6 deportes tradicionales y pruebas para unas Olimpiadas rurales

Escrito por

06.08.2021

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8min. de lectura

Olimpiadas rurales
Por Javier Mediavilla Ezquibela

España es un país con muchas tradiciones, incluso en el ámbito deportivo. Existen numerosos juegos y deportes rurales alrededor de nuestro mapa que se han logrado mantener a lo largo del tiempo. Como es el caso de la pelota vasca, las regatas de traineras, la lucha regional o los bolos. Otros no han tenido tanta suerte: o están en declive, o han desaparecido.  

En el año 2008, la localidad de Añora, en Córdoba, quiso recuperar la cultura popular trasmitida por sus mayores y organizaron un evento deportivo para garantizar su transmisión a las futuras generaciones. Fueron las primeras Olimpiadas Rurales de España y, desde entonces, se han ido celebrando cada verano a excepción de los años 2020 y 2021, a causa de la pandemia.

En estas Olimpiadas Rurales los vecinos y visitantes compiten de forma individual o en equipo en carreras de sacos, zancos, la comba, la sillita de la reina o la soga, entre otras actividades. También hay pruebas poco conocidas si no estás muy familiarizado con el entorno rural. Por ejemplo: el garrote, a piola, mizos o la cucaña. En la página de las Olimpiadas Rurales puedes ver todos los juegos, aunque habrá que esperar un año más para poder asistir a ellos. 

Para ir entrando en materia, en esta lista os dejamos algunos deportes tradicionales y curiosos de España que, aunque son muy populares en su lugar de origen, algunos igual te sorprenden. Quizá, si algún día se organizasen unas Olimpiadas Rurales a nivel nacional muchos de ellos estarían presentes. 

Barrenadores

Este curioso deporte consiste en hacer perforaciones en piedras con una barrena, una barra de acero de 2 metros de longitud. Tiene origen en el País Vasco y está vinculado a los mineros, pues en las explotaciones mineras de los siglos XIX y XX los barrenadores eran los que se encargaban de las perforaciones en las minas y canteras. Para demostrar su fuerza, entre ellos comenzaron a competir llevando su hazaña hasta las plazas de los pueblos los días de descanso, donde se acumulaban grupos de curiosos. 

El oficio desapareció en los años 30 con la incorporación de los martillos hidráulicos y compresores. Las competiciones también, aunque en 1998 el pueblo de Ortuella, en Vizcaya, recuperó la tradición. Hoy tienen diferentes clubs de barrenadores, organizan ligas y hasta tienen el Día del Barrenador, que se celebra el 26 de octubre.

Bolos huertanos

Los bolos huertos se llevan practicando en la Huerta de Murcia desde el siglo XV, aunque está regulado desde finales del siglo XX . Tradicionalmente, en las salidas de las huertas había un carril de tierra donde los hombres que trabajaban las tierras jugaban. 

Hermano de los bolos, su peculiaridad está en la forma, pues son más alargados, y en cómo se colocan. Durante las partidas tiene que haber un mínimo de 6 y un máximo de 9. Los equipos están compuestos por 3 participantes y sus reservas, un empinador, el delegado y el árbitro reservado. 

Los campos de juego tienen una longitud de 38m de largo y 5m de ancho, tienen que ser de tierra dura, planos y cercados por una valla. Después de cada partida, el encargado del equipo local riega, vierte arena y vuelve a pintar las rayas según las reglas de la Federación de Bolos Huertanos

Este deporte es un orgullo regional y en él también hay ligas. La regular se celebra entre febrero y junio. Cuando finaliza, además, se organiza una partida especial en la que participan los mejores boleros del margen derecho e izquierdo del río Segura. 

Carrera de madreñas

En la categoría de atletismo los asturianos nos presentan una curiosa modalidad: la carrera de madreñas. Las bases son las mismas que si corriésemos en deportivas, salvo por una peculiaridad, aquí hay que hacerlo con unas madreñas. Este es el calzado tradicional que se usa en las zonas rurales, en huertos y caminos embarrados en el norte de España. Se trata de unos zuecos de madera de una sola pieza que llevan unos tacos en su suela para poder andar sobre el barro o las zonas resbaladizas. También eran utilizadas en las explotaciones mineras y en las fábricas de conservas. 

Hoy, aunque es poco frecuente su uso, en las zonas rurales aún se pueden ver. Asimismo, para recuperar la tradición, diferentes localidades organizan carreras con ellas. En la San Silvestre de 2019  el municipio de Llanera propuso una nueva modalidad en la que se incluían. Os aseguramos que no es fácil caminar con ellas, mucho menos correr. 

