Mura, una joya medieval escondida en Barcelona

Ubicada en la comarca del Bagés, Mura es considerada una de las localidades más bonitas de Barcelona. Calles empedradas y empinadas, construcciones tradicionales y monumentos históricos que te conducirán a una era pasada y conseguirán sumergirte en la esencia de la Edad Media.

EscapadaRural te invita a pasear por este pueblo pintoresco ubicado en el corazón del Parque Natural de Sant Llorenç del Munt i l’Obac y descubrir como se funden en uno el poder de la historia y la naturaleza. ¿Nos acompañas?

 

Este pueblo catalán es uno de esos lugares que parecen sacados de un cuento. Pero es real, su estampa sorprende a muchos viajeros que se topan con esta localidad por casualidad. Este bello pueblo medieval está conectado a Terrassa por una carretera sinuosa que atraviesa el Coll d’Estenalles. Unas cuantas curvas, sí. Pero merece la pena.

Ya estamos en Mura y es interesante saber que en este pequeño pueblo de apenas 200 habitantes encontrarás una gran cantidad de atractivos turísticos. Y para no perderte nada de nada lo mejor es dirigirse al centro de interpretación de la localidad, donde te ayudarán a confeccionar el itinerario perfecto para tu escapada.

Uno de los puntos de interés que encontramos en esta localidad catalana es el castillo de Mura, del que solo se conservan algunos restos desaliñados y cubiertos de hierbas y matorrales. Esto es algo que los visitantes deben tener en cuenta para no llevarse una decepción, insisten desde el ayuntamiento.

Aun así, si te interesa visitar el lugar para conocer su historia in situ, lo encontrarás en el km 19,3 de la carretera Terrassa-Talamanca-Navarcles. La primera mención del castillo data del año 1023 y desde entonces fue poseído por muchos linajes, por lo que resulta complicado seguir el entramado de sus señores y castellanos.

Descubre el aragonito, un mineral único en toda Cataluña

Otra de las visitas que puedes planear durante tu escapada es a la cueva de Mura. Esta cavidad, de 160 metros de profundidad, fue descubierta hacia finales del s. XIX por un campesino que se fijó en un pájaro que tenía el nido en un seto.

En las paredes todavía se pueden observar bastantes formaciones de estalagmitas y estalactitas y, sobre todo, curiosas cristalizaciones de aragonito, un mineral único en toda Cataluña.

Esta cueva acoge una fauna muy interesante. En invierno los murciélagos se cobijan para pasar los días más fríos, pero también hay un escarabajo endémico que sólo encontramos en algunas cavidades y simas de los macizos de Sant Llorenç y de Montserrat.

Para acceder a la cueva de Mura hay que recorrer un camino señalizado, de dificultad media, durante el que la guía te explicará el paisaje que irás descubriendo, su historia y su geología.

Las visitas guiadas salen a las 10:45h desde el el centro de información de la localidad los fines de semana. Los responsables de la visita a la cueva recomiendan realizar reserva previa con una semana de antelación para asegurar plaza, ya que son limitadas. El coste es de 6 euros/ adulto y 4 euros/ 7-12 años y jubilados (a pagar en efectivo antes de la visita).

Longitud: 3,5 kilómetros

Tiempo: 1 hora y 15 minutos

Dificultad: Moderada

Tipo: Visita guiada

La duración de la visita es de 20 minutos y solo se puede realizar con guía turística. Además, te conviene saber que el recorrido es de 3 km en subida y por caminos irregulares hasta la cueva, por lo que la edad mínima recomendada es de 7 años.

Iglesia de Sant Martí de Mura, el edificio románico que sobrevivió a un terremoto

Tal y como la vemos hoy en día, la iglesia románica de Mura es el resultado de sucesivas ampliaciones y remodelaciones que han variado sensiblemente su fisonomía. Poco antes del s. XI existía una pequeña iglesia prerrománica de una sola nave, de la que se conserva el cabezal y una pared exterior.

Muy pronto, explica el Ayuntamiento de Mura, la iglesia fue remodelada alargando hacia poniente la nave primitiva y añadiendo un portal de piedra pómez y en el s. XII se construyó una iglesia nueva de mayores proporciones que se unió a la anterior mediante arcos. Sin embargo, en 1437 un terremoto sacudió de forma violenta el edificio, que quedó gravemente dañado, por lo que se tuvo que llevar a cabo una restauración forzada.

Concurso de Tió en Mura

Uno de los atractivos más señalados de este pueblecito es su concurso navideño de ‘caga Tió’, un tronco mágico que caga regalos para los niños que han sido buenos durante todo el año y carbón para los que hayan sido algo traviesos. Esta tradición catalana hace que las visitas se disparen en las fechas navideñas. Padres y niños pasean por las calles de Mura descubriendo troncos disfrazados con gran ingenio por los vecinos.

Además, podrás participar en la elección del mejor tronco mágico del año, votando en cualquiera de las urnas situadas por todo el pueblo. Es necesario recoger los trípticos informativos en las tiendas del pueblo o en el centro de interpretación.