Negocios en La Raya, negocios sin fronteras

La primera de las mesas redondas del 29 de mayo abordó las ventajas y desventajas reales que tienen los negocios en la zona fronteriza. Por un lado, se consideró que su situación es atractiva, ya que puede abarcar ambos países. Sin embargo, trabajar en cada uno de ellos es diferente y acarrea una serie de dificultades.

En la mesa estuvieron presentes Ana Berliner, de Casa Cisterna; Eugenio Rodríguez, creador de la red de apartamentos rurales Turnat; Jorge González, de Turismo Activa; y Antonio Campesino, de Zamora Natural. El moderador de la mesa fue Miguel Martins, del Grupo Gala.

Martins preguntó a los ponentes las ventajas y desventajas de estar en La Raya. La primera en dar su opinión fue Berliner, que cree que una de las desventajas es que se trata de territorios despoblados, pero que a su favor tienen que son zonas poco afectadas, muy vírgenes, con multitud de senderos y castillos muy bonitos. «Es un paisaje limpio. Puedes sacar una foto y no hay nada que lo estropeé, como me dijo un viajero». Sin embargo, son zonas de difícil acceso, alejadas del centro, considera. «Hay que sacar provecho a lo que tenemos», dice.

Jorge González está justo al otro lado de la frontera, en Ciudad Rodrigo. Para él, una de las desventajas de Portugal es que falla la oferta de turismo activo en el área portuguesa, y eso les beneficia a la localidad salmantina. «Muchos turistas pasan por Ciudad Rodrigo, donde realizan actividades, aunque algunos luego crucen a dormir a Portugal», dice.

Para González la incertidumbre de si las carreteras portuguesas son de pago o no es un impedimento para el desarrollo del turismo en Portugal. «Hace falta un poco más de colaboración entre ambos países».

El siguiente en responder fue Eugenio Rodríguez, donde también tiene sus negocios de Turnat en La Raya. Hay proyectos muy interesantes como que benefician a dos regiones como un único destino. Rodríguez también está de acuerdo que uno de los problemas es la incertidumbre y que los beneficios es esa naturaleza virgen. «Tenemos un patrimonio muy valioso», explica.

Para Rodríguez hay mucho camino para andar para conseguir una buena sinergia y colaboración. «El resultado sería la visibilidad. La Raya es una gran oportunidad que tiene que aprovechar el sector», concluye.

Antonio Campesino fue el último en intervenir con su experiencia en Zamora Natural. Ellos se centran en el Parque Natural de Arribes del Duero. Trabajan en espacios naturales donde se puede hacer senderismo, ciclismo o kayak. Lugares donde no hay ruidos y te puedes encontrar a ti mismo. Para Campesino, todo eso también lo ha encontrado en esta zona. «Nosotros tenemos sinergias en ambos lados». «Portugal fue el único lugar donde me agradecido traer gente a su país», dice.

Campesino apuesta por dar facilidades a las entidades turísticas y a las empresas que ofrecen actividades, pues sabe que existen trabas. En el tema carreteras, él no tiene ese problema. Los españoles llegan a través del Ave y los portugueses por carretera, cruzando la frontera. «Cogemos turismo que llega desde el aeropuerto de Oporto», explica.

Jorge González ha explicado que la mayor parte de los viajeros que le llegan conocen la zona, por lo que pasan de un lado a otro de la frontera. Ellos les intentan llevar hasta el interior de España, a la sierra de Francia, a la de Béjar y a la de Gredos. «Cuando trabajamos con franceses nos interesa, sobre todo, conocer qué ofrecen, para poder colaborar conjuntamente».

Martins preguntó cuál es el porcentaje del turismo ibérico en sus negocios. Para Jorge González, es un 10% en general, aunque en verano se puede llegar a un 20%. «Suelen ser familias y grandes grupos», explica González.

Para su porcentaje depende de si se mira de la parte portuguesa o española. Un 40-60. Y ha especificado que el 90% de los extranjeros que les llega es portugués. En mi Extremadura

Para Antonio Campesino, a Zamora Natural llegan pocos turistas portugueses. «Sí trabajamos con turismo extranjero, pero no portugués», dice. «Yo cuando era pequeño y cruzaba la frontera me emocionaba cuando había que cambiar la moneda y el idioma. Ahora intento transmitir esa emoción de antaño a los viajeros. Yo vendo que aunque estés en otro país, estás en mi familia».

Para Berliner, sin embargo, el 60% de sus huéspedes es portugués. Un dato que les sorprende dado lo cerca que están de la frontera. Pensaban que les llegaría mucho más viajero de España, ya que muchos madrileños recorren 3 horas para hacer una escapada rural. «La frontera sí es una barrera», dice. «Cuando los madrileños salen de escapada se van a España. Cuando vienen van hacia Aveiro u Oporto, es como si nosotros no existiésemos», explica. No obstante, agradece la labor de las Aldeas Históricas de Portugal, que están ayudando a visibilidad estos territorios abandonados.

Eugenio Rodríguez destacó que él vende destinos. «Vender destinos en La Raya es emoción, en ambos lados. Quién puede presumir sacar una foto desde la cama donde salga España y Portugal». También ha destacado la increíble labor de las Aldeas Históricas, ya que esos monumentos y castillos crean expectación entre sus viajeros. El cliente lo que quiere es vivir experiencias emocionales. Y recuerda que hay que pensar en las personas, pues son las más importantes.

Respecto al tipo de turista que buscan sus servicios, según Jorge González en sus inicios -hace 10 años- venían sobre todo familias que hacían alguna ruta actividad en concreto. Ahora, sin embargo, la gente busca una experiencia. No sólo buscan ir a una casa rural, sino hacer una ruta con varias experiencias y alojamientos.