¿De dónde viene el dicho “Ni quito ni pongo rey”? El Juego de Tronos castellano del siglo XIV

31.03.2023

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6min. de lectura

Montiel: "Ni quito ni pongo rey"
En Montiel «Ni quito ni pongo rey». Por Juanje Pérez

Hay un lugar en Ciudad Real donde se asesinó a un rey, se cambió de dinastía en el trono de Castilla y se dio lugar a un dicho popular, todo en un momento: se trata de Montiel. Aunque, como siempre, no era más que el punto final a una larga historia que llega incluso más allá de nuestras fronteras.

Una historia digna de película, usando el tópico, aunque más bien daría para toda una serie. Una escena que no resultaría extraña en Juego de Tronos, pero histórica y ocurrida en la Castilla del siglo XIV. Por supuesto, en lo que sabemos hoy de ese momento crítico se mezclan la historia, la leyenda y la literatura.

Un rey que muere y dos hermanastros que van a la guerra por el trono

Alcázar de Segovia
Vidriera en el Alcázar de Segovia sobre Pedro I y Enrique II. Por Bernard Gagnon

Alfonso VI de Castilla fue rey de Castilla en la primera mitad del siglo XIV. Fue padre de una colección larguísima de hijos, con dos mujeres diferentes. Pero de entre toda esa descendencia nos interesan dos hombres. El que sería Pedro I de Castilla, hijo de Alfonso VI y María de Portugal; y el que sería Enrique II de Castilla, hijo de la amante del rey, Leonor de Guzmán.

Leonor dio al rey una decena de hijos y se encargó de que poco a poco estos fueran alcanzando posiciones de poder dentro de Castilla. Tan bien lo hizo que los Trastámara, que es la dinastía de Enrique II y de sus hermanos, se acabaría convirtiendo en una de las más importantes de su época.

Así se llegó a la situación con la que comenzó una guerra civil, que además era entre hermanos. O, parafraseando a Vargas Llosa, a la muerte de Alfonso VI se jodió Castilla. Una Castilla en la que además andaba la peste negra cobrándose vidas. Entre las que se llevó estuvo la del propio rey.

Alcázar de Carmona
El alcázar de Carmona fue una de las residencias favoritas de Pedro I. Por joserpizarro

Al morir Alfonso VI en el año 1350, el trono pasó a Pedro I que, junto con su madre, decidió ir contra la amante de su difunto padre y contra los hijos ilegítimos de este. Enrique II huyó a tiempo y se refugió en el norte, donde tenía territorio y poder. Partidarios de uno y otro se pusieron en guardia, se encajaron los yelmos en la cabeza y arrancaron una serie de enfrentamientos que se irían alternando con treguas hasta el enfrentamiento final.

Un episodio más de la Guerra de los Cien Años entre ingleses y franceses

Castillo de Montiel
Castillo de Montiel donde se refugió el rey de Castilla.Por Juanje Pérez

Enrique II se vio obligado a escapar a Francia, pero eso no puso fin al problema sino que le inflamó aún más. De hecho, los pactos de uno y otro hicieron que la guerra civil en Castilla entre estos dos hermanos, que duró entre 1366 y 1369, sumara a los franceses de un lado y a los ingleses de otro. Fue una guerra civil internacional, con los franceses apoyando a Enrique II y los ingleses a Pedro I.

Sin ir más lejos, el inglés Eduardo de Woodstock, conocido como el príncipe negro e hijo de Eduardo III de Inglaterra, estaba del lado de Pedro I, esperando ganar en contraprestación algunos dominios en el norte de la península ibérica.

Así es como esta guerra civil de Castilla acabó como conflicto satélite de la famosa guerra de los Cien Años. Esta guerra no fue una guerra, sino que engloba varios conflictos, y épocas de combates con otras más calmadas. Y siendo con la falsedad de su nombre, la guerra duró de 1337 a 1453, así que tampoco duró 100 años, sino 116. Un nombre famoso, pero bastante falso, por lo que vemos.

Pero vayamos a ese punto final donde la guerra civil de Castilla entre Pedro I y Enrique II acabó, tras esos tres años de duración. En 1369 las tropas de Enrique II pusieron bajo asedio a Pedro I, abandonado por sus socios internacionales a los que no dio lo que había prometido. El rey de Castilla se había refugiado en el castillo de Montiel huyendo de la persecución de su hermanastro. Su situación era complicada porque no estaba en condiciones de aguantar un asedio largo.

Cada año se rememora en Montiel el combate medieval

Recreación de la batalla de Montiel
Recreación de la batalla de Montiel. Por Inma

Una de las formas más eficaces de acabar con un asedio es la traición, bien de alguien de dentro que permita entrar a los asediadores; o de alguien de fuera que permita salir a los asediados o haga que se levante el asedio. En este caso uno de los hombres de confianza de Pedro I trató de sobornar a un francés llamado Bertrand du Guesclin ofreciéndole tierras y dinero.

A raíz de esto y algo engañado, Pedro I acudió a un encuentro con el francés. Pero resultó que también estaba su hermano Enrique II en la posada donde se alojaba el francés y a la que acudió Pedro I. Era la noche del 22 al 23 de marzo de 1369.

Una vez frente a frente, los dos hermanos comenzaron una pelea. Dos hermanos, dos reyes, en una habitación, peleando a muerte por ganar una guerra y, en definitiva, un reino. Sin duda una imagen poderosa. Dice la leyenda que el francés, Bertrand du Guesclin, en mitad de la pelea, agarró a Pedro I de una pierna facilitando así que Enrique II pudiera asesinarlo con su puñal.

Momento de la muerte del rey Pedro I
Momento de la muerte del rey Pedro I. Por Arturo Montero y Calvo

La tradición sitúa en ese momento justo el origen de ese dicho que a buen seguro han escuchado muchas veces y que se puede leer de vez en cuando en alguna crítica política . El francés dijo aquello de “Ni quito ni pongo rey, pero ayudo a mi señor”. Sin duda, una cita cargada de cinismo.

Muerto Pedro I, Enrique II se quedó sin rival como rey de Castilla. Así comenzó la dinastía Trastámara a sentar a sus hombres en el trono de Castilla. Y a alguna mujer, porque de esa rama viene Isabel I de Castilla, esto es, Isabel la Católica.

Pedro I fue el Cruel para unos, apelativo que se ganó a pulso. Pero también fue el Justiciero para otros, que veían en sus órdenes y ejecuciones actos de justicia y no actos de venganza o poder. Con ambos sobrenombres se le conoce todavía y es uno de los reyes más populares de nuestra baja Edad Media, con una historia realmente apasionante.

Por cierto, todo esto se conmemora en Montiel cada año con unas jornadas medievales, durante el fin de semana más cercano al día 23 de marzo.

Manuel Jesús Prieto

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Comentarios

  1. Maria Velazquez Romero 10 de enero de 2024 a las 20:20 - Responder

    Ma encantado la historia habia ‘eido alvo pero el tiempo borra mu has cosas y te queda.algo de lo leídos .pero abora tadado por re cordarl laIstoria

  2. ABEL HERNANDEZ 10 de junio de 2024 a las 11:30 - Responder

    Buenas
    Mi nombre es ABEL HERNÁNDEZ BLASCO, y solo quería decir que hay un grave error en la redacción porque el padre de Pedro I y de Enrique II fue ALFONSO XI y no ALFONXO VI

  3. julio vcesar olondriz ortega 28 de septiembre de 2024 a las 05:28 - Responder

    el padre de Pwdro I es alfonso XI( no alfonsoVI hay mas 200 años de diferencia

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