Los mejores lugares para disfrutar de las grullas y la berrea del ciervo

Sin efectos especiales ni Inteligencia Artificial. A veces, la naturaleza nos brinda los espectáculos más hermosos que podemos ver y escuchar sin necesidad de las últimas tecnologías. En Extremadura lo saben bien en otoño, ya que es uno de los destinos favoritos de las grullas que huyen del frío del norte de Europa y buscan un lugar más cálido para pasar el invierno; y también es un territorio privilegiado para asistir al cortejo de miles de ciervos con su berrea.

¿Te animas a asistir como espectador a los rituales de estos animales tan especiales? Te contamos todo lo que debes saber para disfrutar del vuelo y trompeteo de las grullas y de la berrea en Extremadura.

Dónde ver (y escuchar) a las grullas en Extremadura

¿Sabías que entre 120.000 y 130.000 grullas dejan el norte de Europa para pasar el invierno en Extremadura? Supone alrededor del 40% de la población europea occidental y más de la mitad de la española. Eligen este destino por la existencia de numerosas zonas húmedas que sirven de refugio, así como por la posibilidad de encontrar abundante alimento y unas temperaturas moderadas en la estación más fría del año.

Las grullas se reparten por Extremadura, llegando a copar el 44% de la superficie de la región, así que es relativamente fácil observar su vuelo en forma de “V” y su característico trompeteo sonoro. Llegan principalmente durante la segunda quincena de octubre, aumentando la población progresivamente hasta alcanzar los mayores picos entre diciembre y enero. Una vez aquí, estas aves hacen desplazamientos diarios desde las áreas de alimentación hasta los dormideros, donde pasan la noche.

¿Dónde podemos ver y escuchar este espectáculo natural en Extremadura este otoño? Los hábitats más habituales de las grullas en esta región se concentran en 11 grandes sectores (por orden de importancia): Zona Centro, Azuaga, Navalmoral de la Mata, Alagón, Almonte, Alange, La Serena, Badajoz-norte, Brozas, Cáceres y Badajoz-sur.

Para tener una experiencia completa, te recomendamos acudir a los enclaves de avistamiento de la mano de alguna empresa del Club Birding de Extremadura. Las que están especializadas en turismo ornitológico completan el avistamiento de las grullas con rutas de observación de más fauna a pie o en 4×4. Un lugar muy especial para descubrir este animal es el Parque Nacional y Reserva de la Biosfera de Monfragüe, donde también podremos participar en una actividad única de observación de aves en kayak.

Para el avistamiento de grullas, se aconseja llevar prismáticos para una mejor observación (si contratas una jornada de interpretación ornitológica, muchas los incluyen); asimismo, si vas en coche, es mejor no bajarse y contemplarlas desde el interior para evitar molestias. No hay que acercarse a las zonas de dormidero, es mejor verlas desde un lugar elevado.

Si quieres profundizar en el conocimiento de la grulla, vale la pena visitar el Parque Periurbano de Conservación y Ocio Dehesa Moheda Alta, propiedad del Ayuntamiento de Navalvillar de Pela (Badajoz), entre zonas de dehesa y regadío. Cuenta con un centro de interpretación con una “Sala de las Grullas” con paneles explicativos sobre sus rutas de migración, su biología, hábitat, comportamiento y relación y convivencia con el ser humano.

Muy relacionado con esta ave es el Festival de las Grullas de Extremadura, un evento que se celebra todos los años en el mismo municipio de Navalvillar de Pela. Se hace para darles la bienvenida y promocionar y divulgar esta especie, así como dar valor a los recursos naturales de la región. En 2024 se celebrará el 7 de diciembre con un completo programa de actividades.

Enclaves para asistir a la berrea del ciervo en Extremadura

Otra experiencia natural de belleza sobrecogedora que no te debes perder en esta época del año en Extremadura es la berrea del ciervo. No es otra cosa que el cortejo de este animal, que coincide con el momento del celo de las hembras, entre septiembre y octubre, entre el final del verano y el inicio del otoño, aunque las fechas pueden variar según el clima, las lluvias, la escasez o abundancia de alimento, etc. ¡Y es que la naturaleza no es una máquina programada!

Entonces miles de ciervos rompen su silencio y hacen vibrar los bosques con sus increíbles bramidos. Con ellos, intentan impresionar a las hembras y advertir a otros machos en su ritual reproductor. Emiten esta especie de cánticos guturales especialmente durante los amaneceres y atardeceres. Además de escucharlos, si tienes suerte, puedes llegar a ver encuentros de grandes grupos de animales e, incluso, peleas.

¿Dónde se puede ver este espectáculo inolvidable en Extremadura? Son muchos los enclaves para ver la berrea del ciervo, un animal del que hay unos 15.000 ejemplares repartidos por toda la región. Destacamos el Parque Nacional y Reserva de la Biosfera de Monfragüe, Las Hurdes, el Parque Natural y Reserva de la Biosfera del Tajo Internacional, el Geoparque Villuercas-Ibores-Jara, la Reserva de la Biosfera de La Siberia, Sierra de San Pedro-Los Baldíos, el entorno del embalse de Gabriel y Galán (Tierras de Granadilla), el Valle del Jerte, la comarca de Tentudía y la Sierra Grande de Hornachos.

Son varias las empresas que ofrecen visitas guiadas en momentos adecuados y emplazamientos únicos para asistir a la berrea del ciervo en Extremadura de forma privilegiada. La experiencia se complementa con paseos a pie, en bicicleta, en 4×4 o incluso se puede ver desde un barco o desde un kayak. También se imparten talleres de fotografía que acompañan este espectáculo natural.

En época de berrea, se recomienda conducir con precaución en las carreteras, especialmente las que atraviesan zonas de bosque, ya que es fácil cruzarse con animales. También hay que aparcar en las zonas habilitadas e intentar hacer el menor ruido posible para evitar molestias en la fauna. Asimismo, no hay que acercarse a los animales ni ofrecerles comida.

El otoño también es un buen momento para asistir a la ronca de los gamos, que suele ser algo más tardía. Así que si llegas tarde a la berrea, ¡quizás todavía puedas escuchar el apareamiento de estos cérvidos!

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