Mujeres harrijasotzailes: las levantadoras de piedras del País Vasco
Escrito por
30.10.2023
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Desde pequeña, Karmele Gisasola ha estado rodeada de hombres que practicaban algún tipo de herri kirolak (deporte rural vasco). La mayoría de las 18 disciplinas que se recogen en este paraguas de actividades tradicionales tienen su origen en el trabajo de los caseríos, así que quienes las ejecutan suelen llevar el nombre del perteneciente a su familia.
Ella pertenece a la saga de los Zelai, aunque tardó tiempo en incorporarse a ella de forma activa. Siempre había visto a su padre levantar piedra y su primo y su hermano, más pequeños que ella, empezaron en diversas actividades a los tres o cuatro años; pero su hora no llegó hasta la adolescencia.
Comenzó a cortar con la tronza con su prima y siguió con el yunque, la carrera de txingas, las mazorcas y después con el levantamiento de piedra. Ha llegado a ser campeona de Euskadi de esta última disciplina cuatro años seguidos, así como de yunque y ha conseguido txapelas de levantamiento de piedra, de hacha y de yunque a nivel de Vizcaya.
“Mi padre no compartió plaza con ninguna mujer en veinte años, pero yo cuando empecé ya había algunas”, comenta Karmele a EscapadaRural. “Date cuenta que el primer campeonato de levantamiento de yunque lo hicimos en 2014. En hacha de mujeres se participó por primera vez en 2018 y el primer pentatlón femenino se celebró en 2021”. Esta prueba recoge cinco modalidades de herri kirolak: levantamiento de piedra, arrastre, corta con hacha, txingas y carrera.
El primer campeonato de levantamiento de yunque lo hicimos en 2014. En hacha de mujeres se participó por primera vez en 2018 y el primer pentatlón femenino se celebró en 2021
Karmele Gisasola
De todos los logros que ha conseguido, el del pentatlón es el que más orgullo le produce. “Participamos tres chicas y el trabajo que realizamos era levantar 15 veces la bola esférica de 63 kilos, acto directo a arrastrar una piedra de 250 kilos durante 22 metros, luego cortar dos maderas, después coger las chingas de 25 kilos cada una en cada mano y hacer cuatro plazas de 22 metros cada una para luego correr kilómetro y medio”, explica. “Me quedé muy a gusto porque lo hice en menos de 19 minutos”.
Su apodo de deportista es Zelai III. Antes que ella están su aita José Antonio Gisasola, levantador de piedra, que es Zelai; su tío, aizkolari [cortador con hacha] por hobby es Zelai II; su primo Ioritz Gisasola es Zelai IV y su hermano Jon Gisasola es Zelai V. “Va en función de la edad”, explica Karmele.
El caserío abierto al público donde se puede entrenar
En su caserío de Mallabia, que también es casa rural abierta al público, tienen un espacio de entrenamiento de herri kirolak. “Aita empezó entrenando en el caserío. Tenemos diversas piedras de diferentes moldes y tamaños y peso y además de levantamiento también arrastramos. Asimismo cortamos madera”, afirma la entrevistada. “Como solemos entrenar en casa, pues la gente que viene suele quedarse a mirar o también prueban si no estamos nosotros entrenando. Algunos sí que se animan o nos animan a nosotros cuando nos ven practicando”.
¿Qué es lo que más llama la atención a los visitantes que se acercan al herri kirolak? Karmele Guisasola cree que es “la fuerza pero también la resistencia que tienen los deportistas. Por mucha fuerza que tengas, si no tienes resistencia o técnica no vas a lograr mucha cosa. Y viceversa. La clave es la unión de técnica y fuerza y resistencia”.
La primera mujer en levantar una piedra de 100 kilos
Gisasola afirma que cada vez son más las mujeres que se apuntan a algún tipo de herri kirolak, muchas de ellas procedentes del crossfit. Es el caso de Lucía Orbe, nacida en Bilbao y residente en Getxo desde hace seis años. Se introdujo en este mundo a través de sus compañeros de Iruka Crossfit, que también son miembros del grupo de deporte rural Getxo Herri Kirol Taldea. “Empecé por primera vez el levantamiento de piedra en diciembre de 2020, aunque no empecé a hacerlo de manera natural hasta unos meses después, sobre primavera de 2021”, sostiene.
Lucia Orbe. 6 jasoaldi bost minutuan. pic.twitter.com/jtVK8Sf712
— Txetxu Urbieta (@TxetxuUrbieta) May 21, 2023
Antes había probado con otras modalidades y su primera competición fue en levantamiento de yunque hace dos años. En febrero de 2021 le propusieron participar en el primer pentatlón femenino por parejas. “Así fue como conocí a Karmele, el día de su cumpleaños en su casa rural”, recuerda. El pasado mes de julio se convirtió en la primera mujer en levantar una bola de piedra esférica de 100 kilos con seis alzadas en 5 minutos.
“A mí siempre me ha gustado mucho el deporte. Pero además de su aspecto deportivo, el herri kirolak me ha permitido conocer Euskal Herria de una manera que no me imaginaba”, afirma Lucía Orbe. Gracias a las competiciones ha visitado muchos pueblos, pequeños y grandes y ha conocido a mucha gente de una forma que no siempre es posible en ciudades más grandes por su idiosincrasia.
“Me he metido más en lo que es la cultura del País Vasco y cómo se vivía antes en los baserris (caseríos). Siempre he recibido mucho apoyo de parte de muchas escuelas y gente que no me conocía ha estado siempre dispuesta a ayudarme, de hecho así fue como empecé. Gracias a estos viajes, he entrado más en contacto con la naturaleza, que es algo que siempre me ha gustado mucho también”, asevera la bilbaína.
Orbe también continúa entrenando a crossfit, una actividad que compagina con el herri kirolak. Con ambos pone a prueba sus capacidades y gracias a ellos se ha dado cuenta de que es capaz de hacer cosas que antes no se imaginaba. Su objetivo principal ahora mismo en el deporte rural vasco es seguir aprendiendo. “Ha sido una temporada muy intensa con campeonatos de distintas disciplinas y también de crossfit”, dice.
“Cuando terminé y estuve 15 días descansando, vi que estaba muy débil y que no me recuperaba bien, así que lo que quiero hacer ahora es dedicar más tiempo a aprender los matices técnicos y a prepararme físicamente para no estar tan cansada y hacerme menos daño. Es un pequeño paso para atrás para volver más fortalecida”, afirma convencida.
Según su experiencia, aunque hasta ahora el deporte rural estaba muy masculinizado está empezando a cambiar ya que se están incorporando más mujeres y se están convocando nuevas ediciones de campeonatos. Pero no es un fenómeno exclusivo de este campo, sino que es una apertura que va acorde a los avances que se están dando en la sociedad. “Creo que falta todavía mucho pero no creo que sea algo del herri kirolak de manera exclusiva”, responde.
“Al final, somos una sociedad que hemos tenido una educación y unos valores que tienen que cambiar. En general, todos tenemos sesgos en muchas cosas, raciales, de género, de clase y creo que, por fortuna, hoy en día cada vez se le da más importancia a este tema. Como sociedad tenemos que seguir avanzando desde la base de la educación”, observa.
Carmen López
yo he empezado hace un me a arrijasotzaile en el caserio de zelai ll xabier guisasola