Beteta y Sigüenza: primeros Municipios Turísticos de Castilla-La Mancha

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04.01.2025

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Beteta y Sigüenza: primeros Municipios Turísticos de Castilla-La Mancha
Sigüenza, uno de los primeros Municipios Turísticos de Castilla-La Mancha. Por  Migel

El gobierno de Castilla-La Mancha ha acuñado un nuevo distintivo que seguramente atraiga a muchos visitantes: el de Municipio Turístico de la región. Y para inaugurar esta nueva categoría se han escogido a los dos primeros en ostentar dicho título. Son los pueblos Beteta, situado en Cuenca, y Sigüenza, perteneciente a Guadalajara. Dos destinos que ya eran atractivos por sí mismos, pero que ahora, además, tienen una distinción institucional.

Según el gobierno autonómico, con esta iniciativa: “Reconoce y promueve la calidad en los servicios turísticos, la sostenibilidad, la cultura y el patrimonio local, además de fomentar la participación de la Comunidad en la actividad turística”. Todo ventajas y un llamamiento de atención: aquí hay algo que merece la pena.

Beteta

Lo cierto es que esta villa no era un lugar desconocido para el turismo. Beteta es un lugar famoso de Cuenca por varios motivos. Uno de ellos pertenece a la cotidianidad general, porque el agua del manantial de sus inmediaciones es una de las más conocidas de las que se encuentran en las tiendas: Solán de Cabras. En el pueblo no está solo su planta embotelladora, sino que también entra dentro de sus límites el Real Balneario de Solán de Cabras (es recomendable comprobar si está abierto antes de ir).

Beteta
Beteta, municipio turístico de Castilla La-Mancha. Por rudiernst.

Asimismo, hay otro elemento muy habitual en el día a día de cualquier persona que también puede estar relacionado con este municipio conquense: el mimbre. Esta fibra, presente en muebles, recipientes, capazos y muchos otros objetos –en la Edad Media tuvo un gran auge debido a la cestería–, se obtiene de un arbusto que pertenece a la familia de los sauces y que en los campos de los alrededores de Beteta crece animadamente.

En concreto, Beteta está situado en el noroeste de la provincia, cerca del Parque Natural de la Serranía de Cuenca y del Parque Natural del Alto Tajo. Su presencia deja constancia de las características de la arquitectura tradicional de la zona, con sus casas de piedra con balconadas de madera y sus calles porticadas. Asimismo, el paso de la historia también se refleja en su patrimonio, por ejemplo, en las ruinas del castillo de Rochafrida.

Esta fortificación, que data del siglo XII, es de origen musulmán y, curiosamente, es uno de los castillos que se sitúa a mayor altitud en España. Se erigió a 1.363 metros sobre el nivel del mar, un detalle que refuerza la convicción de que su uso era preeminentemente militar. Desde su torre (solo tenía una) se podía otear bien el horizonte para ver llegar a los enemigos. Además, según la juglaría, ese edificio acogió el romance entre doña Rosaflorida y el caballero Montesinos.

Castillo de Rochafrida en Beteta. Por rudiernst.
Castillo de Rochafrida en Beteta. Por rudiernst.

La iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción es su construcción religiosa más destacada. Se trata de un templo del siglo XV, de estilo gótico y construido en piedra caliza. Conocida también como la ‘catedral de la Sierra’, tiene una planta de tres naves y una cubierta cerrada con 12 bóvedas de diferentes estilos (desde el gótico hasta el renacimiento). En su interior hay una pila bautismal del siglo XVI y una imagen de la Virgen de la Rosa, patrona de la localidad. Ella también tiene un templo dedicado: la ermita de la Virgen de la Rosa, que se encuentra a las afueras de Beteta y data del siglo XVII.

Los alrededores naturales del pueblo son dignos de visitar, por supuesto. En verano, uno de los sitios preferidos de los vecinos es la laguna de Tobar, que tiene zona de baños (esencial con las temperaturas de Castilla-La Mancha en el estío) y es refugio de fauna y espacio protegido de la Red Natura 2000. Además de un chapuzón, también es posible rodearla siguiendo el sendero SL-CU 04. Tiene unos 5 kilómetros de longitud y es muy fácil de recorrer.

Laguna de Tobar en Beteta. Por rudiernst.
Laguna de Tobar en Beteta. Por rudiernst.

Pero si algo destaca en su entorno natural, con permiso de otras referencias, es el cañón natural formado por el paso del río Guadiela conocido como la Hoz de Beteta. Considerado Monumento Natural, tiene tres zonas diferenciadas por sus características geomorfológicas (los aficionados a la paleontología encontrarán allí todo un parque de atracciones natural) con el travertino conocido como la casa de la Toba y el sumidero de Mata Asnos como estrellas principales. 

Dentro de dicho espacio hay dos senderos señalizados –se realizan rutas guiadas, para quienes estén interesados– conocidos como El paseo botánico y La cueva del Armentero. Asimismo, hay habilitadas dos áreas recreativas: La casa de la Pradera y La fuente de los Tilos.

Sigüenza

Si Beteta es un pueblo que ya tenía fama, Sigüenza está un nivel por encima en cuestión de popularidad. Este rincón de Guadalajara tuvo gran importancia en la Edad Media –ese periodo histórico que tantos adeptos tiene– debido a su situación estratégica en la península ibérica. El 20 de mayo de 1965 fue declarada Conjunto Histórico Artístico con su catedral como estrella.

Sepulcro del Doncel en la catedral de Sigüenza. Por csbphoto.
Sepulcro del Doncel en la catedral de Sigüenza. Por csbphoto.

Edificada en el siglo XII, corresponde al estilo gótico o cisterciense. Tiene una planta de cruz latina, con crucero, tres naves y una capilla. Entre sus elementos destaca un gran rosetón del siglo XIII situado sobre la puerta y la capilla funeraria de los Arce, donde residen los restos de Martín Vázquez de Arce, el Doncel de Sigüenza. En el sepulcro aparece representado el fallecido, recostado sobre una pierna y con un libro abierto entre las manos, que no se sabe cuál es. Muchas han sido las teorías formuladas al respecto -la Biblia, las coplas de Jorge Manrique– pero lo único que se puede afirmar con rotundidad es que Ortega y Gasset la consideraba “la más bella figura fúnebre de España”.

En el patrimonio del municipio también destaca su castillo, originario del siglo XIV. Una de las curiosidades que lo hacen destacar, más allá de los sucesos que tuvieron lugar a su alrededor o su arquitectura, es la historia de Doña Blanca de Borbón, que vivió encerrada allí por su marido Pedro I de Castilla, con el que nunca había querido casarse. De hecho, él mandó acabar con su vida en 1361, después de muchas idas y venidas propias de una serie de ficción.

Sigüenza
Sigüenza. Por aguilar photo

Las calles y edificios del casco histórico de Sigüenza, desde su parte alta hasta la alameda, conforman un recorrido por un entorno medieval fantásticamente conservado. Desde el portal Mayor, la plazuela de la Cárcel o la puerta del Hierro hasta la plaza Mayor, porticada y con edificios destacables como el del ayuntamiento. Además de la catedral, la villa tiene otros edificios religiosos remarcables como el monasterio de las Ursulinas, la ermita del Humilladero y la Santa María de los Huertos, del siglo XVI. Un bombón histórico que, junto a Beteta, ahora es Municipio Turístico de Castilla- La Mancha.

Perfil Carmen López, periodista

Carmen López

Soy periodista y escribo sobre cosas que importan en sitios que interesan desde hace más de una década.

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