No solo hay playas azules: también hay senderos azules y estos son algunos de ellos
Escrito por
25.06.2021
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¿De playa o de montaña? Habrá quien diga que le gustan ambos destinos por igual, pero es inevitable que en el fuero interno palpite una pequeña preferencia. Los granos de arena pueden molestar un poquito más que las piedritas del camino. O las medusas pueden dar más miedo que los mosquitos y caminar por el campo quizá sea más cansado que tumbarse en la toalla a la orilla del mar. Hay múltiples factores que inclinan la balanza –aunque sea ligeramente– para un lado o para otro, así que a la hora de escoger destino puede haber discusiones alrededor de este tema.
Pero una buena noticia para aquellos que prefieran caminar a nadar: si los playeros esgrimen el argumento de la bandera azul como guía fiable para encontrar un buen sitio, los senderistas pueden rebatirlo con el mismo (y al menos quedar empatados). Resulta que no solo las playas pueden obtener este distintivo de calidad, sino que también existen los ‘senderos azules’. Para llegar a un punto de acuerdo, una buena noticia para ambos bandos: los senderos transcurren por el litoral, así que los playeros tienen cerca su destino preferido.
Este programa está promovido por la ADEAC (Asociación De Educación Ambiental y del Consumidor) y cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad, del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. El objetivo es impulsar el turismo sostenible y respetuoso con el medio ambiente que se plantee como alternativa al modelo masivo de sol y playa que ha imperado hasta el momento. Invitan a “descubrir los valores naturales, patrimoniales del litoral y de aquellas zonas de interior, próximas a la costa, que poseen muchos atractivos”, explican desde la organización.
Actualmente, tienen el título senderos azules las siguientes comunidades: Andalucía, Asturias, Islas Baleares, Cantabria, Islas Canarias, Cataluña, Comunidad Valenciana, Extremadura, Galicia y Murcia. Para conseguirlo deben cumplir una serie de requisitos orientados a alcanzar ese objetivo mencionado anteriormente.
Estos son, entre otros: que el municipio cuente con una playa o puerto deportivo que ostente la bandera azul en la misma temporada, que el sendero tenga como mínimo 500 metros de longitud (no se ha establecido un máximo) y que estén señalizados convenientemente. Uno de los factores importantes de cara a la preservación del entorno natural por el que transcurre la vía es: “aprovechar los trazados ya existentes y recuperar senderos previos, definiendo un único sendero y eliminando sendas alternativas en desuso para convertirlas en áreas renaturalizadas”. En resumen: cuidar del medio ambiente.
En Andalucía, por ejemplo, hay varias provincias que entrarían dentro de la Ruta de los Senderos Azules. En Cádiz, más concretamente en Chiclana de la Frontera, se encuentra el Sendero Novo Sancti Petri que transcurre paralelo a la conocida playa de La Barrosa. El caminante pasará sobre dunas estabilizadas con vegetación autóctona como sabinas, lentiscos o carrascas.
Y los aficionados a la observación de los animales pueden entretenerse buscando culebras de escalera, escarabajos, insectos o incluso camaleones. El sendero termina en la torre del Puerco, torre vigía del siglo XVI (declarada Bien de Interés Cultural), así que además de la naturaleza también se puede disfrutar de la historia.
En la otra punta del país, en Asturias, también se puede escoger entre varias opciones. Una de las más atractivas es la Senda Peatonal de la Concha de Artedo situada en el popular pueblo de Cudillero. Empieza en la pequeña villa de Lamuño y llega hasta la playa que le da nombre a la ruta. Hasta llegar hasta ella se pasa por un antiguo lavadero rehabilitado y el área recreativa de Monte Valsera (si el hambre aprieta es un buen lugar para hacer una parada de avituallamiento).
No demasiado lejos, en el pueblo cántabro de Arnuero aparece señalizado como azul el camino de la playa de Quejo a la ría de Castellanos. El punto de partida está al lado de la playa del Sable y para llegar al final, la playa de La Arena, hay que caminar entre pastos y sobre los acantilados. Sin salir de la comunidad también se puede transitar el Sendero Azul Ruta de la Costa, en Noja. El trayecto, de 2 kilómetros, conecta las playas de de Ris y Trengandín, pasando por ejemplos de dunas colgadas sobre acantilado de Cantabria, un espectáculo digno de visitar.
En Extremadura, en concreto en Badajoz, también existe un sendero azul. Antes de que alguien señale que estos deben estar cerca del litoral y que en esta comunidad hay de todo menos playas, un momento: los lagos también sirven y el Sendero Azul Costa Dulce está en el pantano de Orellana la Vieja. Una zona con una vegetación en la que abundan enebros, brezales y encinares, entre otras muchas especies además de una importante población de avifauna.
El Sendero Azul Camí d’ Es Comú se encuentra en la localidad de Muro, en la isla balear de Mallorca, concretamente en su parte noroeste, en la bahía de Alcúdia. Está en una cuenca central marcada entre la sierra de Tramuntana al norte y la sierra de Llevant al sur y forma parte del Parque Natural de s’Albufera, creado en 1988: fue el primero de las Islas Baleares. Aquellos que sueñan con las calas blancas de Menorca disfrutarán con el Sendero Azul de Ferreries, que sigue el trazado del Camí de Cavalls (paralelo a la línea de la costa) y termina en Cala Mitjana.
Estos son solo algunos de los que aparecen en la lista de 2021, sirvan como ejemplo. Pero merece la pena echar un vistazo a la oferta completa: pueden utilizarse como elemento determinante a la hora de escoger lugar de vacaciones ¿Cuál es el sendero que te llama más la atención? Pues ponte en marcha y disfruta de una caminata con baño incluido para poner broche final. La felicidad de las pequeñas grandes experiencias.
Carmen López