Levantamiento de arado

El levantamiento de arado es una prueba psicomotora muy conocida en las Islas Canarias. También proviene del entorno rural y se trata de una demostración de fuerza, cuando utilizaban los materiales que tenían en su entorno. El juego consiste en elevar un arado del suelo con las manos desde el timón, en el extremo opuesto a la reja, hasta que quede en el aire en posición vertical. Allí habrá que mantenerlo en equilibrio para, una vez terminada la demostración, descenderlo de forma controlada hasta colocarlo en el aire de forma horizontal, donde el participante deberá de dar un giro de 360º antes de depositarlo en el suelo. 

Este deporte debe su difusión al luchador canario José Rodríguez Franco, conocido como el Faro de Maspalomas, quién tenía una habilidad especial para el levantamiento de arado, que practicó hasta los 73 años. Lo comenzó a practicar después de haber visto cómo lo hacía el agricultor Matías Hernández a comienzos del siglo XX. 

Regatas de traineras

Más conocidas son las regatas de traineras, muy populares en la cornisa Cantábrica. Estas embarcaciones tradicionalmente estaban dedicadas a la pesca en mar abierto. Los tripulantes la impulsaban remando, luchando contra las corrientes del mar hasta llegar a los caladeros para recoger el pescado y volver lo más rápido posible al puerto, donde venderían la mercancía. Llegar el primero era importante, ya que podías subastar antes y el precio de la captura era mejor. Esa rivalidad entre las diferentes traineras hizo que los pescadores cada vez fuesen más rápidos y acabó convirtiéndose en un deporte. 

Otrora, los remos eran de madera. No obstante, hoy en día ya se fabrican de un material mucho más ligero y resistente como el carbono. La trainera tiene 12 metros de eslora y en ella van 13 remeros más el patrón. Se suele competir contra otros equipos en mar abierto, rías o bahías. Y existen diferentes modalidades como la contrarreloj, travesía o en línea, que es la más habitual. En esta última, las traineras deben regatear las bálizas o boyas manteniendo una distancia de 1.389 metros. Para ello, las embarcaciones tienen que hacer cuatro largos y tres giros. 

Desde 1944 se celebra el Campeonato de España de Traineras, en el que participan los equipos clasificados en las pruebas regionales de Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco. En esa primera edición ganó el pueblo cántabro de Pedreña. Otra de las competiciones más importantes es la Bandera de La Concha, también conocida como la olimpiada del remo. Se celebra los dos primeros domingos de septiembre. 

Harri-jasotze

Más conocido popularmente como levantamiento de piedras, este deporte vasco consiste en levantar piedras de diferentes tamaños, formas y pesos. No hay mucha documentación sobre sus orígenes, aunque se cree que viene del mismo esfuerzo de los trabajos manuales en la cantera y en el entorno rural. El primer documento del que hay referencias es sobre un reto disputado entre un vecino de Itziar  y otro de Elgeta en Ermua en el año 1885. Ambos se retaron a ver quién lograba levantar más piedras y de mayor tamaño y a su alrededor se juntó un gran gentío. 

La reglamentación sobre los pesos y las formas de las piedras, generalmente de granito, no llegó hasta el siglo XX. Desde entonces, las piedras utilizadas que solían ser irregulares debían tener forma de cilindro, cubo, esfera o rectángulo. 

En el País Vasco existen numerosas competiciones de harri-jasotze. En ellas duele haber dos participantes, que intentan levantar el mayor número posible de piedras. El deportista número uno de esta modalidad es Iñaki Perurena, que en 1999 hizo historia con 1.000 levantamientos continuos de una piedra de 100 kg en poco más de 5 horas. 

Euskadi es la región con competiciones rurales más curiosas. Y es que, además de levantar piedras, perforar rocas o jugar a la pelota vasca, también compiten en cortar árboles, arrastrar piedras o cortar el césped. Este último se hace a mano con una guadaña. El equipo que más kilos de hierba haya cortado en un tiempo estipulado es el que gana. También hay la modalidad entre quién corta más: una guadaña o una desbrozadora. ¿Adivináis quién ganó?

Laura Fernández

Periodista, blogger y viajera. No necesariamente en ese orden. En ocasiones me despierto sin saber dónde estoy. Adicta a los cómics y a los noodles con salsa de cacahuete. Redactora en @escapadarural, colaboradora en la Conde Nast Traveler y en la Divinity. Mi casa: Meridiano180.

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