sus casas mantienen los tejados de pizarra negra típica de esa zona de los Pirineos, así como una iglesia románica. La de Os de Civis está consagrada a San Pere i Santa Margarida y está erigida sobre un antiguo castillo. En su interior había un mural gótico pintado al fresco que ahora se puede ver en el Museo Diocesano de la Seu d’Urgell.
Asimismo, en el pequeño terreno que ocupa esta aldea, se pueden ver rastros medievales en algunas de sus casas y en un palomar en forma de torre que se encuentra a las afueras, en la falda de la montaña entre los ríos Salòria y Setúria. Una curiosidad es que en los dinteles de las puertas de las viviendas se suele colgar una flor llamada carlina, que sirve (a quienes creen en ello) para evitar que las brujas y malos espíritus se cuelen en el interior. La leyenda cuenta que las brujas se quedaban extasiadas contando los pelitos de los tallos durante toda la noche y cuando llegaba el amanecer se tenían que ir de nuevo a su guarida, por lo que nunca llegaban a entrar.
Hay otra leyenda relacionada con el pueblo, la que ‘explica’ por qué se trata de un periclave. Por lo visto, en la antigüedad había una disputa entre los pastores catalanes y los andorranos que trabajaban en el valle por la propiedad de los prados. La discusión llegó a su fin con una batalla entre ambos bandos en el Coll de la Botella (territorio andorrano actualmente) que ganó un catalán. Y visto lo visto, la validez de la historia continúa.
El funcionamiento del pueblo, que hasta 1982 no tuvo ni teléfono ni electricidad, también es curioso. Por un lado, el abastecimiento de electricidad depende de PEUSA, una compañía de Urgell pero los niños asisten a escuelas de Andorra y la recogida de basuras o el mantenimiento de la carretera también es cosa del ejecutivo andorrano. Sin embargo, son los Mossos d’Esquadra quienes se encargan de la seguridad y la legislación ante la que responden los vecinos es la española. También votan en España, claro.
Qué se puede hacer en Os de Civis
Además de viajar al extranjero para llegar a él desde España, las principales atracciones del pueblo están relacionadas con los pasos. Por un lado, se pueden recorrer sus calles empedradas (no hay asfalto) y conocer sus recovecos y por otro, se pueden realizar algunas de las rutas de senderismo que parten de allí. Hay que tener en cuenta que se encuentra en lo alto de la montaña, así que gran parte de ellas requieren cierto nivel de experiencia y preparación física.
Por ejemplo, se puede realizar el recorrido que transcurre por la orilla del río Saloria, en el que se puede ver algún salto de agua y puentes de madera. Tiene una longitud de 5,69 kilómetros y una dificultad de grado medio, con algún tramo un tanto complicado. Es una ruta circular y se completa en dos horas y cuarto. Desde el pueblo también se puede llegar caminando al Pic Saloria (10,24 kilómetros de distancia) o al Coll de Conflent (9 kilómetros), entre otros objetivos montañeros.
Pese a su pequeño tamaño, en Os de Civis también hay algunos restaurantes en los que disfrutar de comida de alta montaña típica catalana como la escudella o la carne de caza. Una manera de recuperar fuerzas después de una buena caminata o de disfrutar, sin más, de alegrar el paladar en un periclave de altura, que no es tan habitual.
Carmen López
Maravilloso Os de Civis. Lo conocí hace unos años y quedé enloquecida. Viviría ahí.