Los melocotoneros de Aitona, el paisaje rosa de moda y otros lugares para hacer fruiturismo

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25.03.2023

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6min. de lectura

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Melocotoneros de Aitona
Melocotoneros de Aitona. Por davidboixo

En 2022, la cineasta Carla Simón mostró al mundo, en pantalla grande, la vida de una familia dedicada al cultivo del melocotón en Cataluña. Ganadora de una impresionante ristra de premios –entre ellos, el Oso de Oro del Festival de Cine de Berlín– no solo enseñó una realidad sino también un paisaje que mucha gente no conocía. No es la zona más turística de la Comunidad, que se concentra más en la zona de la costa, los Pirineos o Barcelona, por lo que tiene el atractivo del factor sorpresa. Hasta ahora, al menos.

Curiosamente, Alcarràs, el sitio en el que transcurre y da título al filme de la directora, se encuentra a apenas 14 kilómetros de otro lugar que también es famoso por sus melocotones. En Aitona son conscientes de las posibilidades que ofrece ese árbol para promocionar el lugar y atraer a visitantes y ya hace años que el Ayuntamiento impulsa un proyecto para materializar esa idea. Lleva el nombre de fruiturisme, que viene a ser algo así como ‘turismo frutal’.

Melocotoneros de Aitona
Melocotoneros de Aitona. Por caftor

Cuándo y cómo disfrutar de los melocotoneros de Aitona

La respuesta rápida a la pregunta de cuál es la mejor época para visitar los melocotoneros de Aitona es “la temporada de la floración” por el espectáculo de colores rosados que ofrece la flor del melocotonero. No comienza en una fecha exacta, porque la naturaleza tiene sus propios ritmos y en ellos influyen muchos factores, pero suele ser entre finales de febrero y mediados o finales de marzo. Generalmente, si hace mucho frío la flor tarda un poco más en salir, lo contrario a lo que sucede si el clima es cálido, que se adelanta.

Durante ese periodo, los interesados pueden disfrutar de una visita guiada por los campos en flor, pero las actividades no terminan con la caída del último pétalo. En cada estación hay una propuesta relacionada con sus características. Por ejemplo, en verano, el camino transcurre por los mismos campos pero ya cargados de melocotones, por lo que los sentidos del olfato y el gusto también se sentirán estimulados. 

Melocotoneros de Aitona
Melocotoneros de Aitona, Por peresanz

En otoño, el festival está dirigido, sobre todo, a la vista porque las hojas de los árboles construyen un universo de marrones y amarillos pero también al oído, porque el silencio impera. Y en invierno, esa época en la que parece que no ocurre nada, en Aitona muestran cómo los agricultores preparan los árboles para el nuevo ciclo y cómo es la experiencia de moverse entre la niebla.

Además, el territorio ofrece otras posibilidades de ruta. Está el recorrido por el centro del pueblo, en el que se pueden ver monumentos como la iglesia de Sant Antolí o la capilla de Sant Gaietà y también un camino religioso guiado por el legado que tres santos nacidos en el pueblo dejaron para la posteridad. Es la ruta Aitona, Cuna de Sants y siguiéndola se pasa por puntos relacionados con Santa Teresa de Jesús Jornet y los beatos Francesc Palau y Josep Camí.

Melocotoneros de Aitona
Melocotoneros de Aitona. Por zkcristian

Los aficionados a la historia, en concreto a la relacionada con la Guerra Civil española, pueden hacer la ruta de Robert Capa, el famoso fotógrafo de prensa que en realidad eran dos. Tras ese nombre, se ‘escondía’ la pareja profesional y sentimental formada por Ernö Friedmann y Greta Taro, que retrató algunos de los momentos más importantes de la contienda. Uno de los que vivieron fue el último ataque del ejército republicano en Cataluña, que tuvo lugar en 1938 en esta zona.

Por supuesto, se puede disfrutar del sabor de los melocotones en su punto álgido si se visita Aitona en el momento adecuado y, una vez al año (finales de febrero-marzo) se organizan viajes en globo para ver los colores desde el cielo.

Más fruiturismo o hanami

Valle del Jerte
Cerezos en flor en el valle del Jerte. Por guillermohor

Este pueblo de Lleida no es el único que ha decidido poner la floración de sus árboles al servicio del turismo. De hecho, los japoneses, expertos en el tema gracias a sus cerezos, tienen un nombre que define la actividad de observar las flores de los árboles: hanami. Algo que en España puede practicarse en una gran cantidad de sitios.

De hecho, no hace falta ni salir de Cataluña. La comarca de la Ribera d’Ebre relanzó en 2022 la campaña turística de la floración de los árboles frutales, con una gran oferta de entretenimiento relacionada con el fruiturismo: rutas en coche, a pie, bicicleta o incluso carro, degustaciones de productos o jornadas temáticas son algunas de ellas.

El melocotón también es popular en Murcia, en concreto en el municipio de Cieza. Crece junto a otros árboles que dan albaricoques y ciruelas, así que las combinaciones de rosas también tocan el blanco. Allí, se organiza la llamada Ruta de la Floración, que incluye diversas ofertas para introducirse en la experiencia.

Piorno en Gredos
Piorno en la sierra de Gredos, Por fuen30

Extremadura es otra tierra que ofrece citas obligadas a los fruituristas. La más conocida es la de los cerezos del Valle del Jerte, pero desde hace un par de años también se ha popularizado la floración de otra planta que no es árbol sino arbusto. Se trata del piorno, que entre mayo y junio, tiñe de amarillo los prados de la Sierra de Gredos. La Asociación de Empresarios de Gredos Norte (ASENORG) organiza cada año el Festival del Piorno en Flor para explotar las posibilidades de hanami en esta zona que abarca 25 municipios nada menos.

Almendros en la sierra de la Tramuntana
Almendros en la sierra de la Tramuntana. Por Sebas

El espectáculo que ofrecen los almendros es blanco y se puede disfrutar en invierno en lugares como la sierra de la Tramuntana en Mallorca, donde hay más de 10.000 ejemplares. Ya entrada la primavera, en concreto en la primera semana de abril, se puede acudir a la celebración del Día del Ciruelo en Flor en la localidad riojana de Nalda

Allí, como en todos los puntos claves del fruiturismo nacional, se organizan diversas actividades gastronómicas y culturales relacionadas con la variedad de ciruela claudia verde. Una buena manera de seguir la recomendación de la Organización Mundial de la Salud: consumir, al menos, cinco piezas de fruta y verdura al día.

Carmen López

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Comentarios

  1. dededavi 2 de abril de 2023 a las 10:37 - Responder

    ¿Aitona? Tururu de fua.

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