O Cebreiro, la aldea de las “pallozas” y del Santo Grial
Escrito por
15.04.2025
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Palloza en O Cebreiro. Por Stanislava

Que el tamaño no importa nos lo demuestra claramente la pequeña aldea de O Cebreiro, en la provincia de Lugo (Galicia). Pese a su reducido tamaño y a ser hogar de tan solo 120 habitantes, tiene un rico patrimonio y una belleza rural embaucadora. Quien ha hecho el Camino de Santiago Francés seguro que lo conoce, ya que es el primer pueblo gallego de esta vía y posee uno de los albergues más concurridos.
La aldea está en la comarca de Los Ancares y guarda dos joyas especiales para quienes se acercan hasta este recóndito lugar: sus peculiares pallozas y, según la leyenda local, nada menos que el buscado Santo Grial. ¿Conoces la historia?
Un pueblo atravesado por el Camino de Santiago

La aldea pertenece administrativamente al municipio de Pedrafita do Cebreiro. Se encuentra a 1.330 metros de altitud, lo que le da un toque bucólico en medio de un paisaje verde de montaña. Durante siglos ha sido un enclave estratégico de paso, tanto en épocas romanas como en la Edad Media. Y el máximo exponente es la vía del Camino de Santiago que discurre por el poblado y que se mantiene en la actualidad, dejando numerosas huellas.
La ruta jacobea ha sido clave en el asentamiento de O Cebreiro. Tanto, que el núcleo poblacional se fundó hacia el año 863 en torno a la hospedería que se construyó para cobijar a los peregrinos que se dirigían a la tumba del apóstol. Para llegar hasta aquí, se sigue una subida algo dura, pero el premio de llegar a un paraje incomparable lo compensa con creces.

Como curiosidad, te contaremos que en O Cebreiro está la iglesia más antigua del Camino de Santiago que sigue en funcionamiento, la Iglesia de Santa María la Real. Además es, sorprendentemente, el segundo templo más visitado de Galicia, solo por detrás de la Catedral de Santiago. En la aldea también se conserva el mencionado hospital de peregrinos que data del siglo IX.
Otro ejemplo de la importancia de la ruta jacobea en esta aldea es el Monumento al Peregrino que está en el Alto de San Roque. Es una estatua que encontramos saliendo del núcleo urbano, en dirección a Triacastela, y donde suelen parar los caminantes a descansar y contemplar el paisaje. Aunque O Cebreiro es pequeña, el éxito internacional del Camino de Santiago hace que sea un lugar algo masificado en verano. Así que si buscas tranquilidad, te recomendamos evitar ir los meses de julio y agosto.
En O Cebreiro está la iglesia más antigua del Camino de Santiago que sigue en funcionamiento, la Iglesia de Santa María la Real. Es el segundo templo más visitado de Galicia, solo por detrás de la Catedral de Santiago
Las curiosas pallozas de O Cebreiro
Una de las cosas que más os llamarán la atención al llegar a O Cebreiro son unas construcciones de piedra con unos curiosos techos de paja. Se trata de las pallozas, las viviendas tradicionales de la zona de Los Ancares y el Bierzo. Su origen es prerromano y se cree que sería posiblemente de la época celta. En otros lugares como León o Asturias hay construcciones similares llamadas teitos.
Las pallozas son ejemplos de la arquitectura típica, aunque en la actualidad ya no están habitadas. La última en estarlo se abandonó a mediados del siglo XX, funcionaba como hogar. Tienen una fachada de piedra, el techo de paja y la planta oval como adaptación al clima de las zonas montañosas. La forma circular favorece la distribución del calor y sus muros de piedra, bajos y amplios, ayudan a mantener la temperatura.

El techo espeso de paja, por su parte, estaba preparado para resistir fuertes rachas de viento y aguantar el peso de la nieve. En estas viviendas que han estado en pie más de 2.000 años podían llegar a convivir hasta 10 personas, además de ganado. En el interior solían tener el fuego encendido todo el día, lo que permitía mantener la estancia a unos 15 grados.
Hoy se conservan cuatro pallozas. Dos son visitables por dentro, otra se utiliza como almacén y la cuarta, la de Xan López, funciona como Museo Etnográfico gestionado por la Xunta de Galicia. En su interior se exhiben muebles; útiles relacionados con el trabajo textil, agrícola y ganadero; y utensilios que se empleaban en la vida cotidiana de la comarca. El espacio museístico abre de martes a sábados: de octubre a junio, de 11h a 18h, y de junio a septiembre, de 8.30h a 14.30h.
La leyenda del Santo Grial
Muchos lugares del mundo reivindican tener el buscadísimo y codiciado Santo Grial. O Cebreiro es uno de ellos y de aquí viene el hecho de que aparezca en el símbolo heráldico de Galicia. ¿Por qué?
La leyenda local cuenta que en una noche fría de Nochebuena en el siglo XIV, un vecino de la aldea de Barxamaior fue a la misa del gallo. Tras pasar la penuria de tener que superar el camino con una copiosa nevada, una vez en el templo, se obró el milagro. El pan del sacerdote se convirtió en carne y el vino, en sangre. Paralelamente, la imagen de la Virgen con el Niño que había en el altar inclinó la cabeza para contemplar el prodigio, una postura que se quedó para la eternidad.

El mito se engrandeció cuando, un siglo después, los Reyes Católicos se fijaron en las reliquias de O Cebreiro. Tuvo tal repercusión la expansión del supuesto milagro, que entonces corrió la voz de que ese cáliz era el Santo Grial. Hoy esta reliquia y la patena se exhiben en una de las capillas laterales de la iglesia de Santa María la Real. Es objeto de devoción y peregrinación.
Por cierto, un buen momento para viajar a O Cebreiro es con motivo de la romería Os Milagros. Es multitudinaria y se celebra en torno al 8 de septiembre para venerar a la Virgen y las reliquias del Santo Milagro. Lo mejor es lo que viene después: una abundante comida con platos típicos gallegos donde no falta, por supuesto, el pulpo.
Raquel Andrés
Periodista y aventurera. Me has podido leer en Escapada Rural, Diari Nosaltres La Veu, La Vanguardia, El Salto y otros medios. Habitante y amante de las zonas rurales, sea cual sea el destino. Procuro escaparme una vez por semana con las botas de montaña, el arnés o el neopreno. También soy un intento de baserritarra.
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